La crisis de Venezuela desampara a Cuba
CIENFUEGOS, Cuba—Fidel Castro y Hugo Chávez proclamaron hace una década que serían presidentes de un solo país, combinando la educada fuerza laboral cubana con la riqueza petrolera de Venezuela para desafiar el poderío de Estados Unidos en América Latina.
Ahora, Castro y Chávez fallecieron y la unión entre ambos países empieza a resquebrajarse, aunque sigue siendo fuerte en el poder.
Los envíos diarios de más de 100.000 barriles de petróleo venezolano subsidiado, la sangre de la economía cubana, han caído a menos de la mitad desde 2013, según operadores del mercado de crudo y trabajadores cubanos de las refinerías. Cuba tuvo que comprar petróleo en el mercado abierto en noviembre por primera vez en 12 años debido al derrumbe de la producción venezolana.
Mientras tanto, miles de doctores cubanos que trabajaban en los barrios pobres de Venezuela para pagar por los envíos de barriles de crudo están regresando a su país, moderando la escala de los populares programas sociales que Chávez le dejó como herencia a su atribulado sucesor, Nicolás Maduro. El puente aéreo entre los dos países caribeños también está disolviéndose. Cubana de Aviación suspendió sus vuelos regulares a Caracas hace unos meses mientras que los vuelos chárter desde Caracas a La Habana han reducido su frecuencia ante la caída de la demanda.
A primera vista, los líderes de ambos países juran que su alianza, que los detractores llaman despectivamente Cubazuela, es indestructible.
Tras la muerte de Castro el mes pasado, el gobierno venezolano decretó tres días de duelo. Maduro pasó varios días en Cuba junto con una delegación de altos funcionarios para honrar la memoria del líder revolucionario. Durante el funeral realizado en La Habana se sentó a la derecha del presidente cubano, Raúl Castro, tratando de contener las lágrimas antes de dirigirse a la muchedumbre.
“Raúl (...) ¡cuenta con Venezuela!”, dijo Maduro, quien durante su juventud recibió formación política en Cuba. “Seguiremos el camino victorioso de este gran fundador de la Patria Grande”, proclamó en alusión a Fidel.
Durante la época de las vacas gordas del gobierno de Chávez, quien se consideraba el hijo espiritual de Fidel Castro, Venezuela reanudó y expandió la refinería de petróleo de Cienfuegos, que pasó a ser el mayor empleador de la ciudad. Venezuela construyó casas y trajo autobuses nuevos a la ciudad. Su generosidad ayudó a que Cienfuegos se recuperara parcialmente del colapso de las centrales azucareras y se convirtiera en un símbolo de la unión económica entre ambos países.
“En el fondo somos un solo gobierno (...) una sola nación”, dijo Chávez durante una visita a una ciudad cercana en 2007.
La reventa de petróleo subsidiado de Venezuela en el mercado abierto le generó miles de millones de dólares a Cuba, permitiendo la recuperación de la economía tras el colapso de la Unión Soviética, su benefactor durante la Guerra Fría.
Sin embargo, todo ha cambiado en esta ciudad portuaria con sus anchas avenidas coloniales y su arbolado paseo marítimo. Los afiches y murales en los que Chávez aparece abrazando a Fidel Castro o que muestran a ambos caminando por campos de girasoles se están destiñendo.
Los residentes señalan que su futuro depende más de los turistas estadounidenses y los inversionistas que de Maduro. “Estamos muy agradecidos a Chávez, pero ahora tenemos que defendernos con nuestros propios medios”, dice Antonio Alborniz, un ex conductor de camión de una refinería que ahora maneja un taxi para turistas. “El petróleo se acabó”.
La refinería está inactiva. El último carguero venezolano atracó aquí en agosto, según operadores del mercado petrolero. El cierre ya ha elevado drásticamente el costo de vida de muchos residentes, quienes dependían de la gasolina barata contrabandeada de la refinería para aliviar sus penurias.
En general, las exportaciones a Cuba de petróleo venezolano y productos refinados, que generan la mayor parte de la electricidad de la isla, descendieron a cerca de 55.000 barriles al día en los 10 primeros meses del año tras llegar a un máximo de 115.000 barriles diarios en 2008, según la consultora Petro-Logistics S.A. Los corredores indican que los envíos han caído más desde entonces, aunque no hay claridad sobre la cifra.
La producción venezolana ha caído tanto que la petrolera estatal Petróleos de Venezuela S.A., conocida como PDVSA, no tuvo más remedio que comprar crudo en el exterior para satisfacer sus obligaciones mínimas con Cuba para diciembre y enero, según fuentes involucradas en las operaciones. Después de eso, es probable que Cuba tenga que conseguir la mayor parte del petróleo por su cuenta.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba no respondió a solicitudes de comentario.
El gobierno venezolano señala que el gobierno cubano ha sufrido muchas estrecheces desde la caída de la Unión Soviética e insiste que no permitirá que la crisis económica que atraviesa afecte la alianza. “Fidel era muy consciente de los actuales problemas de Venezuela”, afirmó en una entrevista Alí Rodríguez, embajador venezolano en La Habana. “El gobierno cubano entiende que Venezuela ya no puede proveer todas las cosas que proveía”, aseveró.
A medida que disminuyen los envíos de crudo venezolano, Cuba se ha visto obligada a reducir su parte del acuerdo, repatriando a los médicos que ayudaron a popularizar a Chávez. A fines de mayo había unos 38.300 doctores y enfermeros cubanos trabajando en Venezuela, 4.000 menos que hace tres años, estima John Kirk, profesor de la Universidad Dalhousie en Halifax, Canadá, quien sigue de cerca las misiones de médicos cubanos.
Durante su apogeo, el personal médico cubano en Venezuela llegó a 65.000 personas, según Rodríguez, quien no quiso referirse a los niveles actuales.
Muchos de los doctores que vuelven a Cuba no son reemplazados y el personal médico cubano ha empezado a rechazar viajes a Venezuela debido a la violencia en el país, según entrevistas con media decena de médicos que han trabajado en el país sudamericano. Cientos de doctores en Venezuela también han desertado con la esperanza de llegar a EE.UU.
La exportación de servicios cubanos, en su mayor parte misiones médicas, cayeron 15% el año pasado frente al año previo para rondar los US$470 millones, según estadísticas oficiales.
La pérdida del dinero proveniente de la reventa del petróleo junto con la disminución de las exportaciones médicas ejercen presión sobre las ganancias de Cuba en moneda extranjera en momentos en que a algunos observadores les preocupa que el gobierno del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, reduzca el envío de remesas a la isla, cuyo valor supera lo que Cuba gana por concepto de exportaciones.
—Juan Forero en La Habana y Mayela Armas en Caracas contribuyeron a este artículo.
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