La economía global sigue pendiente del estímulo de los bancos centrales
A cinco años del fin de la crisis financiera, el débil crecimiento en Europa, la titubeante recuperación en Estados Unidos y el enfriamiento de la economía china han obligado a las autoridades económicas a replantearse los próximos pasos a seguir.
La actividad en las 18 economías que conforman la zona euro se expandió a una tasa interanual de 0,8% en el primer trimestre, informó el jueves Eurostat, la agencia de estadísticas de la Unión Europea. Al excluir a Alemania, la mayor economía de Europa, que creció un saludable 3,3%, la región registró una leve contracción.
El Banco Central Europeo (BCE) parece encaminado a anunciar un paquete de estímulo que busca impedir que la zona euro caiga en un período prolongado de estancamiento, mientras que la Reserva Federal de EE.UU. trata de reducir el apoyo que le brinda a la economía. Autoridades estadounidenses señalan, en privado, que esperan que China tome cartas en el asunto para reactivar su economía y estabilizar el sistema financiero en caso de que la actividad siga perdiendo fuerza o un auge inmobiliario empiece a perjudicar a los bancos.
"Pasará mucho tiempo antes de que veamos una recuperación real", manifestó Andrea Illy, presidente del productor italiano de café Illy Caffè. "Soy muy escéptico sobre cómo vamos a crecer, o si podemos crecer, y escucho los mismos sentimientos entre los empresarios y los consumidores en Italia", aseveró.
El efecto del flojo crecimiento mundial y la persistente intervención de los bancos centrales se sintieron en los mercados. El Promedio Industrial Dow Jones cayó el miércoles 167,16 puntos, o 1,01%, a 16.446,81 unidades, mientras que el índice Stoxx 600, que agrupa a las mayores empresas europeas, descendió 0,9% para quedar en 338,5 unidades.
El mayor impacto, no obstante, ha tenido lugar en el mercado de renta fija, donde los inversionistas se han abalanzado sobre la deuda soberana de países considerados seguros como Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos, lo que ha reducido sus rendimientos. La tasa de interés del bono del Tesoro estadounidense a 10 años cayó el jueves a 2,491%, su menor nivel en seis meses, mientras que los rendimientos de los bonos alemanes a 10 años alcanzaron 1,307%, su nivel más bajo en un año.
Los bancos centrales han gastado billones de dólares para apuntalar los mercados financieros y la economía global desde la crisis de 2008. Aunque la Reserva Federal empezó a desmantelar su programa de estímulo, sigue inyectando US$45.000 millones mensuales al mercado mediante la compra de bonos.
"Durante seis o siete años hemos estado escuchando que estas políticas monetarias elevarían las tasas de interés y la inflación y que el crecimiento repuntaría, y nada de eso ha ocurrido", dice David Kotok, presidente y director de inversión de Cumberland Advisors. "Nos hallamos en esta posición y no sabemos qué hacer como inversionistas. Estamos todos aterrados ante un alza de las tasas de interés y ahora observamos cómo caen".
Los datos divulgados el jueves en EE.UU. ponen de relieve el desafío que afronta la Fed en su empeño por reducir su plan de compra de bonos y evaluar cuál es el mejor momento para empezar a subir las tasas de interés de corto plazo, que están en casi cero.
Datos de la propia Fed mostraron un descenso de la producción industrial en abril y del ánimo entre los constructores del país. El banco central estima que la economía está repuntando en el segundo trimestre, después de un debilitamiento en el primer trimestre atribuido principalmente a un invierno más crudo de lo habitual. "Supongo que observaremos un repunte a medida que nos adentremos en el segundo semestre, pero mientras más tiempo pase sin que se produzca el crecimiento de 3% que muchos proyectaron, más crecerá la preocupación de que hay otros factores que no hemos tomado debidamente en cuenta", señaló en una entrevista Eric Rosengren, presidente del Banco de la Reserva Federal de Boston.
Un factor que complica el margen de maniobra de la Fed son las señales que sugieren que la inflación se acercará a la meta de 2% acumulado en 12 meses, luego de estar muy por debajo de ese nivel en los últimos dos años. El Índice de Precios al Consumidor subió 2% entre abril de 2013 y 2014, luego de un alza anualizada de apenas 1,5% en marzo y de 1,1% en febrero.
China, la segunda economía del mundo, sigue mostrando signos de debilidad. Un reciente informe mostró una caída de 9,9% en las ventas de viviendas en los primeros cuatro meses del año frente a igual lapso del año previo. Las ventas minoristas y la producción industrial también se desaceleraron.
Por ahora, sin embargo, los esfuerzos más enérgicos para estimular la economía provienen de Europa. Mario Draghi, presidente del BCE, advirtió a los mercados la semana pasada que la entidad anunciará probablemente nuevas medidas en junio para tratar de elevar la inflación, que llegó a 0,7% en abril, muy por debajo de la meta de poco menos de 2%.
"Observamos un repunte cíclico, pero es anémico tomando en cuenta la profundidad del bajón", dijo Simon Tilford, director ejecutivo del Centro para la Reforma Europea, un centro de estudios de Londres. "Normalmente, uno aguardaría un crecimiento más acelerado después de una recesión como la que tuvimos", señaló.
—Ming Zeng, Manuela Mesco y Christopher Bjork contribuyeron a este artículo.
The Wall Street Journal