La brecha cambiaria entre México y Japón se siente en Pokémon Go
Para Nintendo Co., Pokémon Go se ve por estos días mucho menos rentable en México.
Los mexicanos compran las Pokémonedas que necesitan para navegar el juego en pesos, una moneda que ha caído a un mínimo récord frente al yen, y ello erosiona los ingresos que el exitoso juego móvil le genera a la empresa japonesa.
Los mercados de divisas a menudo miran el mundo a través de los lentes del dólar, el cual aparece en nueve de cada 10 transacciones de divisas, según el Banco de Pagos Internacionales. Pero también ha habido sacudidas poderosas entre otros pares de monedas, lo que ha producido dolores de cabeza inesperados —y oportunidades— para empresas y consumidores en diferentes rincones del mundo.
“Estos movimientos masivos terminan siendo el factor sorpresa para las ganancias”, dijo Shahab Jalinoos, jefe global de estrategia de divisas en Credit Suisse.
Pocos han sido tan extremos como los que han experimentado el yen y el peso mexicano, que se han convertido en indicadores de preocupaciones financieras más generales que tienen poco que ver con las economías de los dos países. Este año, el yen ha ganado 19% frente al dólar, mientras que el peso ha retrocedido 6% frente a la moneda estadounidense.
La economía de Japón ha permanecido estancada por décadas. Pero sus estables mercados financieros y un superávit de cuenta corriente más alto hacen del yen una divisa de refugio en la que inversionistas estacionan efectivo.
El peso es la moneda más líquida entre los mercados emergentes. Eso hace que sea fácil de vender cuando los inversionistas se preocupan por el mundo en desarrollo, aunque la productividad económica de México es relativamente robusta.
El peso está entre las monedas importantes de peor desempeño este año. Un yen compra en torno de 18 centavos de un peso, cerca de un récord máximo de 19 centavos registrado en junio.
El banco central de México elevó las tasas de interés en junio, citando riesgos de que un peso débil podría alimentar la inflación.
“Esta intervención es simplemente para suavizar los movimientos, pero no pueden tener la esperanza de controlar o revertir ninguna de estas tendencias”, dijo Win Thin, jefe global de estrategia de divisas en mercados emergentes de Brown Brothers Harriman.
Cerca de US$5.000 millones en bienes salen de México a Japón cada año, frente a US$17.000 millones que Japón vende a México, según datos de embarques de Panjiva, que hace seguimiento a empresas que participan en el comercio mundial.
Gran parte de ese intercambio corresponde al flujo de bienes intermedios enviados a filiales mexicanas o compañías multinacionales que fabrican automóviles y aparatos electrónicos cuyo destino final es Estados Unidos, el principal con-sumidor de los dos países.
En años recientes, la inversión de las automotrices japonesas en México ha estado en auge. Se estima que en 2016, 59% de la producción total de vehículos en México sea de fabricantes japoneses en comparación con 27,5% hace tres años, según la firma de contabilidad KPMG.
Aunque las automotrices japonesas no dan a conocer cifras específicas de sus operaciones en México, analistas dicen que empresas como Toyota Motor Corp. y Mazda Motor Corp. están disfrutando de grandes ahorros de costos gracias a una mano de obra más barata y a autopartes con precios más bajos producidas localmente. Pero analistas también dicen que el colapso del peso significa que las automotrices japonesas que operan en México están lidiando con costos más altos de equipos electrónicos especializados importados de Japón.
“Una gran parte del contenido electrónico se compra en Japón”, dijo David Whiston, analista de renta variable en Morningstar. “La magnitud del impacto monetario cuando el yen se fortalece es realmente grave para estas empresas”.
El alza del yen también ha impulsado las importaciones japonesas de cerdo congelado de México, que aumentaron 15% a 25.505 toneladas durante los primeros cinco meses del año en comparación con el mismo período del año pasado. La ventaja cambiaria ayudó a México a superar a algunos proveedores de la Unión Europea, según Global Trade Atlas que citó al Ministerio de Finanzas de Japón.
México corta el cerdo y lo exporta a tiendas de abarrotes japonesas, donde se vende en bandejas bento, dijo Erin Borror, economista de la Federación Estadounidense de Exportadores de Carne.
El proceso de corte, que requiere de una mano de obra intensiva, es “un paso menos que tienen que hacer en Japón”, dijo. México puede hacerlo de forma más barata, y los movimientos de las monedas se suman a los ahorros de costos.
Una cosa que no ha cambiado es cuántos pesos tienen que pagar los consumidores mexicanos por la moneda virtual en Pokémon Go. A pesar de extraer menos yenes debido al movimiento de las divisas, Nintendo ha mantenido estables los precios en pesos.
Esto es una buena noticia para Luis Antonio Sánchez Romero, de Ciudad de México. Hace poco, gastó 17 pesos (US$0,92) para comprar 100 Pokémonedas y poder adquirir “incienso, incubadoras y espacio de almacenamiento adicional” en el juego. “El precio es bastante económico”, dijo.
—Carolyn Cui y Hanaa’ Tameezen Ciudad de México contribuyeron a este artículo.
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