La Fed muestra señales de cautela para subir las tasas
La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, advirtió sobre una acumulación de riesgos para las perspectivas económicas, una nueva señal de inquietud en el banco central que podría presagiar demoras en el aumento de las tasas de interés en los próximos meses.
La caída de las acciones y otras turbulencias en los mercado financieros podrían obstaculizar el crecimiento económico, así como tensiones en China y otras economías, dijo Yellen en el primero de dos días de comparecencia ante comités de la Cámara de Representantes y el Senado.
Otro factor que complica la tarea del banco central de EE.UU. es que las expectativas del mercado sobre los precios al consumidor están cayendo, un indicio de que los inversionistas podrían estar perdiendo fe en la capacidad de la Fed para elevar la inflación a su meta de 2% anual, un umbral que no se ha alcanzado por más de tres años.
"Las condiciones financieras en EE.UU. se han vuelto menos expansivas, con declives en amplias mediciones de los precios de las acciones, tasas de préstamos más altas para los deudores más riesgosos y una mayor apreciación del dólar", dijo Yellen ante los legisladores. "Estos acontecimientos, si persisten, podrían pesar sobre el panorama de la actividad económica y el mercado laboral, aunque declives en las tasas de interés de mayor plazo y los precios del petróleo proveen cierto contrapeso".
Sin referirse explícitamente a retrasos en los incrementos de las tasas, la enumeración de riesgos que hizo Yellen es un posible indicio de la inclinación del banco central.
Cuando la Fed elevó las tasas de interés de corto plazo desde casi cero en diciembre, describió en su comunicado oficial de política los riesgos para la economía como equilibrados, lo que significa que consideraban que la economía tenía las mismas probabilidades de tener un desempeño mejor o peor de lo previsto. El miércoles, la lista de amenazas a las perspectivas económicas fue mucho más larga que las razones para el optimismo.
Cuando se le preguntó si la Fed estaba cambiando una opinión relativamente optimista sobre la economía que dio lugar al alza de tasas de diciembre, Yellen sugirió que se inclinaba hacia esa dirección, pero que no había llegado a una conclusión. "Tal vez, pero el jurado aún está deliberando", dijo.
Algunos funcionarios de la Fed han dicho recientemente que la entidad necesita tomar una postura de "espera atenta" antes de subir nuevamente las tasas. Yellen hizo eco de esto. "Estamos observando muy cuidadosamente lo que está sucediendo en los mercados financieros globales", afirmó.
Cuando la Fed elevó las tasas de interés de corto plazo en diciembre, sus miembros delinearon cuatro aumentos de un cuarto de punto porcentual para 2016. Los inversionistas han planteado dudas sobre esas proyecciones, en particular en las últimas semanas.
La próxima reunión de política de la Fed es el 15 y 16 de marzo. Los operadores de los mercados de futuros prácticamente no ven probabilidades de que haya un alza el próximo mes y sugieren una probabilidad de apenas 19% de que el banco central suba las tasas este año, según la Bolsa Mercantil de Chicago. La meta de la Fed para su tasa de fondos federales es de entre 0,25% y 0,5%.
"Tendríamos que ver un increíble auge entre ahora y la reunión de marzo" para convencer a la Fed de subir las tasas, dice Jon Fraust, profesor de la Universidad de Johns Hopkins y ex investigador de la Fed. El economista agrega que los riesgos de un debilitamiento de la inflación son demasiado serios para realizar rápidamente otro aumento. Debido a que tiene un pronóstico sombrío de crecimiento, sospecha que la Fed no hará ajustes este año.
Las proyecciones de la Fed de una expansión incluso moderada han resultado ser demasiado optimistas. Si bien la tasa de desempleo ha bajado a 4,9%, Yellen reconoció que aún hay muchos trabajadores de tiempo parcial que desean empleos de tiempo completo y personas desanimadas que quieren trabajar pero no están buscando.
Una gran preocupación es la perspectiva de inflación. La Fed presta particular atención a las expectativas del mercado y de los hogares sobre el rumbo de la inflación. Si las expectativas caen, podría ser una profecía que se autocumple. El banco central no quiere más presión bajista sobre los precios al consumidor.
"Las expectativas de inflación juegan un papel importante en el proceso de inflación, y la confianza (de la Fed) en la perspectiva de la inflación depende de forma importante del grado al que las expectativas de inflación de largo plazo permanezcan bien ancladas", dijo Yellen. "Vale la pena apuntar, en este sentido, que las mediciones de compensación de la inflación basadas en el mercado han bajado a niveles históricamente bajos".
Algunas mediciones de sondeos también se encuentran en la parte inferior de las bandas recientes, apuntó, pero son "ra-zonablemente estables".
El tono de Yellen fue más cauteloso que explícitamente pesimista. La funcionaria desestimó los temores de que EE.UU. se encamina a una recesión y señaló los beneficios que las familias están obteniendo de los bajos precios de la gasolina y el constante crecimiento del empleo. La familia estadounidense promedio está ahorrando US$1.000 al año por la gasolina más barata, estimó Yellen. Asimismo, señaló un alza de los salarios.
"Sigo pensando que muchos de los factores que mantienen la inflación baja son transitorios", dijo. "Aunque siempre hay algún riesgo de recesión, y reconozco (...) que acontecimientos financieros globales podrían producir una desaceleración de la economía, creo que queremos ser cuidadosos de no saltar a una conclusión prematura sobre lo que le aguarda a la economía estadounidense".
El rumbo de las tasas, aseveró, "dependerá de lo que los próximos datos nos digan sobre la perspectiva económica, y revaluaremos de forma regular qué nivel de la tasa de fondos federales es consistente con lograr y mantener un empleo máximo y una inflación de 2%".
