La fiesta en el trabajo, más austera pero con buena onda
Las empresas no llegaron a igualar sus presupuestos del año pasado, pero apuestan a la diversión
El fin de año se adelanta cada vez más en las empresas, al menos cuando se trata de celebrarlo, y la tendencia se afianzó esta temporada con fiestas que empezaron desde mediados de noviembre. Eso sí, por los vaivenes de la economía las compañías manejaron presupuestos más modestos que en 2013 y apuntaron a festejos más austeros, pero sin perder de vista la diversión, clave para complacer, sobre todo, a la numerosa generación Y.
Pese a los signos económicos poco alentadores en algunos sectores y la escalada de los precios, "las empresas no se privan de hacer la fiesta. Si bien fue un año que tuvo lo suyo, propician ese encuentro para reconocer el trabajo del empleado; saben que el empleado lo espera", dice Silvia Amarante, presidenta de la Asociación Argentina de Organizadores de Fiestas Empresariales (Aofrep).
Apurando cada vez más el almanaque, "este año hubo muchas más fiestas desde mediados de noviembre, cuando en los anteriores empezaban a fines de ese mes. Otra tendencia que se acentuó es que, salvo el lugar, las empresas contratan todo a último momento", señala Marcelo Gordín, director de Énfasis Motivation.
Empujadas por la inflación, en general, las compañías aumentaron el presupuesto, pero con números que no llegan a alcanzarla. "La mayoría subió su inversión en un 15 o un 20 por ciento, cuando los costos aumentaron 30%, entonces tenemos que asumir nosotros la rentabilidad entre la inflación que reconoce el cliente y la real. Pero al menos seguimos teniendo trabajo", resalta Gordín, que organiza fiestas para grandes firmas.
En otros casos, "hubo empresas que directamente no lo actualizaron y nos han dicho: Tengo esta plata para gastar, cambiá la propuesta pero organizá la fiesta", señala Sergio Ventura, director de Meetings & Events de MCI Argentina, cuyos clientes son compañías grandes.
Con un promedio que ronda entre los 1200 y 1800 pesos, el costo por persona incluye eventualmente salón, catering, show, música, tecnología. Aunque para Ventura es difícil tener un precio de referencia: "Hubo empresas que gastaron 400 pesos por persona en un cóctel para bailar y divertirse, y otras 1500 con cenas y shows. Pero ninguna hizo ostentación: las compañías necesitan premiar el esfuerzo de la gente y a la vez acompañan la economía del país, entonces tratan de ser coherentes entre lo que dicen y lo que hacen".
Otra variante este año es que disminuyeron los festejos de día y al aire libre. "Hubo mucho más pedidos de fiestas en lugares cerrados con aire acondicionado y de noche. Creo que tiene que ver con el calor y las lluvias, de no asumir tanto riesgos por el clima", comenta Gordín.
Cuando hay sucursales no muy lejanas algunas compañías concentran el festejo en Buenos Aires, pero si la dispersión geográfica es extensa lo hacen en cada sede. O como Frávega, que este año organizó fiestas regionales en las que reunió a varias sucursales. "Así propiciamos la integración entre los colaboradores de las sucursales y también el vínculo con la casa matriz, ya que siempre están presentes ejecutivos del equipo de dirección. Es el momento de festejar, de encontrarnos, de reconocer el esfuerzo de todo el año y la gente lo valora, lo disfruta", expresa Gustavo Riva, director de Recursos Humanos de Frávega.
Entre pistas y Facebook
Cuando la generación Y es la gran invitada se privilegian la música y ambientaciones "tipo boliche", dice Amaranta. "Las grandes empresas –agrega– hacen fiestas a la noche con buen catering, tecnología, videos, shows, y concentrándose en la pista de baile por la edad de sus empleados, que en promedio son jóvenes y piden diversión. Aunque este año muchas optaron por no contratar grandes bandas, sí apuntaron a un buen DJ para que la pista arda." Otro cambio que –según Gordín– alentaron las nuevas generaciones es la barra de tragos, "que antes no se pedía y hoy no puede faltar".
