La caída del crudo reordena el mapa energético
La decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener sus niveles de producción de crudo pese al exceso de oferta repercutirá en todos los participantes del mercado, incluyendo empresas, inversionistas y los países productores.
Los precios de referencia en Estados Unidos cayeron 10% el viernes a US$66,15 el barril, su nivel más bajo desde septiembre de 2009. El petróleo Brent, la referencia mundial, para entrega en enero cedió US$2,43 para quedar en US$70,15 el viernes.
Las acciones de las petroleras y las divisas de los países productores también se debilitaron. El peso mexicano, por ejemplo, descendió a su menor nivel frente al dólar en más de dos años.
Pascal Menges, gestor de portafolio de la firma suiza Lombard Odier, que posee acciones en productores de crudo de esquisto estadounidenses, dice que la decisión de la OPEP "creó una situación muy incómoda" para las petroleras, las cuales deben decidir si recortan sus inversiones.
El inversionista predice que el exceso de oferta global caerá durante los próximos meses y el crecimiento de la producción estadounidense se moderará, evitando que los precios bajen mucho más.
Si eso ocurre, agrega, las compañías de esquisto menos endeudadas seguirán siendo rentables. Sin embargo, Menges redujo las inversiones de su fondo en las productoras de petróleo y trasladó parte de esos fondos a firmas que compran y procesan el crudo.
Los productores canadienses de petróleo procedente de arenas bituminosas también están bajo presión.
El precio que necesitan las nuevas minas para no arrojar pérdidas es de cerca de US$85 el barril, uno de los más caros del mundo, según Bank of Nova Scotia.
El desafío inmediato es reajustar los presupuestos planeados en épocas de precios más altos. El presidente ejecutivo de BP PLC, Bob Dudley, dijo el mes pasado que la petrolera británica estimó precios del crudo Brent de US$80 el barril cuando decidió invertir en sus proyectos actuales.
Un portavoz manifestó que BP continúa planificando proyectos en función de una cotización de US$80 el barril para "inversiones a largo plazo que usualmente tienen una duración de una o dos décadas".
Rusia planificó su presupuesto de 2015 suponiendo un precio promedio del crudo de US$100 el barril.
El viernes, su ministro de Finanzas informó que el gobierno revisará o recortará el gasto, considerando un promedio de US$80 el barril durante los próximos años "un escenario moderadamente optimista". Venezuela, cuyos ingresos dependen de las exportaciones de crudo, también anunció el viernes una reducción del gasto. El presidente Nicolás Maduro señaló en un discurso que aprovechaba la oportunidad para reorientar al país hacia una "optimización de sus recursos".
Los altos precios del petróleo en los últimos años fueron acompañados por costos elevados para las grandes petroleras, como BP y Royal Dutch Shell PLC. Estos gigantes enfrentan la posibilidad de un menor flujo de caja para financiar los gastos destinados a proyectos que tardarán años en completarse.
Un portavoz de Shell dijo el viernes que el "rango de precios" de la compañía para proyectos nuevos oscila entre US$70 y US$110 el barril. "Un proyecto nuevo debe alcanzar el punto de equilibrio con US$70 el barril" para recibir la luz verde, aseveró.
Algunas compañías pequeñas ya pasaban apuros antes de la decisión de la OPEP.
La británica Fastnet Oil & Gas PLC, que descubrió hace unos meses que uno de sus yacimientos en Marruecos estaba seco, analizó recientemente la opción de devolver a los accionistas los US$25 millones que le quedan o dejar el negocio petrolero e incursionar en el de la tecnología médica, dice el presidente de la junta directiva Cathal Friel.
No obstante, otras industrias podrían salir ganando.
El gigante minero Anglo American PLC obtiene cerca de US$42 millones en ganancias anuales adicionales por cada caída de US$10 del precio del crudo en el lapso de un año, dijo un portavoz.
Numerosas aerolíneas también podrían beneficiarse siempre y cuando no hayan fijado los precios de entregas futuras de combustible.
El combustible para aviones representa habitualmente 30% o más de los costos de una aerolínea. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en ingles), que representa a más de 200 líneas aéreas, calcula que la industria gastará US$7.000 millones menos en combustible este año, en comparación con 2013, ahora que los precios están 20% por debajo del nivel de hace un año.
Henrik Meincke, economista jefe de VCI, una asociación de fabricantes alemanes de químicos, dice que si los precios bajos se mantienen, "hará que las materias primas sean menos costosas para las empresas químicas alemanas".
El precio de la nafta, un hidrocarburo refinado que es una materia prima clave, ha caído 30% desde junio, observa. No obstante, parte de esas ganancias se evaporarán entre una probable competencia de precios, vaticina.
Mientras tanto, los gestores de fondos estaban reconfigurando sus carteras de inversión. Aberdeen Asset Management retiró inversiones de productores de petróleo como Nigeria y fortaleció sus posiciones en Turquía, un importante importador de crudo, dice el gestor de fondos Viktor Szabo.
"Esto es sumamente positivo para Turquía", afirma Timothy Ash, de Standard Bank. El estratega cambiario calcula que una caída de US$10 en el precio del barril de petróleo le permite a Turquía ahorrar unos US$4.000 millones al año en importaciones de energía.
—Benoît Faucon, Summer Said, Sarah Kent y Robert Wall contribuyeron a este artículo.