La caída de la inflación en la eurozona hace temer por otra recesión
Especialistas alertan que la economía está en peligro de caer oficialmente en la deflación; aumentarán los reclamos de acciones de estímulo más agresivas
FRÁNCFORT.- La caída de la inflación de la eurozona que se informó el martes fue en un sentido sólo de un punto decimal, otro dígito en el flujo diario de datos económicos deprimentes. Pero planteó una pregunta cada vez más urgente: ¿Qué se necesitará para frenar el descenso en cámara lenta del continente hacia otra recesión y, posiblemente, una renovada crisis existencial?
Pasaron casi dos años desde que la inflación de la eurozona estuvo cerca del 2%, el nivel que el Banco Central Europeo considera óptimo para la estabilidad y el crecimiento. En septiembre, según una estimación oficial publicada el martes, la tasa anual de inflación cayó a 0,3% de 0,4% el mes anterior. La inflación está en el punto más bajo en cinco años, llevando a muchos economistas a alertar que la economía de la eurozona está en peligro de caer oficialmente en la deflación.
Las cifras aparecen dos días antes de la fecha fijada para una reunión del Banco Central Europeo, que deberá debatir la política monetaria y sin duda aumentarán los reclamos de acciones de estímulo más agresivas.
El banco central enfrenta obstáculos que le impiden encarar el mismo tipo de compras amplias de activos que la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra han utilizado para revivir sus economías.
Desde que comenzó la crisis financiera en 2008, el llamado relajamiento cuantitativo se ha vuelto un arma estándar en el arsenal de la banca central, salvo en la zona del euro.
Mario Draghi, el presidente del banco central, sigue viéndose atado por las divisiones en el consejo gobernante, la estructura fragmentada del sistema financiero de la eurozona y la resistencia política en Alemania.
El banco central ha ofrecido a los bancos préstamos a cuatro años prácticamente sin intereses, en un esfuerzo por relanzar el crédito, y planea comenzar a comprar activos del sector privado en octubre.
La inflación podría elevarse en los próximos meses por la declinación del valor del euro, Los economistas dicen que para volver a un crecimiento significativo, la eurozona probablemente necesite una combinación de medidas, incluyendo estímulos más poderosos del banco central. El Banco Central Europeo se prepara para comprar papeles con respaldo de activos, paquetes de préstamos bancarios que se revenden en los mercados financieros. También piensa comprar bonos garantizados con activos, que son similares. Las compras se ven como una forma preliminar de relajamiento cuantitativo y una manera de detener la baja del crédito bancario.
Al vender préstamos activos, los bancos obtendrían fondos para dar nuevos créditos. Pero los analistas dudan de que el banco central pueda encontrar suficientes papeles y bonos con respaldo de activos que cumplan con sus estándares de calidad y le permitan lograr su meta mayor, bombear más dinero en la economía de la eurozona.
La región registró crecimiento cero en el segundo trimestre, lo que amenaza con interrumpir una baja tentativa del desempleo. Si bien la tasa de desempleo en la eurozona quedó sin cambios, la cifra absoluta de gente sin trabajo cayó en 137.000, a 18,3 millones, según Eurostat. La baja incremental sugiere que el desempleo caerá, pero a un ritmo muy lento.
Draghi pidió a los líderes de la eurozona que bajen los impuestos y reduzcan la burocracia, y que eliminen las trabas a la iniciativa empresaria y la contratación de trabajadores. Hay evidencias de que el crédito bancario se ve contenido no por falta de fondos sino por ausencia de tomadores de crédito solventes y que tengan suficiente confianza en el futuro como para querer invertir en nuevos empleados y en la expansión de sus negocios.
Traducción de Gabriel Zadunaisky