Con el foco en la juventud de la mayoría de sus colaboradores, PwC estrenó las redes sociales para difundir el antes y el después del festejo con fotos y comentarios. "Por primera vez extendimos la comunicación de la fiesta a nuestra página de Facebook PwC Argentina y tuvimos muy buen eco con nuestra gente, que desde hace poco tiene acceso a las redes desde la oficina. Y así también logramos que más personas conozcan la página", se entusiasma Pablo Granado, director de Human Capital de PwC Argentina.
Con sendas celebraciones en las sedes de Córdoba y Mendoza, la de Buenos Aires reunió a la filial de Rosario y sumó más de 1400 personas. "La fiesta de fin de año es un clásico, forma parte de nuestra propuesta de valor y este año, también por primera vez, usamos la misma temática para las tres fiestas. La propuesta fue entrar en una tierra mágica que se abría solamente para gente apasionada, con ganas de crecer y desarrollarse, como nuestros colaboradores", dice Granado. El día previo al festejo, los habitantes de esa tierra mágica, vestidos como duendes verdes, aparecieron por la oficina porteña para sacarse fotos con los empleados, que por supuesto subieron a Facebook.
Es que más allá de los shows, los agasajos y el agradecimiento, la celebración propicia otras cosas. "Las empresas que trabajan bien su política de Recursos Humanos aprovechan la fiesta para comunicar conceptos, reforzar valores", destaca Gordín. Ventura acuerda y agrega: "Es un espacio que facilita la comunicación, donde además se achata la pirámide y todos se divierten sin jerarquías".
Con el Parque de la Costa cerrado sólo para ellos, esta vez los tres mil empleados de DirecTV de Buenos Aires celebraron con un día a puro juego, con DJ, banda y sorteos de viajes al exterior incluidos. "Para nosotros es muy importante celebrar los logros y agradecer a todo el equipo lo que hace durante el año para seguir siendo exitosos y seguir creciendo. Fue la primera vez que lo festejamos así y estuvo muy divertido, estaban todos chochos", se alegra Verónica Rodríguez Bargiela, vicepresidenta de Recursos Humanos de DirecTV. En tanto que para los 1300 empleados de las sedes dispersas en el resto del país organizaron festejos locales.
Y en todas las sucursales este año también innovaron, por iniciativa de algunos colaboradores, en la ambientación navideña de las oficinas, que en vez de contratar a una empresa estuvo a cargo de empleados voluntarios. "Con el dinero que ahorramos compramos un aparato que necesitaba el hospital de Vicente López, fuimos a llevarlo y allí también armamos un árbol, visitamos a los pacientes", cuenta Rodríguez Bargiela.
El esmero en la decoración de las oficinas, además de acompañar las vísperas de las Fiestas, tiene como objetivo otra celebración: cuando a poco de la Navidad invitan a los hijos de los colaboradores para que se encuentren y se saquen la foto con Papá Noel. Y también con un matiz solidario: "Les pedimos a los chicos que traigan regalos para donar a los chicos de las organizaciones con las que colaboramos y, a su vez, ellos se llevan un regalo para compartir con sus familias".
Tradición, pero renovada
Junto con la tradición de celebrar el fin de año, las empresas también buscan renovar las propuestas para sorprender a los colaboradores, y que ni el lugar ni la temática se repitan con la fiesta anterior. Lo que se estila, según la Aofrep:
- Si bien este año arrancaron a mediados de noviembre, el mes fuerte es diciembre con fiestas casi todos los días, salvo los fines de semana.
-Lejos de fiestas con sillas enfundadas con moños y cenas de tres pasos, se prefieren ambientaciones y caterings más informales con livings y finger food para que los invitados puedan moverse e interactuar más libremente.
-Alquilar boliches, un restó o pubs que se cierran para la noche de la fiesta. Cuando son muy grandes algunas empresas suelen compartir el espacio.
-Para animar: locutores famosos, y grandes bandas o cantantes célebres, aunque también shows de covers más modestos, según el presupuesto. El furor de este año en el escenario: los shows de stand-up. Mientras, la tecnología sigue siendo protagonista con juegos de luces, imágenes, sonido.
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