La fluidez digital, una virtud que da acceso al empleo
Hasta hace poco, un factor esencial que determinaba el acceso a un empleo o la posibilidad de crecer en la carrera profesional era el dominio del idioma inglés y el nivel de fluidez con el que uno lo hablaba. Pero hoy en día hay otro tipo de fluidez que se ha colado en la lista de los requisitos y es la fluidez digital.
Confieso que la primera vez que escuché hablar de fluidez digital me costó un poco asociar ambos términos. Sin embargo, tras una breve investigación aprendí que la fluidez digital no es otra cosa que "la medida en que las personas adoptan tecnologías digitales y adquieren conocimientos que les ayudan a mejorar su competitividad para ingresar al mundo laboral y progresar en el trabajo".
Recientemente, leyendo una investigación realizada por Accenture encuentro otra similitud con aquella exigencia en materia de idiomas: la fluidez digital puede reducir significativamente la actual brecha de género que existe en el mundo laboral. Efectivamente, el estudio analiza cómo la fluidez digital es un factor decisivo para la mejora de la educación, la creación de empleo y el desarrollo profesional de los trabajadores.
Las ventajas de la fluidez digital son muchas y variadas, pero cabe destacar la expansión de diversos empleos que pueden hacerse desde cualquier lugar en cualquier momento. Gracias al uso eficiente de las nuevas tecnologías digitales y las políticas de working from home (trabajo desde la casa) que muchas compañías ya implementaron, hoy muchas mujeres pueden conciliar su vida laboral con la familiar y desarrollarse tanto profesional como personalmente y así no solo sostener sus empleos sino seguir desarrollándose.
El mismo estudio revela que si hoy no impulsamos el uso de las tecnologías digitales, alcanzar la igualdad de género nos llevará en países desarrollados 45 años, y 85 en países en vía de desarrollo. Ahora bien, si colectivamente se realizan acciones para que las mujeres adquieran fluidez digital esa brecha se reduce prácticamente a la mitad.
El incremento de nuestra fluidez digital no depende únicamente de unos pocos. Se requiere un compromiso general que incluye a toda la sociedad. Así como para hablar un idioma con fluidez no basta con estudiar la gramática, aprender el vocabulario, practicarlo todos los días o rodearse de un contexto apropiado donde todo el mundo lo hable, para lograr fluidez digital es indispensable que el conjunto de la sociedad avance de la mano: promoviendo la formación, fomentando espacios digitales e impulsando el uso eficiente de las nuevas tecnología.
Desde los colegios y círculos familiares, alentando a las jóvenes a que estudien ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas para aumentar así su conocimiento digital y facilitar su acceso al mundo laboral. Hasta comisiones, foros e instituciones que promuevan la colaboración entre las empresas y el gobierno para facilitar el acceso a la tecnología, generando espacios para acceder a internet e incentivando el uso de las redes sociales como una forma de encontrar empleo, compartir experiencias y adquirir conocimiento.
La fluidez digital es una variable diferenciadora en el mundo laboral que propicia la inclusión y la diversidad, y por ende, mejora el desempeño. Lo que antes era una moda, ahora es una realidad. Lo que antes era visto como una cuestión de nerds, ya es algo cool o "lo más...", como dice mi hija adolescente. Aprender su idioma será tema para otra columna.
La autora es directora ejecutivade Recursos Humanosde Accenture para América Latina
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