La Argentina tuvo en abril un superávit comercial de US$1820 millones

Lejos aún de contar con las condiciones óptimas para su despegue, el comercio exterior de la Argentina arrojó en abril cifras positivas. En el cuarto mes del año, el país tuvo un superávit comercial de US$1820 millones de dólares, con lo que acumula en el primer cuatrimestre un saldo positivo de US$6157 millones y se encamina a redondear en 2024 uno de los mejores resultados de su balanza en la historia.

Aún así, con estimaciones que ya colocan el superávit comercial de este año en US$15.000 millones, los analistas son cautos en su optimismo, debido a que, según dicen, gran parte de ese resultado se logrará por caída en las importaciones –más allá del impulso exportador del agro– y no por variables sólidas. Eso se logrará, afirman, una vez se estabilice la economía, se salga del cepo y se regularice la cuestión cambiaria.

En efecto, el resultado positivo de abril se debió a un aumento respecto de igual mes del año anterior de 10,7% en exportaciones, que sumaron US$6527 millones, y a una caída de 22,7% en las importaciones, que ascendieron a US$4708 millones.

Los datos surgen del informe del Intercambio comercial argentino (ICA), que publicó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). El organismo señaló, además, que en abril se destacó un aumento del 21,6% en las cantidades exportadas, aunque los precios experimentaron una disminución del 9%. Por su parte, en el caso de las importaciones, tanto los precios como las cantidades registraron descensos del 7,7% y 16,4%, respectivamente.

Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales, comentó que en el primer cuatrimestre las exportaciones han tenido un crecimiento promedio de entre 9% y 10%, mientras que las exportaciones han caído fuerte, en torno al 24%. “Las exportaciones se están recuperando por razones climáticas y su efecto en el agro, dado que en 2023 hubo sequía y este año no”, opinó el experto.

Para Elizondo, lo que se ve es una recuperación impulsada por el agro, pero sin llegar a los niveles de 2022, donde tampoco hubo sequía y los precios fueron más altos. “Estimo que se cerrará el año con exportaciones por US$83.000 millones, pero principalmente impulsadas por el campo. Para que haya un salto exportador mayor habrá que esperar la estabilización de la economía, la salida del cepo, la regularización cambiaria, que empezará a darse en el segundo semestre”, explicó el especialista.

Lo que tiene este año, según Elizondo, es que va a dar un superávit comercial muy holgado, porque las importaciones vienen muy bajas –más de 20% por debajo de igual período del año pasado–. “Es previsible que para fin de año tengamos un superávit comercial de más de US$15.000 millones, que será uno de los más grandes de la historia. Ahora bien, pensando en 2025, el país va a tener que exportar más e importar más, ya que hay que recuperar niveles y aumentar la participación en el comercio mundial”, concluyó el experto.

En tanto, Marcela Cristini, economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), indicó que, mientras la economía transita el sendero de las medidas de estabilización que ha puesto en marcha el Gobierno desde diciembre, el saldo del balance comercial ha contribuido a la necesaria acumulación de reservas en el BCRA.

Ese saldo, destacó Cristini, refleja mejores expectativas para los exportadores a pesar de la pérdida de competitividad cambiaria que se ha acumulado luego de la mejora de la devaluación de diciembre y de un inicio de año con precios externos a la baja. “Con todo, las dificultades con los insumos, las condiciones locales de financiamiento y la evolución cambiaria complicaron a las exportaciones manufactureras que fueron las únicas que retrocedieron en el período”, agregó la economista.

Cristini resaltó como algo positivo que la Argentina haya retomado la exportación de combustibles y comience a mostrar la exportación ampliada de minerales (litio). Asimismo, agregó: “La balanza comercial también refleja las menores importaciones debido a su encarecimiento (impuesto PAIS), la lenta regularización de los pagos externos (Bopreal) y la recesión económica local. El saldo acumulado positivo de USD 6157 millones se compara muy favorablemente con el saldo negativo registrado en el primer cuatrimestre de 2023 (US$1536 millones)”.

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