La canasta básica total y la alimentaria aumentaron a la par de la inflación en septiembre
Se incrementaron 13,2% y 12,2%, respectivamente; acumulan en el año 120,1 y 109,4% y en los últimos 12 meses se encarecieron 160,7% y 149.1%
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Aunque sin la magnitud del número de agosto, que había superado ampliamente a la inflación, la canasta básica alimentaria (CBA) y la canasta básica total (CBT) volvieron a mostrar un incremento preocupante en septiembre: la primera aumentó 13,2%, mientras que la segunda se encareció 12,2%, en un mes en el que el índice de precios al consumidor arrojó 12,7%.
Los datos de la CBA, que sirve para delimitar la línea de indigencia, y de la CBT, que se utiliza para definir la línea de la pobreza, fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El organismo oficial informó además: “Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron de 160,7% y 149,1%, en términos interanuales, y acumulan en el año incrementos de 120,1% y 109,4%, respectivamente”.
Ambos datos son cruciales, puesto que, como se dijo, los dos indicadores definen la cantidad de indigentes y de pobres que hay en la Argentina, sobre todo en un contexto en el que los salarios aumentan a un ritmo menor que las canastas. En este sentido, el nowcast elaborado por Martín González Rozada, economista de la Universidad Torcuato Di Tella, proyectó una tasa de pobreza de 42% para el semestre comprendido entre abril y septiembre de este año.
Según los datos oficiales, una familia tipo (compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años) necesitó en septiembre $147.881 para no ser indigente y $319.422 para no ser considerada pobre. En tanto, un adulto debió tener ingresos por $47.858 para no caer en la indigencia y $103.373 para no caer en la pobreza.
El economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), remarcó que la que se necesita para no ser pobre en el contexto actual es bastante similar al valor que hoy tiene la mediana del salario. “Esto quiere decir que se consolida el fenómeno que se viene viendo desde hace meses de que en la Argentina hoy se puede tener un trabajo formal y ser pobre”, dijo el especialista.
El economista Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, comentó que los aumentos de ambas canastas superan nuevamente al de los salarios. “Así, la canasta básica total para una familia tipo, aquella que garantiza no caer en la pobreza, se ubica aproximadamente solo $50.000 por debajo del salario registrado promedio de la economía”, señaló.
Además, Caprarulo agregó que no hay novedad con respecto a las consecuencias negativas de padecer una inflación en dos dígitos, en particular sobre los que menos tienen. “Considerando las correcciones cambiarias y en tarifas que se esperan hacia delante en cualquier plan de estabilización, es necesario contemplar medidas de contención sostenibles en el tiempo para evitar saltos significativos en la pobreza”, concluyó el economista.
En tanto, la economista María Castiglioni Cotter, de la C&T Asesores Económicos, destacó que la composición de la cantidad de calorías básicas y el costo valorizado de los alimentos para no caer en la indigencia se aceleró mucho más que el promedio de la inflación. “Y cuando se extiende esto la línea de pobreza, se ve que la CBT aumentó un poco por debajo de la inflación en la medición intermensual, pero en términos interanuales la supera y también en el acumulado del año”, indicó la especialista.
Para Castiglioni Cotter, todo esto marca que la inflación está pegando con mayor fuerza en los rubros más esenciales y eso afecta en la pobreza y la indigencia. “Esto, obviamente, anticipa un muy mal número de la cantidad de argentinos que serán considerados pobres”, agregó la economista.
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