La ética y la función judicial: el perfeccionamiento es posible

Entre todos los desafíos que hoy enfrenta el sistema judicial, la crisis de legitimidad y el poder creciente de los magistrados, combinados, son los factores que articulan el que probablemente sea el dilema esencial del fenómeno jurídico contemporáneo: que los operadores del sistema judicial comprendan que deben asumir un compromiso de carácter ético, es decir, con la excelencia en el ejercicio del servicio que prestan. “Más importante que el juez duerma tranquilo con su conciencia, es que la sociedad duerma tranquila teniéndolo de juez y proveyéndole todos los recursos que demanda su trabajo”, dice el doctor Rodolfo Vigo, director del Departamento de Derecho Judicial de la Universidad Austral.

No se trata de cumplir única y estrictamente con lo que pide el derecho, sino de una visión superadora. El compromiso que exige la ética es personal, además de profesional, e implica entregarse en esa búsqueda por alcanzar la mejor forma posible de desarrollar la función judicial.

Ética judicial aplicada, teoría + praxis

Mientras el derecho es una porción de la ética –la que prescribe lo más grave y plasmado en conductas–, la ética judicial es un discurso racional, no religioso, más exigente y a la vez más interesado por las circunstancias y la intención que acompañan a las acciones. Hoy contamos con textos que la definen de manera objetiva, como el Código Modelo de Ética Judicial para Iberoamérica aprobado en el 2006 por la Cumbre Judicial Iberoamericana, redactado por el español Manuel Atienza y el doctor Rodolfo Vigo.

Las Comisiones de Consultas éticas contribuyen a ir concretando la ética concentrada que está en los grandes principios de la ética judicial. En un Código de Ética no pueden faltar distinciones y reconocimientos, y sus sanciones no exceden los reproches públicos o privados. Pero tienen enormes proyecciones sobre la confianza y la legitimidad. Los Códigos de Ética Judicial procuran delinear el perfil del juez que quiere una sociedad, por eso es tan importante que se definan esas exigencias que apuntan al mejor magistrado posible.

Maestría y transformación

La Maestría en Magistratura y Derecho Judicial de la Universidad Austral, ya en su 19a promoción, surgió con el objetivo de preparar profesionales del derecho en el marco del Estado de Derecho Constitucional. Dirigida a magistrados, miembros de poderes judiciales y abogados, su dinámica curricular incluye temas de derecho positivo, enfocándose en conceptos, actitudes, aptitudes y valores que son propios de un jurista que busca cumplir su tarea de la mejor manera. Entre los contenidos de la currícula, además de la ética judicial aplicada se encuentran la responsabilidad judicial, la dimensión internacional y regional de la función judicial, las nuevas herramientas para su ejercicio y el marco institucional del derecho judicial.

Esta maestría ya aportó a la comunidad jurídica más de 500 graduados de todo el país, entre jueces de primera instancia, camaristas, ministros de cortes supremas provinciales, fiscales, secretarios, empleados judiciales y defensores oficiales. También, abogados en el ejercicio de la profesión, a quienes les ofrece una visión completa de las características y del funcionamiento del poder judicial y de los modos de encarar su tarea. El plan de estudios busca transformar, desde el primer instante, la visión del fenómeno jurídico para todos los actores involucrados.

Más información

Maestría en Magistratura y Derecho Judicial de la Universidad Austral: son dos años de cursada en la sede Buenos Aires (Cerrito 1250, CABA), los viernes de 15 a 21.30 y sábados de 9 a 14, más una semana intensiva cada año..

informesfd@austral.edu.ar

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