La importancia de promover que las empresas nacionales se expandan hacia mercados internacionales
La Argentina fue un pionera en términos de internacionalización de empresas en América latina con casos como Alpargatas o Bunge & Born pero hoy ocupa un lugar rezagado dentro de la región
El gobierno publicó en el Boletín Oficial una nueva política de incentivos a empresas nacionales con el fin de promover su expansión hacia mercados internacionales y aumentar así el número de multinacionales argentinas. Este número es muy limitado si se compara con otros países emergentes como China o la India pero también si se evalúa en relación a otros países de la región.
La Argentina fue un pionera en términos de internacionalización de empresas en América latina con casos como Alpargatas o Bunge & Born pero hoy ocupa un lugar rezagado dentro de la región. Colombia, México o Brasil, sin esa tradición, superan al país en términos de inversión extranjera hacia el exterior. Aun Chile, que tenía niveles de inversión extranjera hacia el exterior extremadamente bajos hasta la década del ochenta, y posee un tamaño muy inferior al argentino, supera ampliamente a nuestro país.
La Argentina fue un pionera en términos de internacionalización de empresas en América latina pero hoy ocupa un lugar rezagado dentro de la región.
Tomando estas consideraciones y con la necesidad de aumentar el limitado número de líderes globales, la medida del gobierno resulta alentadora. Incentivos y beneficios han sido exitosamente utilizados por varios países de nuestra región para impulsar la internacionalización de empresas. Brasil, con un activo rol de su banca de desarrollo es el caso más emblemático, pero no es el único. Incluso un país con un rol del Estado más orientado hacia el mercado y con menores niveles de intervención como Chile, también ha propulsado políticas para incentivar la expansión al exterior.
Sin embargo, hay temas muy relevantes a considerar para fomentar la internacionalización de empresas. En primer lugar, este es un fenómeno que requiere un proceso de maduración para ser efectivo. Por sus desafíos y tamaños de inversión, la internacionalización es un proceso que precisa tiempo y continuidad para su maduración.
La consolidación internacional de una empresa no es algo que sucede inmediatamente luego de su primera experiencia fuera del país. En ese sentido, es importante remarcar que esta no es la primera política para promover la internacionalización de empresas aplicada por el Estado Argentino. Incluso durante el gobierno de los Kirchner, el gobierno desarrollo una agencia pública (Prosperar) que tenía entre sus pilares la internacionalización de empresas. Tras un tiempo, y durante la misma gestión de gobierno, dicha agencia fue perdiendo impulso y recursos, erosionando el potencial efecto positivo sobre la expansión al exterior de empresas locales.
Si a esta falta de continuidad de políticas publicas se le suma la inestabilidad económica y política que ha caracterizado a nuestro país, las dificultades se incrementan. Esto es algo que nos diferencia de otros países emergentes y que ayuda a entender nuestro retroceso en términos comparativos.
En conclusión, estas medidas resultan alentadoras y generan una alta expectativa, especialmente si son tomadas como políticas de Estado de largo plazo más que políticas de un gobierno. El solo hecho de que a pesar de nuestra inestabilidad política y económica continúen surgiendo empresas innovadoras, con alto nivel de emprendedurismo y que algunas hayan logrado posicionarse como jugadores internacionales es una muestra del potencial que posee la Argentina en este campo.
El autor es economista, sociólogo, doctorado en ciencias políticas en Northwestern University, profesor de la Universidad de San Andrés e investigador del Conicet.