La Fed gana confianza para subir las tasas
Si la economía sigue mejorando, el banco central podría hacer dos alzas este año
Los funcionarios de la Reserva Federal de Estados Unidos ven con mayor confianza un aumento de las tasas de interés antes de fin de año, posiblemente en septiembre, ahora que los mercados financieros se han estabilizado después de la votación del Reino Unido a favor de abandonar la Unión Europea y de que la economía estadounidense mostró signos de ganar impulso.
Es casi seguro que los miembros de la junta del banco central dejen sin cambios las tasas cuando se reúnan el 26 y 27 de julio, de acuerdo con comentarios públicos y entrevistas a los funcionarios. De todos modos, el mensaje en la declaración de política que haga después de la reunión podría ser que la economía de EE.UU. se encuentra en una posición más sólida que en junio, cuando se reunieron por última vez, lo que allanaría el terreno para elevar las tasas si los datos se mantienen en los próximos meses.
Tal mensaje podría llamar la atención de los corredores de los mercados de futuros, que ven pocas probabilidades de que la Fed actúe en septiembre. A principios de junio, los operadores de la Bolsa Mercantil de Chicago (CME) asignaron una probabilidad de más de 60% a un alza de tasas de corto plazo de al menos un cuarto de punto porcentual en la reunión de política monetaria de septiembre, según la CME, el operador de la bolsa. La probabilidad se redujo drásticamente después de un débil informe de empleo de mayo y el brexit del 23 de junio, y se ubicaba en apenas 12% el lunes.
Los mercados bursátiles cayeron inicialmente pero luego se recuperaron después de la votación del Reino Unido. Los índices estadounidenses han alcanzado niveles récord y el dólar se estabilizó. Por otra parte, el informe del mercado laboral en EE.UU. de junio fue mejor de lo esperado, lo que puso nuevamente sobre la mesa un alza de tasas de la Fed en septiembre.
Muchos funcionarios del banco central han dicho que pueden ser pacientes antes de elevar de nuevo las tasas, lo que significa que una decisión en julio es muy poco probable. No obstante, una nueva ronda de datos económicos sólidos, particularmente en el mercado laboral, o un aumento de la inflación, podría hacerles sentir una mayor urgencia luego de su reunión de la próxima semana.
Dennis Lockhart, presidente de la Fed de Atlanta, un centrista en el banco central estadounidense cuyos puntos de vista a menudo representan un término medio entre los funcionarios, dijo a la prensa la semana pasada que seguía siendo probable que la Fed eleve las tasas este año. “No descartaría hasta dos aumentos”, agregó.
Los mercados se han portado de forma “bastante ordenada” tras el brexit, dijo, y la turbulencia antes y después del voto británico “parece no haber causado un daño directo a la economía del país”.
“Deberíamos considerar la eliminación del relajamiento monetario”, dijo Robert Kaplan, presidente de la Fed de Dallas, en una entrevista la semana pasada durante el Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras. “Sólo que hay que hacerlo de una manera paciente, gradual”.
La Fed elevó su tasa de referencia de fondos federales en diciembre pasado a un rango de entre 0,25% y 0,5%, y la ha mantenido estable desde entonces en medio de brotes de incertidumbre sobre el panorama económico mundial y la turbulencia de los mercados financieros.
Los funcionarios del banco central de EE.UU. serán reacios a indicar cuándo se producirá el próximo aumento de tasas en su declaración de política de la semana siguiente. Los presidentes de los bancos regionales todavía se enfrentan a una gran incertidumbre respecto al panorama.
Además, habrá un lapso de ocho semanas entre su reunión de política de julio y la del 20 y 21 septiembre, durante el cual se darán a conocer otros dos informes del mercado laboral y una serie de otros datos.
Hace unos meses, los funcionarios de la Fed trataron de darles un empujón a las expectativas del mercado de un movimiento de las tasas, con resultados embarazosos. Las actas de su reunión de política de abril y los comentarios de los funcionarios en abril y mayo sugirieron que un alza de las tasas en junio o julio estaba en camino. Luego, sin embargo, un reporte débil sobre la generación de empleo y el brexit pusieron a la Fed en compás de espera, y las expectativas sobre un aumento de las tasas en julio se redujeron.
Los funcionarios podrían emitir una evaluación más optimista de cómo ven el desempeño de la economía después de su reunión de la próxima semana, manteniendo abiertas sus opciones sobre las tasas.
Cuando se reunieron en junio, dijeron que el ritmo de mejoría del mercado laboral se había desacelerado y que los avances en la generación de empleo habían disminuido. Desde entonces, el Departamento de Trabajo informó que las empresas habían agregado 287.000 empleos en junio. Una forma de indicar un mayor optimismo será mejorar su evaluación del desempeño del mercado laboral.
“Estamos básicamente en pleno empleo”, dijo Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, en una entrevista reciente con The Wall Street Journal. Y añadió: “Creo que los fundamentos subyacentes siguen siendo muy sólidos para la economía de EE.UU.”.
Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, podría enfrentar divisiones a medida que se acerca una decisión. Aunque algunos funcionarios, como Mester, han expresado su apoyo a un aumento de las tasas, otros están instando a la líder del banco central a proceder con extrema cautela.
“Esta no es una economía que está avanzando a todo vapor. No estamos a finales de los años 70”, dijo a principios de este mes el gobernador de la Fed, Daniel Tarullo, en una entrevista con The Wall Street Journal. “He pensado que el mejor curso es esperar a ver evidencia más convincente de que la inflación se está moviendo hacia y se mantendría en torno al objetivo de 2%” antes de elevar las tasas de nuevo.
Jon Hilsenrath y Michael S. Derby