Cuentas públicas. Cómo está la contabilidad del Estado en la pandemia
La pandemia de coronavirus alteró radicalmente el escenario general y, entre muchos otros cambios, obligó al Gobierno a reorganizar su caja. Por un lado, las políticas estatales destinadas a contener los efectos del parate económico reconfiguraron la estructura de gastos. Allí se destaca un aumento de 115% anual en asistencia social.
Por otro lado, la parálisis productiva y el consecuente desplome de la recaudación tributaria hizo que el Estado vea alteradas sus fuentes de ingreso y acuda a la emisión de dinero, lo que determinó que la importancia de las transferencias del Banco Central en el total de los ingresos del Estado pase del 2% que representaba antes de las medidas de aislamiento al 40%.
Así se desprende de un informe de Cippec realizado por José Gasparin que analiza las cuentas de la Administración Pública Nacional argentina en tiempos de Covid-19. Según concluye, la pandemia y las medidas que se tomaron para aliviar su impacto "deterioraron fuertemente la posición del Tesoro nacional", ya en una situación de fragilidad previa, y se espera que el déficit fiscal ronde este año el 3% del PBI.
Las medidas definidas por el Estado apuntaron a distintos frentes: atender las necesidades del sistema de salud, ofrecer cierto grado de protección social, preservar los puestos de trabajo y dar continuidad de las empresas, además de asistir a las tesorerías provinciales.
Según datos del Ministerio de Economía procesados en el informe, los gastos en salud se incrementaron en $50.000 millones entre marzo y mayo con respecto a igual período del 2019, representando una suba del 66%. Esto más allá de que los sistemas sanitarios dependen mayoritariamente de los gobiernos subnacionales y que otra parte está en manos del sector privado y obras sociales.
Por otra parte, en el período marzo-mayo de 2019 el gasto social representaba el 59% el gasto total del Estado y pasó a significar el 63% en el mismo período de este año. Según se detalla, las erogaciones destinadas a protección y asistencia social fueron $40.000 millones más que en el mismo período del año pasado, lo que equivale a un aumento del 115% anual.
Las erogaciones de la seguridad social (jubilaciones, retiros, pensiones, etcétera), que son las que mayor peso relativo tienen dentro del gasto social, se incrementaron en $370.000 millones, lo que significa una suba real del 26% en la comparación del período marzo-mayo de 2019 con el mismo de 2020.
También creció de 10% a 15% la representación de los gastos destinados a sectores económicos por acciones relativas a la infraestructura económica, de producción y de fomento, regulación y control de la producción del sector privado y público. Según detalla, se incrementaron en $150.000 millones anuales desde que se iniciaron las medidas de prevención, representando una suba en términos reales del 65% anual desde marzo hasta mayo.
En contraste, los gastos destinados a los servicios de deuda se achicaron de un año a otro porque, al margen de los plazos establecidos en los contratos, fueron "reperfilados" y están en proceso de renegociación. En este sentido, los servicios de la deuda cayeron en la comparación anual pasando de $300.000 millones en 2019 a $280.000 millones en los primeros cinco meses de 2020. "El sendero que sigan estas erogaciones en los próximos meses estará sujeto al resultado que arroje la renegociación de la deuda pública", detalla Gasparin.
A su vez, parte de los gastos hechos por el Estado nacional fueron canalizadas a través de transferencias a las provincias, que totalizaron los $125.000 millones desde marzo, incrementándose en $110.000 millones con relación a igual período del año pasado y representando un aumento en términos reales del 360%.
En el plano de los ingresos, la recaudación tributaria pasó de representar el 57% de los ingresos totales en el período marzo-mayo de 2019 a 35% en el mismo período de 2020 y los aportes y contribuciones de la seguridad social también se ajustaron del 30% al 19%. Así, y con el mercado de capitales cerrado para el financiamiento, el Central tomó un rol protagónico en el financiamiento estatal. Los ingresos por esta vía pasaron de representar el 2% al 40%, lo que significó un aporte de $800.000 millones entre marzo y mayo.
"La pandemia dejará un mayor deterioro fiscal", concluye el informe de Cippec, y agrega: "Recomponer la salud de las cuentas públicas requerirá de un fuerte y preciso ejercicio de administración del Estado, tanto para equilibrar las cuentas públicas, como para evacuar la liquidez utilizada para financiar al Tesoro nacional".
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