Dólar: la devaluación en China y la confirmación de que EE.UU. acelerará la suba de tasas generó un fuerte brote de aversión global al riesgo
La combinación de factores externos se plantea con potencial muy nocivo para la economía argentina y está detrás del avance del contado con liquidación
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La sostenida tendencia a la devaluación que sorpresivamente muestra el yuan chino y el anticipo que realizó ayer el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, sobre acelerar el giro hacia una política monetaria menos laxa, se conjugaron hoy para hacer renacer la aversión global al riesgo y acelerar la salida de fondos de los mercados emergentes.
La combinación de ambos factores, al ser muy nociva para la economía argentina, es lo que está también detrás de la escapada que ensayan en la plaza local los precios libres del dólar, en especial del “salto” mayor al 11% ($188,70 a $209,05) que registró en la semana el Contado con Liquidación (CCL) en la plaza local.
El cambio de clima en el mercado global queda a la vista en los rojos generalizados con que cerraron las Bolsas de Europa (cayeron del 1,4% al 2,5%), el derrumbe del 3% promedio con que cerraron los principales índices de Wall Street y las depreciaciones mayores al 2% que registraban todas las monedas de la región, con el real brasileño a la cabeza (-3,92%).
Adicionalmente, el valor global del dólar (medido por el Dollar Index respecto a otras seis divisas importantes) cerró a 101,33 puntos, lo que supone un máximo de más de dos años (desde antes del inicio de la pandemia).
Todos estos factores habrían dejado al tipo de cambio real multilateral local levemente por debajo de los 100 puntos, lo que supone su menor valor desde mayo de 2018 (cuando se incubaba la corrida contra el peso) y 3,5 puntos por debajo del nivel que debiera mantener, según lo acordado recientemente por el Gobierno con el FMI, lo que obligaría al Banco Central (BCRA) -de mantenerse- a acelerar más la devaluación del peso.
La mayor preocupación la genera la sostenida caída de 1,8% que mostró en la semana la moneda china (ya cede 2,5% en lo que va del mes), para alcanzar su menor nivel de cambio respecto del dólar estadounidense en nueve meses, en medio de los nuevos confinamientos dispuestos por sus autoridades ante un rebrote de Covid, algo que ha paralizado la actividad portuaria y vuelve a poner al resto del mundo ante la posibilidad de sufrir un nuevo colapso en la cadena de suministros.
Es una depreciación considerable que afecta el poder de compra de China y, por lo mismo, puede impactar sobre los países emergentes que le proveen materias primas, como el caso de la Argentina, al restarle demanda.
Y que está, por caso, detrás del generalizado ajuste que registran hoy los precios de las commodities, incluyendo la soja, que está devolviendo en la rueda la suba de los últimas 48 horas (perdió algo más de US$12).
Soja: cierre en USD 620,80
— Leonardo Svirsky (@svirskyleo) April 22, 2022
Baja del 3,42% pic.twitter.com/MFug3yVeub
A eso se suma la presión que ejercen las nuevas proyecciones del mercado sobre el ritmo de ajuste que podrían tener en adelante las tasas de interés en Estados Unidos, luego de que Powell haya adelantado que una posible suba de 50 puntos básicos estará “sobre la mesa” en la reunión de política monetaria que mantenga la Fed en mayo. Y luego de que admitiera que ahora juzga “apropiado moverse algo más rápido”, dado que considera que no puede hacer nada para solucionar los problemas de oferta de la economía, pero puede actuar sobre la demanda para intentar contener a la inflación.
Tras esos dichos, los contratos de futuros ligados a la tasa de política monetaria de EE.UU. se operaron hoy previendo que los costos de los préstamos a corto plazo quedarán ubicados en un rango del 0,75% al 1% tras la reunión a desarrollarse en 15 días y a uno del 2$ al 2,25% al cierre de la que tiene prevista para el 26 y 27 de julio. Incluso los economistas de algunas casas de Bolsa, como los de Nomura Research, ya prevén que la Fed suba la tasa 0,75 puntos porcentuales en cada una de las reuniones de junio y julio.
“La señal de debilidad del Renminbi debe ser monitoreada de cerca, especialmente por el impacto que podría tener sobre las materias primas. Las devaluaciones chinas han coincidido en el pasado con períodos sombríos para las commodities y, por ende, para los activos vinculados a los mismos”, advierte al respecto la consultora Delphos Investment.
“El mercado teme por un endurecimiento rápido de la política de la Fed y una desaceleración fuerte en China que arrastren a la economía americana y global a una recesión durante el próximo año”, alertó por su parte el economista Fernando Marull.
“Nos enfrentamos al inicio de un nuevo shock externo de proporciones que puede activar un rally alcista global para el dólar”, venía advirtiendo días atrás el analista y economista Jorge Compagnucci,