La caída en los precios mayoristas exacerba los temores sobre China
BEIJING— Una pronunciada caída en los precios fabriles —por decimocuarto mes consecutivo— augura nuevos contratiempos para una economía china que ya enfrenta un aumento de la deuda y un enfriamiento de la economía en momentos en que industrias tradicionales son afectadas por un exceso de capacidad.
Los precios mayoristas—un indicador de los precios de bienes antes de que lleguen a los consumidores— cayeron 2,4% en abril, el mayor descenso desde octubre. El índice mostró declives particularmente marcados en los sectores de metales y químicos. Eso podría intensificar las preocupaciones sobre la desaceleración de la economía, afirman economistas, al agravar las dificultades de los productores de bienes y materias primas industriales para obtener ganancias, saldar sus deudas y pagarles a sus proveedores a tiempo.
Parte de un gran aumento en los préstamos en China se ha usado para refinanciar deuda o pagar intereses de empresas agobiadas por el exceso de capacidad, indicó el analista de Barclays Jian Chang. "Eso está ayudando a impedir la quiebra de las empresas", indicó.
China sigue siendo la economía de crecimiento más acelerado entre las grandes potencias, aunque su expansión ha perdido vigor desde los avances de dos dígitos que caracterizaron los últimos 30 años.
El Producto Interno Bruto registró un crecimiento interanual de 7,7% en el primer trimestre, después de un alza interanual de 7,9% en el cuarto trimestre de 2012. En este momento hay un debate sobre si la economía se recuperará para crecer al menos 8% este año o se seguirá debilitando. El Banco Popular de China, el banco central, indicó en un informe trimestral divulgado el jueves que los fundamentos para un crecimiento económico estable aún no son sólidos.
La deflación en el sector industrial refleja el exceso de capacidad que afecta a industrias como las de acero, carbón, vidrio, aluminio, paneles solares y cemento.
Las caídas de precios en China no son de la misma magnitud que la deflación generalizada que se ha instalado en Japón, donde los precios al consumidor han bajado casi todos los años desde 1999, reduciendo las ganancias, la inversión y el gasto de los consumidores, y arrastrando a la economía a un bajón que ya dura una década.
La caída en los precios mayoristas en China también tiene un aspecto positivo para los consumidores, al ayudar a mantener a raya la inflación. Los precios al consumidor alcanzaron un máximo de 6,5% en julio de 2011 y se han moderado desde entonces para alcanzar 2,4% interanual en abril.
Para las industrias, no obstante, el descenso de los precios mayoristas tiene efectos severos.
Aluminum Corp. de China, más conocida como Chinalco, que reportó una pérdida de 975 millones de yuanes (US$158 millones) en el primer trimestre y un aumento de 1,9% en sus ingresos, dijo que más de 90% del aluminio producido en China arroja pérdidas. "La urbanización de China impulsará el consumo de aluminio a largo plazo", indicó un vocero de la empresa, "pero digerir el inventario podría llevar cierto tiempo, así que un aumento importante de los precios es poco probable en un futuro cercano".
La industria cementera enfrenta el mismo problema de sobrecapacidad.
El presidente de Huaxin Cement Co., Li Yeqing, sostuvo en una conferencia de prensa en línea la semana pasada que los fabricantes de cemento necesitan cerrar plantas antiguas para impedir una "catástrofe" para todo el sector. Analistas señalaron que los fabricantes con conexiones gubernamentales probablemente consigan apoyo financiero.
En algunos sectores, el declive en los precios globales de las materias primas ha contribuido a la caída de los precios mayoristas. Durante los últimos 12 meses, los precios del crudo se mantuvieron sin cambios y los del mineral de hierro cayeron alrededor de 7,3%. Los bajos costos de los insumos reflejan en parte la menor demanda de China, el mayor consumidor mundial de commodities, pero también debilitan los precios industriales de China.
"El menor costo de las materias primas se ha trasladado a menores precios de venta", observó el analista de J.P. Morgan Daniel Kang.
Por otra parte, los fabricantes de paneles solares enfrentan obstáculos como aranceles sobre las importaciones en EE.UU. y medidas similares que están por imponerse en Europa, lo que reduce su mercado global, exacerba el exceso de capacidad y socava los precios y las ganancias.
LDK Solar Co. tiene una deuda del orden de los US$2.200 millones. Después de que fracasara un intento para vender una de sus plantas, la empresa fue rescatada por el gobierno de la ciudad de Hefei, que acordó comprar la instalación. La compañía prevé una pérdida neta récord de entre US$80 millones y US$90 millones por la venta de la fábrica.
En todo caso, los bajos niveles de inflación y deuda pública significan que el gobierno tiene herramientas a su disposición para estimular el crecimiento.
De hecho, el dinamismo de la economía ha resuelto episodios anteriores de deflación mayorista. Algunos economistas esperan que el gobierno anuncie grandes programas de crédito para fomentar la inversión y, de esta manera, alentar la demanda por productos industriales.