La empresa que casi por accidente creó la idea de medicina laboral
La historia de dos médicos de guardias que crearon una de las empresas más relevantes en medicina laboral en Argentina
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Hace 60 años dos médicos se juntaron para crear CEMLA. Así, incorporaron en la Argentina el concepto de medicina laboral, toda una novedad. Ahora, tienen medio siglo.
Parece extraño pensar que el concepto de medicina laboral no siempre existió. Que antes de ingresar a un nuevo puesto de trabajo no era necesario hacerse un examen físico. Aún más sorprendente es saber que la primera empresa que comenzó a ofrecer estos servicios fue creada casi por accidente.
Los dos médicos recién graduados se conocieron mientras hacían guardias en el hospital Argerich. Eran Alberto Rosenbilt, pediatra, y Gabriel Finkelsztein, otorrinolaringólogo. Luego de un tiempo, no dudaron en emprender juntos el sueño de construir su propia clínica.
“No fuimos nosotros hacia la medicina laboral —recuerda Alberto a sus 83 años, ya sin su socio Gabriel, quien falleció en el 2016—, sino que la medicina laboral y los pacientes vinieron a buscarnos a nosotros”.
Un día, la oportunidad tocó a su puerta. Santiago Galli, a causa de un ataque cardíaco, se había descompensado. Alberto y Gabriel, desesperados al advertir esta situación, llamaron a la ambulancia. “Creímos que ahí había terminado la historia”, confiesa Alberto.
Pero aún no era el fin de esta historia. Galli, secretario gremial de la línea de colectivos 111 e integrante de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), se salvó gracias a los cuidados y a la atención inmediata de Alberto y Gabriel.
Como muestra de agradecimiento, les pidió a los médicos que crearan un esquema de presencialidad y de regreso al trabajo para los choferes de la línea que habían estado con problemas de salud.
“El transporte tenía esa dificultad: cuando se enfermaba alguien no podían reemplazarlo y, como consecuencia, había demoras en este servicio esencial. No sabían cómo manejar esta situación y por esto se acercaron a Gustavo y Alberto para poder crear un sistema de control”, cuenta Cinthia Rosenbilt, hija de Alberto y parte de la segunda generación al frente de la empresa.
Así crearon Centro Médico Laboral (CEMLA), una compañía que asiste a empresas privada y públicas con evaluaciones psicofísicas. Al ver una mejora en la previsibilidad de asistencia y en la organización de la empresa de transporte, no pasó mucho tiempo hasta que otras líneas de colectivo quisieron usar los servicios de CEMLA. Tanto fue así que lograron abarcar el 80% del mercado de transporte público.
Con el crecimiento exponencial de CEMLA, Alberto y Gabriel decidieron que era hora de que la empresa familiar estuviera en un lugar más grande. Al ver una propiedad a la venta en una zona estratégica, le propusieron al dueño del inmueble la idea de ir pagándolo como un alquiler. Aceptó.
Con el camino abierto, la empresa le dio paso a las siguientes generaciones. Cinthia rememora los momentos que de chica marcaron su vocación como médica: “Después de las clases, durante las vacaciones de verano, iba a la clínica y me recibían con una silla alta para que llegara al mostrador y pueda completar las tarjetitas de los ficheros con la información de los clientes”. Ya de adulta, era Cinthia quien traía a sus dos pares de mellizos a la empresa.
Un hecho histórico que marcó el rumbo de CEMLA fue la pandemia por Covid-19, en marzo de 2020, cuando la vida cambió para todos, y aún más para una empresa del rubro de la salud.
“Ese momento fue un boom para CEMLA, ya que varias compañías del rubro de medicina laboral cerraron, lo que les pasó también a varias Pymes”, comenta Cinthia. Mientras los socios de la empresa se debatían si cerrar o no –otra vez Gustavo recordaba a su padre–, sí tenían en claro que debían ayudar al personal esencial.
Así, en menos de 20 días se implementó una plataforma para registrar la cantidad de choferes disponibles para trabajar y su estado de salud. “Teníamos que implementar un método eficiente y rápido para resolver ese problema porque los hospitales eran un caos”. Durante este tiempo “salimos a dar soporte al sistema sanitario del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, realizando los exámenes preocupacionales para reclutar a los profesionales de la salud”.
Luego de haber transitado por la pandemia de Covid-19, los miembros socios de CEMLA tenían que decidir si subirse al tren y formar parte de una empresa de capitales nacionales, Grupo Gaman que factura $1314 millones anuales a través de las empresas que son parte del grupo y que durante 2020-2021 su facturación anual creció un 40%. Es por lo que CEMLA no dudó en venderle a este grupo adquiera el 30% de su paquete accionario y la acción de oro que le permite alinear la empresa a las políticas internas del grupo.
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