La caída de la libra define ganadores y perdedores
Las multinacionales se benefician, pero suben los costos de las pequeñas empresas
LONDRES—La caída de la libra esterlina a causa de la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea, un fenómeno conocido como brexit, ahonda la división entre las empresas británicas ganadoras y perdedoras. Las grandes multinacionales y los exportadores están entre los primeros, mientras que los importadores, al igual que numerosos consumidores, tendrán que soportar un alza de los costos.
La primera ministra británica, Theresa May, ofreció más detalles durante el pasado fin de semana sobre el momento escogido para separarse del bloque al anunciar que el gobierno comenzará en marzo un proceso de negociación con la UE que se extenderá por dos años. Ejecutivos e inversionistas han interpretado que algunos de sus recientes comentarios sugieren que May enfatizará una clara ruptura con el bloque en desmedro de contar con un acceso irrestricto al mercado común europeo, una de las grandes preocupaciones de los inversionistas.
May resaltó que controlar la inmigración era una prioridad más alta que ingresar sin trabas al mercado de su mayor socio comercial. Sus declaraciones contradicen las de algunos líderes de la UE que han dicho que si el Reino Unido quiere preservar su acceso al mercado común, debe permitir la libertad de movimiento de los ciudadanos del bloque.
Eso ha inquietado a los mercados de divisas. La libra esterlina descendió el martes a su menor nivel en los últimos 30 años al cotizarse a US$1,2719 y acumula un retroceso de 15% desde el 23 de junio, cuando los británicos se pronunciaron en favor de abandonar la UE. La libra cedió además 0,8% contra la moneda común europea para llegar a 1,136 euros, su menor nivel en tres años.
“El tono empleado por la primera ministra ha sido intransigente y sugiere la probabilidad de un brexit duro, es decir abandonar la UE sin negociar buenas condiciones de comercio”, señala Robert Wood, economista de Bank of America Merrill Lynch en el Reino Unido. “Eso es lo que ha acaparado la atención de la libra en los últimos dos días”.
En momentos en que abunda la incertidumbre en torno a la separación británica de la UE, las empresas del país dependen de los caprichos de la libra.
Las multinacionales que obtienen una buena parte de sus ingresos en dólares, pero reportan sus resultados en libras, figuran entre los mayores beneficiarios, lo que ha disparado las acciones que integran el índice FTSE 100, que agrupa a las empresas líderes del país, como el fabricante de motores de aviones Rolls-Royce Holdings PLC y el grupo de licores Diageo PLC. El FTSE 100 cerró el martes con un alza de 1,3%.
“Hoy, el motor del mercado accionario ha sido, en gran parte, la divisa”, dijo Chris Saint, analista de Hargreaves Lansdown.
Las pequeñas empresas británicas, en cambio, tienen por delante una tarea mucho más ardua. Ben Brocklesby, director del fabricante de puertas y ventanas Origin, negoció los precios del aluminio para el resto del año para protegerse de las fluctuaciones cambiarias. Los movimientos del tipo de cambio después del brexit “nos mantienen en alerta”, reconoce.
Aunque las extensas operaciones en el exterior amortiguan los efectos del brexit sobre las grandes farmacéuticas británicas, los vientos de cola de la divisa impulsaron las ganancias operativas de los principales negocios de GlaxoSmithkline PLC de 15% a 36% en el segundo trimestre, mientras que la facturación creció de 4% a 11%.
Anglo American PLC y Glencore PLC, cuyas acciones se han disparado este año gracias al repunte de los precios de las materias primas, probablemente no saldrán tan beneficiadas del bajón de la libra esterlina. No obstante, los grupos mineros que cotizan en la Bolsa de Londres han adquirido el estatus de refugios seguros, indica Jeremy Wrathall, analista de Investec Securities, puesto que no operan en el Reino Unido. “Es su principal atractivo”, asevera.
El efecto cambiario no siempre favorece a las multinacionales. La debilidad de la libra puede incrementar rápidamente la deuda en dólares o provocar otros efectos contables negativos. Rolls-Royce, por ejemplo, registró una pérdida neta de 1.800 millones de libras en julio luego de revaluar sus coberturas en dólares días después de la votación del brexit.
No obstante, la palabra de moda para muchas multinacionales sigue siendo incertidumbre. Nissan Motor Co. posee la mayor planta automotriz del Reino Unido, en Sunderland, Inglaterra. Su presidente ejecutivo, Carlos Ghosn, dijo la semana pasada que el fabricante japonés limitaría su inversión en el Reino Unido hasta que haya una mayor claridad sobre sus relaciones comerciales.
Sarah Malter, directora de Grand Central, una firma que asesora a las empresas sobre los programas de financiamiento del gobierno británico y la UE, señala que el grupo proyectaba al menos duplicar sus ventas anuales el próximo año, gracias a los contratos con firmas de software contable como Xero Ltd. y Sage Group PLC. “Ahora, no estamos tan seguros”, dice.
Algunas empresas, grandes y pequeñas, han empezado a traspasar a los consumidores aumentos de precios para hacer frente a un alza de sus costos. El Banco de Inglaterra prevé una inflación de 2% a inicios de 2017, comparado con un alza de 0,6% en agosto.
Hay cada vez más probabilidades de que la reacción de los inversionistas sea desprenderse de activos británicos de aquí al comienzo de las negociaciones con la UE, asevera Nigel Green, presidente ejecutivo de la consultora financiera deVere Group.
“Hasta que empiecen las negociaciones, no habrá respuestas claras a las preguntas importantes sobre la relación futura del Reino Unido con la UE o el resto del mundo”, afirma.
—Mike Bird, Robert Wall, Saabira Chaudhuri, Denise Roland, Scott Patterson y Alex MacDonald contribuyeron a este artículo.
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