
La energía de Mindlin se expande
En siete años, el grupo Pampa pasó a ser el más importante actor en el mundo de la electricidad; ahora también apuesta a encontrar gas

Relajado, en un moderno lugar de Palermo donde pasa gran parte de sus horas, Marcelo Mindlin, el líder del conglomerado empresas llamado Pampa Energía, soltó una de las claves de su crecimiento. "Lo que sucede es que el mercado me cree", dijo ante sus dos interlocutores.
Razones no le faltan. Desde hace unos años, la acción que se llamó Pampa Holding hasta que en julio de 2008 pasó a llamarse Pampa Energía se ha posicionado como una de las favoritas de los inversores locales. Al punto de que no hay fondo de inversión, banco o agente de bolsa que no destine algún recurso a seguir la marcha del papel.
En siete años, Pampa se convirtió en un actor principal en el complejo mundo de la energía. Cinco centrales generadoras (dos hidroeléctricas y térmicas), el 50% de las acciones de Transener, la principal transportadora de energía del país, y la distribuidora Edenor forman parte del grupo. Ahora habrá que sumar cuatro más: Empresa Distribuidora de Energía del Norte (EDEN) -presta servicio en el centro y el norte de la provincia de Buenos Aires-, Empresa Distribuidora San Luis (Edesal), Empresa Distribuidora de La Rioja (Edelar) y Empresa Distribuidora de Salta (Edesa).
¿Para qué lado se moverá el grupo? Esa en la pregunta que desvela a muchos inversores ansiosos por colocar dinero en papeles seguros. Y bien vale repasar la historia de Mindlin para poder adelantarse a los movimientos del holding.
A los 24 años, Mindlin, que hoy tiene 47, empezó a trabajar con Eduardo Elsztain. Juntos fundaron IRSA, una de las principales desarrolladoras inmobiliarias y dueña de la mayoría de los shoppings porteños. En 2005, empezó su carrera como solista. El Grupo Dolphin, así se llamó el brazo inversor del grupo, compró una sociedad que no se usaba: Frigorífico La Pampa. Inmediatamente después fue renombrada y amaneció Pampa Holding. Ese fue el vehículo mediante el que canalizó las inversiones en la energía.
En ese año, Mindlin y su gente ya se habían hecho de Edenor, la distribuidora de electricidad más grande la Argentina, con 2,6 millones de clientes, que fue comprada a la francesa EDF. Inmediatamente, los nuevos dueños de la distribuidora pegaron un puñetazo sobre la mesa y refinanciaron la deuda en default que arrastraba la empresa.
Desde entonces, a Mindlin y su management los acompañó la sospecha de que no habían llegado al mercado eléctrico para quedarse sino para hacer un negocio financiero. "Sabemos que ese pensamiento existe, pero la verdad es que no tenemos nada que decir. Nosotros estamos acá para quedarnos. De hecho, si Pampa se vendiese ya nadie dudaría que es un holding de empresas y que sobreviviría a sus dueños", repiten cerca del jefe cuando se los consulta sobre el tema.
Sin embargo, la compra de las cuatro distribuidoras y las últimas inversiones en generación (Loma de la Lata, Neuquén, y Central Güemes, Salta) han revertido ese concepto entre los operadores del sector.
De rojos y financiamiento
Ahora bien, ¿cómo es que a Mindlin el mercado le presta lo que pide, mientras anuncia los resultados de sus empresas con un rojo importante en sus números? De acuerdo con lo que informó a la Bolsa porteña, Pampa Energía perdió en 2010 46,5 millones de pesos; Edenor, 74 millones, mientras que Transener, en la que comparte la tenencia de acciones con Electroingeniería y la petrolera estatal Enarsa, ganó 23,2 millones.
"En Pampa perdimos el año pasado después de cuatro seguidos en los que ganamos. Con Edenor es una cuestión de costos que suben e ingresos congelados. Y con Transener ganamos", explican en la firma. Pampa, dicen, se concentró estos años en terminar la ampliación de las dos centrales en la que plantaron 280 MW adicionales a los 2000 que ya tenían. "Esta nueva energía está dentro del plan Energía Plus y se vende a precios de mercado que es aproximadamente el doble que la de la energía vieja. Es un ejemplo de que cuando hay reglas claras, las inversiones llegan", cuenta una fuente cercana a la empresa. Estas obras, que fueron prioritarias en el plan de negocios, los posicionaron como el oferente más importante en Energía Plus, el plan del Gobierno para fomentar nuevas centrales.
Los lamentos, en voz baja, se escuchan en el grupo. Un accidente en una de las máquinas compradas a Siemens para producir les llevará seis meses de reparación. Y por lo tanto, hasta junio, la nueva generadora no empezará a producir.
La planta consume 2% del gas que se quema por día en el país. Y en éste, el insumo más importante de la estrella del grupo, radica la apuesta futura. De a poco, como quien mete los pies despacito en el mar, como le gusta ejemplificar a Mindlin, Pampa empezará a explorar el mundo del gas. Junto a varias petroleras, buscará el combustible necesario como para autoabastecerse y ganar eficiencia. Pero claro, está el riesgo exploratorio, con el que los inversores deberán a empezar a lidiar, por lo menos si siguen acompañando a Mindlin en el sendero energético.