La Fed medita y los mercados abren el paraguas
Los inversionistas aprovechan las tasas bajas para hacer ganancias antes de que el banco central decida subirlas
La Reserva Federal de Estados Unidos está dando indicios de que a partir del año que viene elevará las tasas de interés gradualmente, un cambio que exige un análisis cuidadoso por parte de los inversionistas.
Muchos gestores de portafolio prevén que en los próximos meses las acciones continúen con su buen desempeño gracias a la mejoría de la economía estadounidense y las bajas tasas de interés. El Promedio Industrial Dow Jones ha ganado 2,6% en lo que va del año, tras trepar 32% el año pasado.
El mercado bursátil ha dejado atrás en gran parte las preocupaciones sobre lo que sucederá cuando la Fed ponga fin a su programa de estímulo, que ha estado apuntalando los precios de los activos y que concluiría en octubre. Sin embargo, los gestores de fondos están cada vez más en guardia ante la posibilidad de que el banco central decida acelerar repentinamente su cronograma para subir las tasas de interés de corto plazo, que han estado en cerca de cero desde diciembre de 2008.
Algo que eleva la incertidumbre es que se creía que las tasas de interés del mercado, como las de los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años, subirían este año ante el avance de la economía y el menor estímulo de la Fed, pero han caído debido a las tensiones geopolíticas en Ucrania y Medio Oriente y señales de una nueva desaceleración en Europa. En consecuencia, muchos inversionistas dicen que se preparan para un cambio de cronograma respecto de las tasas pese a que no necesariamente esperan que suceda.
"Las tasas de interés sin duda son un riesgo real en este entorno", dice Matthew Whitbread, quien administra US$26.000 mi-llones en la división Global Dynamic Asset Allocation, de Barings Asset Management. Whitbread añade que "aún hay margen para invertir" en acciones.
La mayoría de los inversionistas prevé que la Fed adopte una postura prudente a la hora de subir las tasas. Esa perspectiva fue respaldada el viernes por la presidenta del banco central estadounidense, Janet Yellen, quien indicó que la economía continúa mejorando sin señales preocupantes de un alza de la inflación.
El mensaje fue de "mantener el rumbo", señala Erik Davidson, subdirector de inversión de Wells Fargo Private Bank, que gestiona US$170.000 millones.
El viernes, las acciones mostraron pocas reacciones. El Dow cayó apenas 38,27 puntos, o 0,22%, para cerrar en 17.001,22. Los bonos del Tesoro a 10 años cerraron con pocos cambios, con un rendimiento de 2,41%.
Los contratos de futuros vinculados a la tasa de referencia de la Fed también vieron pocas fluctuaciones.
John Briggs, director de estrategia para múltiples activos de RBS Americas, dice que las declaraciones de Yellen indican que la Fed aún se mantiene en curso para subir las tasas a mediados de 2015, "pero el ritmo va a ser lento". Eso, afirma, sostendrá las acciones, que se han recuperado en reiteradas ocasiones después de moderados declives. "Es la razón por la cual la caída de la bolsa es de sólo 3% o 5% y no de 10%", explica Briggs.
A diferencia de lo que sucedió en otras etapas de este mercado alcista que lleva cinco años, los inversionistas ya no ven la continuación de la flexibilización monetaria como una receta para grandes alzas. Al contrario, muchos dicen que su optimismo se ha visto atenuado por las altas valuaciones y el nerviosismo sobre cómo la Fed pondrá fin a sus iniciativas de estímulo.
Michael Tiedemann, director de inversión de Tiedemann Wealth Management, que administra US$9.250 millones en activos, apunta que las palabras de Yellen sugieren que es improbable que sorprenda al mercado con un drástico cambio de la política monetaria, por lo que mantiene su optimismo sobre el panorama de las bolsas en EE.UU. No obstante, ha reducido gradualmente sus posiciones en renta variable estadounidense debido a las inquietudes sobre las altas cotizaciones. En re-lación a otras bolsas alrededor del mundo, como las de los mercados emergentes, "las valuaciones no son tan atractivas".
Un efecto de la relajación monetaria de la Fed ha sido el vuelco de los inversionistas a partes del mercado que ofrecen mayores rendimientos. Si bien la continuación de las bajas tasas podría prolongar esa tendencia, la búsqueda de rendimiento también provoca nerviosismo en algunos inversionistas.
Sectores del mercado que pagan altos dividendos —como las acciones de empresas de servicios, fideicomisos de propiedades y master limited partnerships, una estructura que usan empresas de energía para distribuir altos retornos— han tenido un auge este año conforme las tasas de interés registraron un sorpresivo declive.
"Existe la posibilidad de que algunos de los sectores de altos dividendos reciban un golpe" cuando los inversionistas empiecen a anticipar un alza de las tasas, afirma Whitbread, de Barings.
Otros inversionistas ven señales de alerta en la caída de los rendimientos de los bonos. En Alemania, la deuda soberana a 10 años rinde menos de 1%.
Jeff Knight, director global de soluciones de inversión en Columbia Management, que gestiona US$363.000 millones, ve el descenso de las tasas a nivel mundial como un signo de debilidad económica. Knight ha reducido su cartera de acciones internacionales desde julio y está listo para vender las de empresas estadounidenses si los mercados se agitan.
Por el contrario, Michael Binger, gestor de portafolio de Gradient Investments, que administra US$630 millones, dice que las acciones parecen tener un terreno firme hasta bien entrado el próximo año.
"Los retornos de las acciones alrededor del mundo seguirán siendo mejores que los de los bonos del Tesoro a 10 años y eso realmente no ha cambiado para nada con esto", señala. "Esa dinámica seguirá hasta entrado el año que viene".
The Wall Street Journal