La fusión de EADS y BAE, en punto muerto
Los países implicados tienen dificultades para negociar los términos del acuerdo
Las autoridades gubernamentales que negocian los términos de la propuesta de fusión entre el gigante británico de defensa BAE Systems PLC y la matriz del fabricante de aviones Airbus, European Aeronautic Defence & Space Co., siguen estancadas en asuntos críticos, incluyendo cómo se repartirán las participaciones entre los estados y la ubicación de la matriz de la compañía combinada, aseguran varias fuentes cercanas a las negociaciones.
Una videoconferencia realizada el viernes entre representantes de Gran Bretaña, Francia y Alemania y unas conversaciones bilaterales menos formales posteriores no consiguieron resolver el impasse, pero las negociaciones siguen adelante, señalan estas fuentes.
Las conversaciones han logrado algunos avances, dicen las fuentes. Francia y Gran Bretaña indicaron el viernes que no se enfrentarán a Alemania si Berlín compra el 15% de EADS que ahora está en manos de la automotriz Daimler AG.
Francia actualmente posee 15% de EADS, que se traduciría en 9% de la compañía fusionada, y los representantes alemanes han advertido que para que el acuerdo salga adelante, Alemania debe estar a la par de Francia.
Pero cuando esa cuestión parecía estar a punto de resolverse, surgió una nueva disputa entre Gran Bretaña y Francia. Las autoridades británicas exigieron que Francia se comprometa a limitar su participación a 9% de la nueva compañía, aseguran fuentes al tanto. Apuntan que Francia rechaza las condiciones impuestas por los británicos y, en su lugar, quiere la opción de controlar, en combinación con Alemania, hasta 27% de la empresa fusionada.
Un vocero del gobierno francés declinó comentar al respecto. Una fuente cercana indicó que Francia y Gran Bretaña siguen negociando en busca de una solución.
El ministro de Defensa británico, Philip Hammond, advirtió el domingo que su gobierno consideraría vetar la fusión a menos que Francia y Alemania acceden a limitar sus participaciones en el negocio de defensa.
Las autoridades británicas no quieren que BAE se convierta en parte de una compañía politizada. También temen que reguladores en Estados Unidos, donde BAE tiene importantes operaciones, presenten objeciones si sus negocios cayeran bajo el control de gobiernos europeos.
Los británicos señalaron previamente que un prerrequisito para su visto bueno sería poner fin a la interferencia política que aflige a EADS. La compañía es controlada por un consorcio contractual del gobierno de Francia, el grupo de medios francés Lagardère SCA, Daimler y el gobierno de España.
EADS y BAE han propuesto un plan de fusión diseñado en gran parte para eliminar la interferencia política. Bajo ese plan, el consorcio quedaría disuelto, de modo que aunque Francia y Alemania conservarían sus participaciones, sólo lo harían en calidad de accionistas ordinarios. Gran Bretaña, Francia y Alemania recibirían al mismo tiempo acciones especiales en la nueva compañía que les otorgarían derechos de veto sobre temas importantes, tales como adquisiciones hostiles y la protección de la seguridad nacional. Sin embargo, las autoridades francesas, acostumbradas a asumir un papel más directo en industrias clave, quieren un mayor peso en la compañía, señalan estas fuentes.
Mientras tanto, Alemania exige albergar la sede de la compañía fusionada, o al menos parte, apuntan las fuentes. Bajo los planes actuales, Gran Bretaña sería la sede para las operaciones de defensa y el fabricante de aviones comerciales Airbus estaría basado en Francia. Los representantes alemanes temen que sin un pie en Alemania, la nueva compañía sería más proclive a recortar empleos allí.
Fuentes cercanas sugieren que el presidente ejecutivo de EADS, Tom Enders, quedaría al frente de la nueva empresa. Pero los alemanes han reaccionado asegurando que no está claro quién la dirigiría dado que las relaciones de Enders con el gobierno alemán son conflictivas. Poco después de asumir las riendas de EADS en junio, Enders, que hasta entonces dirigía Airbus, dijo que cerraría las dos sedes de EADS en París y Múnich, y las trasladaría a Toulouse, Francia, cerca de Airbus. Las autoridades alemanas se oponen a la medida.
Si los gobiernos logran llegar a un acuerdo sobre los términos de la transacción, las compañías aún tendrán que convencer a los inversionistas independientes de sus méritos.
Cassell Bryan-Low, Daniel Michaels y Marcus Walker
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