La Cabrera: un éxito que trascendió fronteras locales
Cuenta Gastón Riveira que fue hace casi diez años y durante una cena en su restaurant, La Cabrera, que se enteró de la existencia de Vistage."Le estaba contando mis dramones a un empresario amigo y en eso él me dice: ‘yo conozco un lugar donde no te vas a sentir tan solo, y además te van a ayudar a atajar los penales’".
Sucede que eso es -por lo menos en parte- Vistage: una comunidad de líderes empresarios que se reúnen en grupos de unos doce miembros para, mensualmente y con la ayuda de un chair, asesorarse mutuamente en la toma de decisiones.
Los "dramones" de Riveira no eran demasiado diferentes a los de cualquier empresario gastronómico: "Una especie de receta de cocina- describe él mismo-, 100 gramos de AFIP, 200 gramos de ingresos brutos, 300 kilos de juicios laborales, aceite de los clientes, vinagre balsámico de los inspectores municipales y el tema de las materias primas, que justo estaban faltando porque corría 2009, pleno conflicto con el campo".
Cuándo crecer, cómo crecer
La Cabrera cuenta hoy con dos locales en Buenos Aires: el primero y "original" de Cabrera y Thames y el segundo, a media cuadra, en Cabrera 5127. "Cuando llegó a Vistage, Riveira tenía en una esquina un local con 35 cubiertos, y hoy no solo maneja dos locales con 500 cubiertos sino que además trascendió las fronteras nacionales: existen franquicias del restaurant en Chile, Bolivia, Perú, Paraguay, Brasil, México, Filipinas y próximamente también en Ezeiza y Aeroparque", cuenta su chair Elías Bousoño.
"El aprendizaje que me queda de este caso es que hoy 'mercado' es el mundo -agrega-. Claro que no en todos los casos es posible, pero si no es para expandirse, por lo menos para copiar y aprender".
Según el propio Riveira la primera pregunta que llevó a su grupo era si crecer o no. Resuelta la cuestión en forma positiva, se enfocó entonces a estudiar cuál era la mejor forma de llevar la expansión adelante. "Mis compañeros de grupo me ayudaron a pensar y estudiar el sistema de franquicias. También a desarrollar la filosofía ‘MAS’, que quiere decir ‘menú’, ‘ambiente’ y ‘servicio’ y es lo que siempre trato de transmitirle al franquiciado".
"Debe haber pocos restaurantes cuyos mozos tienen la formación de los de La Cabrera", destaca Bousoño y valora que Riveira "es un emprendedor nato, una persona que arriesga y que se anima a decidir de forma rápida, lo que no quita que en este caso trabajó fuertemente aspectos comerciales y en unificar la política de comunicación".
"Vistage es mi GPS"
"Lo que más me gusta de todo esto es ver la marca como embajadora en distintos países. De hecho me encantaría que hubiera un La Cabrera en cada ciudad importante del mundo", confiesa Riveira, y relata que "fuimos a cocinar distinto y también a aprender de cada lugar al que vamos. Hay que ir a cada ciudad con los radares bien encendidos para poder adaptarse a lo que a la gente le gusta".
En ese camino de crecimiento su grupo Vistage ocupó siempre un lugar crucial. "Vistage es como mi GPS, y después de tanto tiempo sigo yendo a las reuniones entusiasmado como si fuese el primer día. Siempre aprendo cosas nuevas y me han ayudado enormemente tanto a entrar a nuevos negocios como a salir de aquellos que no me convenían, así como a aprender a trabajar en equipo", asegura y remata: "Mi formación no es profesional. Solo soy un cocinero, pero con mucha pasión por lo que hago y unas tremendas ganas de aprender. Lo que más me motiva es ver cómo crece la marca y claro, cómo la gente te felicita".
LA NACION