La Alianza del Pacífico busca al Mercosur para armar un solo bloque
En la cumbre de la alianza, los presidentes de Chile, Colombia, México y Perú aprobaron la convocatoria; comenzarían a analizar en julio la integración comercial
SANTIAGO, Chile.- A instancias de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, la Alianza del Pacífico acordó en su IX Cumbre realizada el fin de semana en Punta Mita, México, acercar posiciones con el Mercosur y buscar la manera de integrar a este pacto a la Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y los otros asociados.
"Más allá de las legítimas diferencias, es perfectamente posible alcanzar niveles de convergencia entre los países de la Alianza y del Mercosur, entre el Atlántico y el Pacífico. No sólo es posible: es también necesario", propuso Bachelet, cumpliendo con lo prometido en sus reuniones bilaterales con las presidentas de la Argentina, Cristina Kirchner, y de Brasil, Dilma Rousseff.
La propuesta fue aprobada por los restantes mandatarios de la alianza del Pacífico, los presidentes de México, Enrique Peña Nieto; de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Perú, Ollanta Humala,
"Estamos abiertos. Hay propuestas para que otros países, eventualmente en un futuro cercano, puedan ser miembros de la Alianza del Pacífico", dijo Peña Nieto.
En lo inmediato, se acordó fijar una reunión ministerial de los países integrantes de ambos pactos para la tercera o cuarta semana de julio en Cartagena, Colombia, cita en la cual se explorarán formas de convergencia e integración comerciales. La delegación chilena también propuso organizar un seminario de académicos, empresarios, emprendedores y altos funcionarios de ambas asociaciones en el mes de septiembre.
"Nuestra presencia en el Pacífico nos transforma en el puerto y el puente para que toda América latina se proyecte, con toda su riqueza y diversidad, en los ricos mercados de Asia", agregó Bachelet, ofreciendo los puertos de las costas del océano Pacífico (San Antonio y Valparaíso, entre otros) para la exportación de productos a los países asiáticos.
La tarea, de acuerdo con Bachelet, es mayúscula: unir las dos riberas del Pacífico y profundizar las relaciones comerciales con Asia, por medio de la liberalización de aranceles y la homogeneización de las normas que rigen los servicios, medidas sanitarias, compras públicas, normas de origen y movilidad de personas, entre otras.
"Si logramos que ello sea un empeño compartido por todas las naciones de la región, estaremos abriendo también rutas más expeditas hacia nuestro propio futuro", agregó la presidenta Bachelet.
Apertura no excluyente
En Chile, en tanto, el canciller Heraldo Muñoz explicó anteayer los alcances de la propuesta: "Nuestro propósito no es una fusión de ambos grupos. Eso no sería realista, pues entre ambos esquemas hay diferencias marcadas en aranceles y regulación. Pero sí podemos explorar áreas de acuerdo en temas de interés común. Podemos discutir asuntos de natural convergencia en el corto, mediano y largo plazo", dijo Muñoz.
Fuentes de la Cancillería chilena reconocieron a la nacion que la apuesta de Bachelet por acercar ambos pactos escapa a la sintonía ideológica que ella puede tener con las presidentas Kirchner y Rousseff, y se inclina por una "posición de apertura al mundo no excluyente".
En este escenario, y según los datos de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), Chile cuenta con inversiones por 19.400 millones de dólares en la Argentina, país con el que mantuvo un intercambio comercial de US$ 4978 millones en 2013. En Brasil, en tanto, la inversión es de US$ 24.600 millones y el comercio superó los US$ 9000 millones.