La Fed ya no es el lobo de Wall Street
Wall Street tiene un mensaje para quienes invierten en acciones estadounidenses: no hay que temer a la Reserva Federal de Estados Unidos en 2015.
El banco central elevará las tasas de interés de corto plazo por vez primera en casi una década, según las previsiones, pero los estrategas del mercado predicen que ello no será impedimento para que los principales índices bursátiles cierren el año en alza.
Aunque a algunos inversionistas les preocupa que un aumento de las tasas ponga fin al auge de los precios de las acciones, que lleva varios años, numerosos estrategas señalan que cualquier incremento debe ser interpretado como un espaldarazo a la capacidad de la economía estadounidense para absorber sin grandes inconvenientes un alza en el costo de financiamiento.
Los analistas de Wall Street proyectan un avance del índice S&P 500, que agrupa a las principales empresas estadounidenses que cotizan en bolsa, de 8,2% en 2015, según la previsión promedio de los bancos y las firmas de gestión de inversiones encuestados por Birinyi Associates. El mayor dinamismo de la economía estadounidense y un sólido crecimiento de las ganancias de las empresas serán los motores del alza, proyectan.
Ello se sumaría al aumento de 11,4% del S&P 500 en 2014, un año en el que marcó 53 récords. El índice cerró la jornada del viernes casi sin cambios, en 2.058,20 puntos.
"Existe esta obsesión con los posibles vientos en contra de la Fed", dice Jonathan Golub, estratega jefe de mercados estadounidenses de RBC Capital Markets. "Sin embargo, estamos hablando de muy buenos retornos del mercado accionario en los próximos dos a tres años".
Los estrategas bursátiles son optimistas empedernidos. La proyección promedio desde 2000 en adelante siempre ha sido de un alza anual. Los analistas no anticiparon el estallido de la burbuja puntocom de principios de los años 2000 ni la crisis financiera de 2008. En 2014, sin embargo, las predicciones de muchos subestimaron el aumento del S&P 500 y se vieron obligados a revisar al alza sus cálculos.
Este año, incluso las previsiones más pesimistas indican que el incremento de las tasas de interés en EE.UU. no asestará un golpe duradero a la renta variable. La totalidad de las firmas sondeadas por Birinyi Associates predijo que las acciones de EE.UU. cerrarán el año con avances.
La mayoría de los estrategas concuerda en que los márgenes de ganancia de las empresas seguirán en niveles récord, pese al aumento de los costos de financiamiento. Jonathan Glionna, jefe de estrategia de acciones estadounidenses de Barclays PLC, prevé un incremento de apenas 2% del S&P 500 en 2015 ante la debilidad de la economía mundial.
Golub, de RBC, es más optimista puesto que cree que los inversionistas globales no tienen muchas opciones fuera de EE.UU. Golub fue uno de los primeros analistas en elevar drásticamente su meta de fin de 2014 del S&P 500 de cara a la aceleración del crecimiento estadounidense.
"EE.UU. va a tener un desempeño superior al del resto, no solamente durante el próximo año, sino que durante la próxima década", observa. El analista pronostica un alza de 13% del S&P 500 en 2015.
Japón ha caído en recesión y las economías europeas atraviesan una situación delicada, resalta Golub. En tanto, la deuda estadounidense ofrece magros retornos: el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, la referencia del mercado, estaba a 2,123% el viernes. Por su parte, los mercados de materias primas se han visto vapuleados por un exceso de oferta.
Algunos analistas no esconden su preocupación ante las altas valuaciones de la renta variable estadounidense, lo que deja la puerta abierta a un repliegue brusco en caso de que los resultados de las empresas decepcionen a los inversionistas o se deteriore el panorama económico.
Las altas valuaciones en EE.UU. harán que los inversionistas acudan a las acciones de Japón y China, que son más baratas, dice Russ Koesterich, estratega jefe de inversión de BlackRock Inc. "Hay un margen mucho menor para la expansión (de las valuaciones) que hace cinco años" en EE.UU., asevera.
Aunque la Fed ha dejado en claro que se apresta a subir las tasas de interés de corto plazo, también ha indicado que será "paciente" al respecto. Los inversionistas han interpretado tales palabras como una señal de que el banco central no se apresurará a elevar las tasas y que lo hará en forma gradual y moderada.
Adam Parker, estratega jefe de renta variable de EE.UU. en Morgan Stanley, opina que las acciones pueden seguir subiendo durante cinco años, lo que dejará el S&P 500 por encima de los 3.000 puntos. El analista prevé un aumento de 10% en 2015, lo que ubicaría el indicador en 2.275 unidades.
Cualquier avance bursátil tendrá altibajos, advierte Dan Greenhaus, estratega jefe de la corredora BTIG, de Nueva York.
Las oscilaciones diarias fueron más frecuentes y pronunciadas en el segundo semestre de 2014, cuando los inversionistas empezaron a ajustar sus carteras ante una posible alza de las tasas de interés. "La volatilidad accionaria ha aumentado y debería seguir haciéndolo", vaticina Greenhaus.