La Fed ve buenas razones para subirlas tasas este año, pero está dividida
WASHINGTON—La Reserva Federal de Estados Unidos mantuvo el miércoles sin cambios las tasas de interés a corto plazo entre 0,25% y 0,5% después de una reunión marcada por divisiones internas, pero indicó que todavía prevé elevarlas antes de fin de año.
Su postura dejó en evidencia que los líderes del banco central estadounidense no sienten una gran urgencia para subir las tasas en momentos en que la inflación se encuentra por debajo de su meta de 2% y el desempleo se mantiene estable, apenas por debajo de 5%.
También muestra el desafío que tiene por delante la presidenta de la entidad, Janet Yellen, quien trata de equilibrar las perspectivas divergentes dentro de la Fed respecto a los próximos pasos a seguir. Mientras un sector desea elevar las tasas de inmediato, otro considera que no hay necesidad de hacerlo este año.
“Estimamos que el caso a favor de un incremento de las tasas se ha fortalecido, pero decidimos esperar, por el momento, para apreciar un progreso continuo hacia nuestros objetivos”, dijo Yellen en una conferencia de prensa realizada al finalizar la reunión. “Mis colegas y yo intercambiamos puntos de vista en el encuentro sobre el momento apropiado para dar los siguientes pasos para reducir la política de estímulo”.
Las discrepancias sobre cuándo subir las tasas llevaron a los presidentes de tres bancos regionales de la Fed, Esther George, Loretta Mester y Eric Rosengren, a disentir puesto que querían subir las tasas en septiembre, lo que representa un desafío poco común al liderazgo de Yellen.
Las proyecciones publicadas por el banco central mostraron que 10 de 17 funcionarios del organismo anticipan un alza de un cuarto de punto de la tasa de fondos federales antes de diciembre. Eso ubicaría el tipo de referencia, que alude a préstamos interbancarios a un día, entre 0,5% y 0,75%. Tres funcionarios no contemplan movimiento alguno de aquí a fin de año. Cuatro, sin embargo, pretenden más de un aumento de las tasas, lo cual subraya las divisiones imperantes en el seno del banco central de EE.UU.
Aunque exhibió paciencia sobre una posible alza de tasas, la Fed hizo una descripción optimista de la economía. El banco central se mostró menos preocupado de los riesgos que corre la economía, lo que puede abrir la puerta a un alza de tasas antes de fin de año.
El organismo había manifestado en ocasiones anteriores su inquietud por un creciente conjunto de problemas mundiales, como la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea o las perspectivas inciertas de la economía china. Sin embargo, en el comunicado posterior a la reunión del miércoles, la Fed puntualizó que los riesgos se han “equilibrado más o menos”, lo que implica que la economía tiene las mismas probabilidades de superar las estimaciones de crecimiento de la institución como de quedar por debajo de ellas.
Cuando los integrantes de la Fed ven riesgos que les preocupan, no son partidarios de subir las tasas.
Yellen indicó que el desempleo se ha mantenido estable en torno a 4,9% desde comienzos de año, a pesar de que se han creado unos 180.000 puestos de trabajo al mes. Eso quiere decir que hay personas que recién se reincorporan al mercado laboral, lo que sugiere que todavía hay capacidad ociosa.
Los funcionarios de la Fed estimaron que era conveniente aplazar el próximo aumento de tasas para permitir la absorción de esa capacidad ociosa por parte de la economía, dijo Yellen. “Hallamos que la economía tiene un poco más de margen”, indicó. “De todos modos, no queremos que se sobrecaliente y si las cosas siguen su actual curso, creo que un incremento gradual será apropiado”.
La próxima reunión de política monetaria de la Fed tendrá lugar el 1 y 2 de noviembre, una semana antes de las elecciones presidenciales, y es poco probable que tome medidas entonces, por lo que la sesión de mediados de diciembre es la última oportunidad de subir las tasas este año.
El mensaje más amplio que el banco central envió el miércoles es que está redoblando su apuesta a un alza muy paulatina del costo del dinero.
La mediana de proyecciones indica que el banco central contempla subir la tasa de interés de referencia en dos ocasiones en 2017, probablemente en dosis de un cuarto de punto porcentual, hasta entre 1% y 1,25%. La tasa de fondos federales subiría otras tres veces en 2018 para situarse entre 1,75% y 2%. Habría que sumar otros tres incrementos en 2019, con lo que ascendería a entre 2,5% y 2,75%.
Se trata de un ritmo algo más moderado que el trazado en junio, cuando el banco central proyectaba dos alzas en 2016, tres en 2017 e igual cantidad en 2018. Hace un año, la Fed anticipaba cuatro incrementos en 2016, pero no ha modificado las tasas después de subirlas en un cuarto de punto en diciembre.
El comunicado del organismo tiene paralelos con el discurso pronunciado por Yellen el mes pasado en la conferencia que organizó en la localidad de Jackson Hole, Wyoming, donde dijo que el argumento para elevar las tasas se había fortalecido, aunque también resaltó la incertidumbre en torno a las previsiones de la Fed.
La economía estadounidense se expandió a un ritmo anualizado de apenas 0,8% en el primer trimestre y de 1,1% en el segundo y la Fed resaltó el reciente repunte de la actividad.
Las últimas cifras no son alentadoras. La producción industrial y las ventas minoristas cayeron en agosto, lo que refleja la debilidad de la demanda y el nerviosismo de los consumidores a la hora de llevarse la mano al bolsillo. Casi 74% de los economistas sondeados por The Wall Street Journal este mes estiman que la Fed subirá las tasas en diciembre.
David Harrison y Jon Hilsenrath
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