La expectativa de una baja en la inflación pone fin al boom de plazos fijos UVA
El stock de este tipo de colocaciones cae desde hace semanas, afectado además por la ampliación del lapso mínimo de seis meses dispuesto a fin de año
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El boom de los plazos fijos ajustables por inflación (plazos fijos UVA), que se había desatado con fuerza luego de las últimas PASO -tras el empujón extra al alza que la primera devaluación del peso le dio a un índice de precios que ya venía a velocidad elevada- y explotado en diciembre -a sabiendas del impacto que la segunda devaluación del 54% le volvería a dar- parece haber terminado. Es más, comienza a insinuarse su posible ocaso, aunque deberá pasar algún tiempo más para poder establecerlo.
El stock total de esos depósitos, que ya había comenzado a caer medidos en términos reales, ahora empezó a reducirse incluso nominalmente. Del máximo cercano a $0,96 billones que esas colocaciones privadas habían alcanzado finalizada la primera semana de marzo, cayeron a los $0,88 billones, según datos oficiales al 22 de marzo. Eso implica desarmes que promedian los $8000/9000 millones por jornada hábil.
En medio de eso, se comenzaron a estabilizar las colocaciones a plazo fijo tradicional (su stock nominal creció de $17,9 billones a $19 billones en dos semanas), aunque ahora pagan tasas que van del 5,5% al 6,1% mensual. Esto sucede desde que el Banco Central (BCRA) propició esa baja, al eliminar el “piso” del 9,04% que estaban obligados a respetar hasta el 11 de marzo, para poder proceder a bajar en 30 puntos (de 110% a 80% nominal anual) la tasa de referencia y activar la “licuadora” con la que trata de limpiar su balance, achicando fuerte en términos reales sus pasivos remunerados.
Los UVA🍇 "pegaron la vuelta" .Cae el stock en marzo📉 https://t.co/TXfFefRANU
— Amilcar Collante (@AmilcarCollante) March 26, 2024
El ocaso del los plazos fijos UVA es una tendencia que se empezó a insinuar a fin de febrero, pero que se intensificó tras la primera semana de marzo, es decir, cuando comenzaron a vencer los últimos que habían sido constituidos a 90 días y resultaron, por lejos, la inversión más rentable en dicho lapso.
Fue lo que llevó a los bancos, en un contexto de baja de tasas, a pedirle al BCRA que desaliente estas colocaciones, algo que dispuso duplicando desde el 28 de diciembre pasado el plazo mínimo para esas imposiciones hasta los 180 días. Fue porque antes la entidades habían intentado bloquear o desalentar por otros caminos este tipo de depósitos (ya sea quitando la opción de constituirlos por home banking, o restringuiéndolos sólo a sus clientes), sin mayores resultados
Vale recordar que quien hubiera constituido un plazo fijo UVA en diciembre no sólo mantuvo el valor adquisitivo del capital invertido en pesos, sino que realizó una ganancia de entre el 60% y 70% trimestral en dólares, si decidió volcar esos pesos a la compra de los dólares “accesibles” (financieros o paralelo).
🚀 #PFUVA realizado el 16/01 está 83% arriba en dólares.
— Adrián Wibly (@Adrian_Wibly) March 27, 2024
📌 UVA +58,2%
📌 MEP -13,4%
No se enojen lo que no entraron porque no la cieron o porque era por poca guita.#PlazoFijoUVA #UVA pic.twitter.com/4POQBI4hel
Los analistas y operadores explican que la resistencia de los ahorristas a renovarlos está vinculada a la desaceleración de la inflación verificada, una tendencia que -según el mercado- se va a profundizar en los próximos meses, lo que puede vincularse con la confianza que existe hacia esa evolución.
Pero también con la desconfianza que genera tener que inmovilizar pesos por un semestre en medio de una transformación económica en marcha, pero no asegurada, y que encuentra, a la vez, problemas para validada con la fuerza de las leyes.
“Creo que el mayor condicionante a las renovaciones es la tasa de inflación con tendencia a la baja, lo que está mostrando que la política económica generó credibilidad en ese sentido. El problema que aparece es que no hay muchos instrumentos para cubrirse y, en medio del cepo, ir al dólar legal se le complica al ahorrista común sin manejo financiero, lo que queda a la vista por la calma que mantuvieron los dólares libres”, juzga el analista y operador de mercado Esteban Monte.
En los bancos incluso certifican este cuadro. “Tuve que explicarle a varios clientes cómo hacer para comprar dólar MEP a pedido. Son ahorristas que sienten que ya no tienen mecanismo tradicional alguno a mano para preservar el valor efectivo de sus pesos y no se dolarizan por elección sino por opción. Una clienta incluso volvió a verme una vez hecha la operación para cerciorarse de que se le haya cerrado la cuenta comitente que hubo que abrirle para operar los bonos”, confió un ejecutivo de un banco privado líder consultado por LA NACION al respecto.
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