La crisis llega a los países más sólidos de Europa
LONDRES— La ola de ventas en los mercados europeos de bonos se expandió el martes más allá del sur de Europa para alcanzar a economías saludables como Austria, Holanda y Finlandia. Se trata de un mal augurio para las autoridades europeas que tratan de contener la crisis.
Las salidas de capital redoblaron la atención sobre la única entidad considerada lo suficientemente poderosa como para frenar la desbandada: el Banco Central Europeo.
La venta generalizada golpeó la deuda emitida por países europeos con calificación triple A, como Francia y Austria, lo que subraya los temores sobre algunas de las economías más sólidas del continente. Incluso cayeron los precios de bonos emitidos por países del norte de Europa con sus cuentas fiscales en orden y calificación triple A, como Finlandia y Holanda, en una jornada en la que lo único que los inversionistas compraron en Europa fueron los bonos alemanes.
"Creo que hoy es un día particularmente preocupante para los mercados de bonos y la unión monetaria", aseveró Scott Thiel, director de renta fijo europea y fuera de EE.UU. para BlackRock en Londres. "Diría que estamos atravesando por una verdadera crisis de liquidez".
Durante meses, el peor escenario para las autoridades europeas ha sido que la crisis, originada en los países muy endeudados, infectara a las economías saludables en el corazón de la unión monetaria. Las operaciones del martes sugieren que ello ya podría estar sucediendo.
Si los inversionistas se niegan a comprar deuda europea, eso podría aumentar los costos de financiamiento y dificultar el crecimiento de los países que, supuestamente, tenían que respaldar a sus vecinos altamente endeudados.
En última instancia, eso obstaculiza aún más el camino que Europa tiene que recorrer para superar la crisis.
La causa inmediata de las ventas del martes, indicaron algunos participantes, fue una subasta nada exitosa de bonos del Tesoro español, que resultó en un marcado aumento de los retornos. Pero otros apuntaron a un flujo constante de ventas en Asia y Medio Oriente antes de que la subasta siquiera empezara.
Ante la falta de alguna señal de estabilización en el mercado de bonos europeos, los inversionistas globales parecen cada vez menos dispuestos a comprar cualquier cosa que no sea la deuda soberana más segura. Eso significa bonos británicos y alemanes, a nivel europeo, y del Tesoro de EE.UU., a nivel global.
La presión vendedora se observó en todo el continente. Los retornos de países con calificación triple A como Francia, Austria, Holanda y Finlandia aumentaron en relación a los de Alemania. El aumento en retornos sobre deuda española e italiana fue especialmente marcado. "El tráfico es en una sola dirección", afirmó Craig Collins, director de corretaje de bonos soberanos de EE.UU. en Londres para BMO Capital Markets.
Agregó que cualquier aumento en los precios de bonos de los gobiernos europeos ha sido considerado una puerta de salida para los inversionistas.
Las condiciones poco favorables en el mercado se producen luego de una mejoría pasajera. Los mercados de bonos europeos registraron un alza hacia fines de la semana pasada ante las nuevas medidas de austeridad prometidas por los gobiernos de Italia y Grecia.
Las noticias de la inminente partida del primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, fueron recibidas de forma especialmente cálida por los mercados.
Pocos inversionistas privados parecen dispuestos a pararse delante de ese tren.
Por eso muchos participantes del mercado creen que el BCE terminará por reforzar sus operaciones de compra de deuda soberana para apoyar al mercado y darles a los gobiernos el tiempo necesario para poner en marcha reformas necesarias para impulsar el crecimiento y reducir la deuda.