La cuarentena no puede con la tradición argentina del mate
No es ninguna novedad que el mate es la infusión argentina por excelencia, pero sí lo es que la yerba mate haya mantenido sus ventas durante la cuarentena en un nivel apenas por debajo de las concretadas en iguales meses del año pasado. En efecto, según datos del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), en los primeros cinco meses de 2020 se vendió un 2,6% menos que en igual lapso de 2019, cuando el consumo de otros productos se derrumbó. Y la exportación aumentó un 8%.
Según cuentan en la industria, se pensaba que se iba a caer la tradición del mate, pero paradójicamente hoy la ronda se agrandó, porque, con los cuidados del caso, la gente sigue conectada con esta tradición e incluso se hacen mateadas virtuales con gente que está en otra ciudad o en otro país. En cierto sentido, lejos de caer el consumo catastróficamente, la costumbre se afianzó. Tan es así que abril último fue el mejor abril de los últimos diez años, con 24,3 millones de kilos consumidos.
Juan José Szychowski, presidente del INYM, precisa que el negocio de la yerba mate mueve por año $62.000 millones. "En las encuestas que hicimos a nivel nacional la gente nos dice que tomar mate fue una gran compañía en este tiempo de cuarentena: 97% de los 600 encuestados en las principales ciudades del país afirma eso. El vínculo entre consumidor y la yerba sigue intacto", comenta el directivo.
Hay variables que pueden explicar este consumo: al estar más en su casa, la gente toma más mate (por caso, un taxista) y, además, donde antes había un mate, ahora hay tres. Gustavo Redondo, gerente Comercial de CBSé, dice que hay diferencias en los hábitos. "Cada mate contiene en promedio 35 gramos de yerba y se solía tomar entre 3 o 4 personas. Esta situación hoy no existe, ya que cada uno toma en su mate personal y esto produce que entre 3 o 4 personas tomen un total de 130 gramos de yerba por mateada", explica.
Jorge Canzani, gerente Comercial de La Cachuera (yerba mate Amanda), comenta que, pasados ya 100 días de cuarentena, siguen sus ventas en los niveles habituales y mantienen el cumplimiento de todas las entregas previstas. "Y esto se logra pese a un delicado y difícil contexto, con fuerte alza de la materia prima ( yerba mate canchada) desde hace unos 60 días. Esto implica un esfuerzo económico y financiero muy grande, ya que mantenemos nuestros precios desde octubre de 2019, pese a la variación de costos", explica.
Desde el punto de vista de la producción, Szychowski cuenta que la cuarentena sorprendió justo en el inicio de la zafra gruesa, cuando empieza a funcionar todo el sector (el período va de marzo a septiembre), pero aun así pudieron trabajar normalmente con todo el protocolo sanitario, para hacer llegar un millón de paquetes por día a los hogares argentinos. "Todo esto significó mucho esfuerzo de parte de todos, pero lo pudimos lograr", subraya.
Un 85% de la facturación del sector está explicado por el mercado interno, mientras que el 15% restante proviene de la exportación. El consumo doméstico es de 277 millones de kilos por año (dato de 2019, último completo), y la demanda externa es de 40 millones de kilos anuales.
Del sector yerbatero dependen, directa o indirectamente, 30.000 familias, y de él surgen unas 200 marcas. Está compuesto por 110 molinos fraccionadores (hacen la mezcla, la empaquetan y la distribuyen), 199 secaderos (reciben la hoja verde, la secan, hacen la yerba canchada) y 9000 productores (siembran, cosechan y le venden a los secaderos).
La Argentina es el país del mate, ya que es acá donde se convierte en ceremonia. "Paraguay tiene fuerte tradición, pero ahí es más fuerte el tereré; Uruguay tiene el mayor consumo per cápita, pero allí es más un hábito personal y solitario; en Brasil también se toma, pero solo en estados del sur, mientras que el compartir el mate en ronda es bien propio del argentino", describen en el INYM.
El consumo per cápita anual aquí es de 6 kilos y ha crecido en los últimos años, pero muy lentamente. De lo que se vende en el país, 58% se comercializa en paquetes de medio kilo; 36%, en envases de un kilo, y el 6% restante se reparte entre los formatos de 250 gramos y dos kilos.
Pero, además, la Argentina es el mayor productor mundial de yerba mate y el mayor exportador. Solo se produce yerba mate en estas tierras, en Brasil y en Paraguay.
Un segmento que ganó participación en los últimos años fue el de las yerbas saborizadas, que, tal como destaca Redondo, de CBSé, también creció en cuarentena. "Hace 10 años, su participación era de 8% del mercado, mientras que ahora capta 16%. Y, según nuestros cálculos, durante el aislamiento su consumo es 20% superior al de los mismos meses del año pasado", enfatiza el ejecutivo.
En el caso específico de las yerbas saborizadas, su crecimiento viene también de la mano del auge de la comida gourmet. "El paladar del consumidor se acostumbra a los diversos sabores e investiga en esa línea. Por eso, mucha gente busca encontrar nuevos sabores en una de las infusiones más clásicas de nuestro país , que año tras año junta nuevos fieles y rompe las barreras de consumirlo solo en el desayuno o la merienda", señala Redondo.
Está claro que en el plano local la yerba es imbatible, por eso la industria ahora se fijó como objetivo ganar consumidores globales, para lo que es necesario conquistar nuevos mercados. Hoy, sus principales plazas de exportación son Siria, Chile y Líbano (luego viene el conglomerado europeo de Francia, España y Alemania). "Siempre hubo un nicho de consumo nostálgico, de argentinos que están en el exterior, pero ahora se quiere captar también a los consumidores extranjeros", concluye Szychowski.
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