La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, advirtió sobre una acumulación de riesgos para las perspectivas económicas, una nueva señal de inquietud en el banco central que podría presagiar demoras en el aumento de las tasas de interés en los próximos meses.
La caída de las acciones y otras turbulencias en los mercado financieros podrían obstaculizar el crecimiento económico, así como tensiones en China y otras economías, dijo Yellen en el primero de dos días de comparecencia ante comités de la Cámara de Representantes y el Senado.
Otro factor que complica la tarea del banco central de EE.UU. es que las expectativas del mercado sobre los precios al consumidor están cayendo, un indicio de que los inversionistas podrían estar perdiendo fe en la capacidad de la Fed para elevar la inflación a su meta de 2% anual, un umbral que no se ha alcanzado por más de tres años.
"Las condiciones financieras en EE.UU. se han vuelto menos expansivas, con declives en amplias mediciones de los precios de las acciones, tasas de préstamos más altas para los deudores más riesgosos y una mayor apreciación del dólar", dijo Yellen ante los legisladores. "Estos acontecimientos, si persisten, podrían pesar sobre el panorama de la actividad económica y el mercado laboral, aunque declives en las tasas de interés de mayor plazo y los precios del petróleo proveen cierto contrapeso".
Sin referirse explícitamente a retrasos en los incrementos de las tasas, la enumeración de riesgos que hizo Yellen es un posible indicio de la inclinación del banco central.
Cuando la Fed elevó las tasas de interés de corto plazo desde casi cero en diciembre, describió en su comunicado oficial de política los riesgos para la economía como equilibrados, lo que significa que consideraban que la economía tenía las mismas probabilidades de tener un desempeño mejor o peor de lo previsto. El miércoles, la lista de amenazas a las perspectivas económicas fue mucho más larga que las razones para el optimismo.
Cuando se le preguntó si la Fed estaba cambiando una opinión relativamente optimista sobre la economía que dio lugar al alza de tasas de diciembre, Yellen sugirió que se inclinaba hacia esa dirección, pero que no había llegado a una conclusión. "Tal vez, pero el jurado aún está deliberando", dijo.
Algunos funcionarios de la Fed han dicho recientemente que la entidad necesita tomar una postura de "espera atenta" antes de subir nuevamente las tasas. Yellen hizo eco de esto. "Estamos observando muy cuidadosamente lo que está sucediendo en los mercados financieros globales", afirmó.
Cuando la Fed elevó las tasas de interés de corto plazo en diciembre, sus miembros delinearon cuatro aumentos de un cuarto de punto porcentual para 2016. Los inversionistas han planteado dudas sobre esas proyecciones, en particular en las últimas semanas.
La próxima reunión de política de la Fed es el 15 y 16 de marzo. Los operadores de los mercados de futuros prácticamente no ven probabilidades de que haya un alza el próximo mes y sugieren una probabilidad de apenas 19% de que el banco central suba las tasas este año, según la Bolsa Mercantil de Chicago. La meta de la Fed para su tasa de fondos federales es de entre 0,25% y 0,5%.
"Tendríamos que ver un increíble auge entre ahora y la reunión de marzo" para convencer a la Fed de subir las tasas, dice Jon Fraust, profesor de la Universidad de Johns Hopkins y ex investigador de la Fed. El economista agrega que los riesgos de un debilitamiento de la inflación son demasiado serios para realizar rápidamente otro aumento. Debido a que tiene un pronóstico sombrío de crecimiento, sospecha que la Fed no hará ajustes este año.
Las proyecciones de la Fed de una expansión incluso moderada han resultado ser demasiado optimistas. Si bien la tasa de desempleo ha bajado a 4,9%, Yellen reconoció que aún hay muchos trabajadores de tiempo parcial que desean empleos de tiempo completo y personas desanimadas que quieren trabajar pero no están buscando.
Una gran preocupación es la perspectiva de inflación. La Fed presta particular atención a las expectativas del mercado y de los hogares sobre el rumbo de la inflación. Si las expectativas caen, podría ser una profecía que se autocumple. El banco central no quiere más presión bajista sobre los precios al consumidor.
"Las expectativas de inflación juegan un papel importante en el proceso de inflación, y la confianza (de la Fed) en la perspectiva de la inflación depende de forma importante del grado al que las expectativas de inflación de largo plazo permanezcan bien ancladas", dijo Yellen. "Vale la pena apuntar, en este sentido, que las mediciones de compensación de la inflación basadas en el mercado han bajado a niveles históricamente bajos".
Algunas mediciones de sondeos también se encuentran en la parte inferior de las bandas recientes, apuntó, pero son "ra-zonablemente estables".
El tono de Yellen fue más cauteloso que explícitamente pesimista. La funcionaria desestimó los temores de que EE.UU. se encamina a una recesión y señaló los beneficios que las familias están obteniendo de los bajos precios de la gasolina y el constante crecimiento del empleo. La familia estadounidense promedio está ahorrando US$1.000 al año por la gasolina más barata, estimó Yellen. Asimismo, señaló un alza de los salarios.
"Sigo pensando que muchos de los factores que mantienen la inflación baja son transitorios", dijo. "Aunque siempre hay algún riesgo de recesión, y reconozco (...) que acontecimientos financieros globales podrían producir una desaceleración de la economía, creo que queremos ser cuidadosos de no saltar a una conclusión prematura sobre lo que le aguarda a la economía estadounidense".
El rumbo de las tasas, aseveró, "dependerá de lo que los próximos datos nos digan sobre la perspectiva económica, y revaluaremos de forma regular qué nivel de la tasa de fondos federales es consistente con lograr y mantener un empleo máximo y una inflación de 2%".
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