La Fed, escéptica sobre la economía, mantiene su programa de estímulo
Después de pasar meses advirtiendo a los mercados que podría empezar a reducir su programa de compra de bonos por US$85.000 millones mensuales en su reunión de septiembre, la Reserva Federal de Estados Unidos se arrepintió y no anunció cambios.
Las razones son una economía que no ha cumplido las expectativas del banco central y el temor de que el alza en las tasas de interés de largo plazo de los últimos meses podría asfixiar la frágil recuperación. "Vamos a hacer lo que conviene a la economía", enfatizó el presidente de la Fed, Ben Bernanke, en una conferencia de prensa tras difundir el comunicado. El organismo dijo que decidió "aguardar por más indicios de que el progreso (económico) será sostenido antes de ajustar el ritmo de las compras".
El programa de compra de bonos es la respuesta insignia de la Fed a una recuperación lenta. Sus compras de valores del Tesoro y bonos hipotecarios tienen el objetivo de mantener bajas las tasas de interés alargo plazo e impulsar el valor de las acciones y otros activos de mayor riesgo, así como estimular el gasto, la inversión y el crecimiento.
Aunque muchos actores del mercado entraron en pánico cuando Bernanke dejó entrever una inminente reducción de las compras de bonos, numerosos inversionistas esperaban el anuncio de una pequeña disminución tras la reunión de este mes.
La reacción a la noticia de que la Fed se quedaría, por ahora, de brazos cruzados, fue rápida. El Promedio Industrial Dow Jones y el índice Standard & Poor’s 500 alcanzaron nuevos máximos para cerrar en 15.676,94 puntos y 1.725,52 unidades, respectivamente. El Dow Jones acumula un alza de 20% en lo que va del año.
Algunas de las alzas más pronunciadas se produjeron en las bolsas de las economías emergentes. El Ibovespa, el indicador líder de la Bolsa de São Paulo, subió 2,6% para ubicarse en 55.702 unidades. Los precios de los bonos del Tesoro estadounidense registraron su mayor aumento en una jornada desde noviembre de 2011. El bono del Tesoro a 10 años, principal referencia del mercado, anotó un retorno de 2,69%.
Entre las preocupaciones en torno al crecimiento económico, la Fed subrayó el alza en las tasas hipotecarias, que han subido más de un punto porcentual desde mayo, cuando Bernanke sugirió por primera vez que podría empezar a reducir las compras de bonos. El banco central también dijo que la política fiscal federal está "restringiendo el crecimiento económico".
Aunque muchos inversionistas estaban convencidos de que la Fed anunciaría una reducción moderada en sus compras de bonos, al interior de la entidad había dudas. "No podemos dejar que las expectativas del mercado dicten nuestro accionar", puntualizó Bernanke en la conferencia de prensa y agregó que el banco central seguirá intentando comunicar sus intenciones de la mejor manera posible.
Las autoridades de la Fed reconocieron que la economía estadounidense se ha fortalecido y que el mercado laboral ha mejorado desde que lanzó la ronda más reciente del programa de compra de bonos el año pasado, pero que no había sido suficiente como para iniciar un repliegue. En cuanto al futuro, el banco central dijo que su decisión sobre cuándo reducir las compras seguirá dependiendo de los próximos datos económicos y si estos se ajustan a sus previsiones de crecimiento y empleo.
La Fed también mantuvo las tasas de interés de corto plazo en casi cero, donde han permanecido desde fines de 2008. La mayoría de los miembros de la Fed indicaron en sus más recientes proyecciones económicas, que también fueron divulgadas el miércoles, que no prevén realizar su primer aumento de tasas de interés antes de 2015.
Las nuevas proyecciones sugieren que la mayoría de las autoridades del banco central esperan mantener las tasas de interés bajas por un período prolongado. Diez de 17 funcionarios esperan que la tasa de referencia del banco central continúe en 2% o menos para fines de 2016. Catorce de los 17 no prevén que la Fed comience a elevar la tasa de referencia hasta 2015 o después. Los pronósticos también dejan de manifiesto el complejo entorno económico que afronta Bernanke. El banco central redujo su proyección de expansión para este año y el próximo, previendo un avance de entre 2% y 2,3% en 2013 y de entre 2,9% y 3,1% en 2014. Sin embargo, su previsión del mercado laboral no ha variado mucho: prevén que la tasa de desempleo seguirá bajando a entre 7,1% y 7,3% para fines de 2014, casi lo mismo que pronosticaron en junio. Nueve de 10 funcionarios de la Fed estuvieron de acuerdo con la decisión sobre las compras de bonos.
—E.S. Browning contribuyó a este artículo.
The Wall Street Journal