La crisis rusa pega duro en las economías regionales
Estudios de la Rural y de CAME señalan que caerán las exportaciones de peras, manzanas y otras frutas
La crisis económica en Rusia impacta negativamente en las economías regionales, ya que es un destino muy importante para una gran cantidad de exportaciones agrícolas y una fuente de generación de divisas.
Es el caso de la producción de manzanas, peras y uvas frescas en el Alto Valle (como se informa por separado) y en Mendoza; limones, azúcar y frutas secas del Noroeste argentino (NOA); cítricos dulces (naranjas y mandarinas), en el Nordeste (NEA); carnes congeladas, manteca y quesos, y la producción de maní en la región central del país.
Cabe recordar que en los últimos años las economías regionales se han visto fuertemente afectadas por la caída de los niveles de competitividad como consecuencia de la inflación y el incremento de los costos en dólares, la suba de impuestos y el déficit de infraestructura.
Y ahora se le suma otro escollo. El año pasado el rublo se devaluó en casi 70%, lo que significa una pérdida del poder de compra de la moneda rusa.
"Si bien la Federación Rusa representa ventas totales por 1100 millones de dólares (el 3 por ciento del total del comercio exterior argentino), para algunas economías regionales este mercado es vital", dijo a LA NACION Ezequiel de Freijo, analista del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina.
En este contexto, sólo considerando los citrus, peras y manzanas y ciruelas, se trata de un mercado que supera los 800 millones de dólares, según las exportaciones del año pasado, consignó por su parte la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Según De Freijo, la participación del mercado ruso en las exportaciones de las economías regionales durante los últimos cinco años fue del 20% en carnes congeladas y 43% en despojos de carne (bovina, porcina, ovina); 30% en mantecas y 12% en quesos; 21% en cítricos; 23% en frutas secas; 20% en manzanas y peras; 16% en huevos; 12% en maní, y 7 por ciento en azúcar.
De Freijo afirma que hay productos que ya han sufrido en su nivel de comercio con Rusia. Por ejemplo, entre otros, la exportación de limones pasó de 46,7 millones de dólares de enero a septiembre de 2013 a 27,7 millones de dólares en igual período de 2014 (40% menos); en manzanas, la baja fue de 18,5 millones a 11,3 millones (-39%); en maní, de 46,7 millones a 34 millones (-27% ), y en menor medida, la baja fue de 5% en peras (de 91,3 a 87,06 millones y de 4% en mandarinas (44,05 millonesa 42,3 millones de dólares.
Destino importante
"Rusia es un destino muy importante para una gran cantidad de exportaciones agrícolas, y fuente de generación de divisas para muchas economías regionales", dijo a LA NACION Raúl Robín, presidente de Economías Regionales de CAME.
Robín recordó que ya durante el año pasado la devaluación del rublo impactó en el sector: "Por ejemplo, las exportaciones de manzanas a Rusia bajaron 41 por ciento; las de limón, 45 por ciento; las de uva, 66 por ciento, y las de ciruela, 79 por ciento, entre algunos de los casos más serios", cuantificó.
Para el dirigente, el panorama para 2015 es aún más complicado, porque a la caída de los precios internacionales causada por los incrementos de stock, y leves devaluaciones en países que compiten con la Argentina (caso Chile y Sudáfrica), se suma una aceleración en la tasa de devaluación del rublo, con lo cual es de esperar que regiones como el Alto Valle de Río Negro, Neuquén, Tucumán, Corrientes, Entre Ríos y Mendoza se vean más afectadas.
Según Robín, algunos de los productos más complicados este año serán peras, manzanas, mandarinas, limones, uvas, ciruelas, quesos, huevos y derivados, en los que Rusia está entre los tres principales mercados.
Rusia también es el principal mercado de exportación de las mandarinas argentinas, adonde se coloca el 52,3% de las ventas externas de esta fruta. En una situación similar están las peras (se exporta hacia allí el 23,3%) y las uvas (se coloca en Rusia el 24% de las exportaciones).
Otros productos que pueden ser afectados son los quesos, huevos y derivados, ciruelas, limones y manzanas.
"Ante estas malas señales deberíamos aplicar políticas activas por parte de nuestros agregados agrícolas en los principales países para conservar mercados existentes y promocionar nuestros productos regionales a nuevos destinos y consumidores. Se requiere generar accesibilidad ante la caída de la competitividad", concluyó Robín.
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