“La camiseta de Messi ayuda mucho”: la estrategia de YPF para vender gas argentino en Medio Oriente

El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, está recorriendo el mundo buscando compradores para el gas argentino. El país ya no tiene un problema de oferta de gas: ahora le faltan los clientes. Se trata de una tarea difícil para una nación alejada del mundo físicamente, por su ubicación geográfica, y comercialmente, por la falta de credibilidad debido a las políticas económicas de las últimas décadas. Pese a estos desafíos, Marín recorrió en las últimas semanas India, Alemania, Corea del Sur, Japón y Hungría para buscar contratos para vender el gas natural licuado (GNL).

“La camiseta de Messi ayuda mucho”, dijo el ejecutivo de YPF, entre risas, al contar la experiencia de la visita a la India, en el evento por los 110 años de la presencia de Shell en la Argentina.

“Nosotros elegimos India como primer país para tratar de vender gas porque está llamada a ser el motor del mundo en la próxima década”, explicó, en una entrevista con José Del Rio, secretario general de Redacción de LA NACION.

“Tuvimos siete reuniones con las principales compañías de energía, que son casi todas mixtas, con participación accionaria del Estado, como YPF. Después tuvimos la reunión más importante con el ministro de Petróleo y Gas, en la que también participaron los CEO de las empresas con las que me había juntado antes. Me hizo muchas preguntas sobre el proyecto de GNL y le dije que le queríamos vender 10 millones toneladas de gas. El objetivo del viaje era lograr una segunda reunión. Nos ayudó fuertemente el embajador argentino [Mariano Caucino]”, contó Marín.

Luego dijo que también se reunió con el secretario de Finanzas de Alemania. “Aprovechando lo que pasó en Europa con el abastecimiento y la seguridad energética, en la Argentina tenemos que llegar a vender GNL para 2031, porque, si no, se pasa el tiempo. Tenemos que lograr rápidamente llegar a Alemania. En la primera reunión que tuve con el secretario de Finanzas me dijo que había tachado a la Argentina del mapa, porque antes hablábamos de exportar GNL en 2035 o 2040, pero ahora que dijimos 2031, volvimos a estar en el radar”, contó.

Marín contó que también tuvo llamados de Hungría, Italia, Corea del Sur y que están tratando de llegar a Japón. “También estamos negociando con dos super major [jugadores muy grandes] de GNL para que compren, sean off-taker del proyecto. Una vez que llegamos a esas primeras ventas, podemos buscar el financiamiento. Soy positivo que lo vamos a lograr y pronto, cuando tengamos ya el consorcio con empresas argentinas, la fuerza comercial que vamos a tener entre todos es muy importante”, auguró.

A partir de 2027, la Argentina entrará al competitivo mercado de GNL, cuando llegue el primer buque de licuefacción que encargó Pan American Energy (PAE) en sociedad con la noruega Golar. Se espera, además, que YPF y otros productores locales se sumen a esta iniciativa, que implica amarrar un buque a la costa argentina para convertir el gas de su estado natural a GNL para su exportación.

YPF, sin embargo, quiere ir por más y está liderando el proyecto “Argentina LNG” (por sus sigas en inglés) junto con sus socios de Malasia (la estatal Petronas) para construir en tierra una planta que haga el proceso de licuefacción.

El mes pasado, la petrolera con control estatal anunció que la planta de GNL se instalará en Río Negro. Marín explicó por qué se eligió esa provincia por sobre Buenos Aires. “Tomamos la decisión técnica correcta. Antes solo se creía que el puerto de GNL se podía hacer en Bahía Blanca porque en Río Negro estaba prohibido. Eso cambió antes que llegara a YPF y entonces empezamos a comparar costos. Solamente por la construcción de los gasoductos a Río Negro teníamos un ahorro de US$1000 millones. Pero el número, si bien era lo suficientemente grande, no era lo suficientemente definitivo para decidirnos por Río Negro”, dijo.

“Entonces le mandé una carta a los dos gobernadores con siete puntos para que contesten. Era la misma carta para ambos y tenían que responder antes del lunes 15 de junio. El viernes anterior, Río Negro aprobó la adhesión al RIGI y contestó todos los puntos en mínimo. Si el gobierno de la provincia de Buenos Aires daba un mínimo, seguía siendo más rentable ir a Río Negro, ergo fuimos allá”, agregó.

Marín dijo que la aprobación del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) era condición necesaria para que sea viable el proyecto. “Para este proyecto se necesitan inversiones por US$55.000 millones, de los cuales US$25.000 millones es para la construcción de las plantas de GNL, US$10.000 millones para la infraestructura y otros US$20.000 millones para la producción. Una de las condiciones es que el proyecto sea rentable a bajo precio; que haya libre disponibilidad de divisas, y que, en caso de controversia, se pueda ir a organismos internacionales. Esas tres características son claves para que haya project finance, por eso, sin RIGI, no había GNL”, explicó.

A la venta

Marín contó que de los 50 campos maduros que se pusieron a la venta, YPF ya firmó los contratos de venta de 30. “La mayoría de los clusters están a la espera de la aprobación de los gobernadores en este momento. Nosotros creemos que un mes seguimos operando y luego las nuevas compañías deciden cómo seguir. En Santa Cruz y Tierra del Fuego estamos negociando también para vender los campos maduros, pero todavía no tenemos un acuerdo definitivo con los gobernadores de esas provincias”, dijo.

El ejecutivo también confirmó que están evaluando vender una planta de lubricantes en Brasil y los activos de YPF en Chile, donde principalmente se vende combustible para aviones. “También estamos viendo la posibilidad de vender la planta química del complejo industrial de La Plata”, reveló.

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