La actividad económica creció apenas 0,3% en mayo, según el Indec
Sigue sin mostrar un crecimiento sólido, luego de que en los primeros cuatro meses del año mostrara un comportamiento inestable, con un mes de caída y otro de aumento
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LA NACION
La actividad económica sigue sin la fuerza necesaria como para proyectar un crecimiento sólido: en mayo subió 0,3% desestacionalizado, respecto de abril, y si bien hilvanó con esto dos meses seguidos de aumento, lo exiguo de la cifra no alcanza para determinar que se salió de la tendencia de serrucho que mostró en todo el año.
Ese comportamiento en forma de “serrucho” se evidenció con la caída de 0,7% en enero, la suba de 1,2% en febrero, la nueva caída de 0,7% en marzo y otra leve alza de 0,5% en abril.
Según publicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) en su informe del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), en la comparación interanual se registró un incremento de 7,4%. ““Con relación a igual mes de 2021, 14 de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en mayo, entre las que se destacan las de Hoteles y restaurantes (+44,3% ia), Explotación de minas y canteras (+14,2% ia) y Construcción (+13,8% ia)”, destacó el organismo)”, agregó el organismo estadístico oficial.
De todos modos, el número a tener en cuenta es el mensual desestacionalizado, ya que el crecimiento interanual está muy influenciado por la baja base de comparación, puesto que mayo de 2021 fue un mes muy malo debido a la reposición de las restricciones por el Covid.
Matías de Luca, economista de la consultora LCG, señaló que lo que evidencia la cifra del EMAE de mayo es que la economía continuó operando levemente por encima de los niveles de fines de 2021. “Así y todo, esa mínima diferencia se puede deber a que todavía queda un rezago de la inercia que llevaba la actividad, sumado a un nivel de inflación más alto que de momento, a mayo, continuaba incentivando el consumo producto de la desvalorización del dinero”, analizó el especialista.
Por su parte, Agostina Myronec, economista de la consultora Ecolatina, dijo que, cuando se miran los cinco meses que van del año, se ve que entre diciembre y mayo la actividad económica avanzó solo 0,5%, algo que va en línea con los vaivenes que muestra desde que empezó 2022. “Habrá que ver si las cifras de junio y julio no vuelven a mostrar una caída, ya que ahí podrían golpear las mayores restricciones a las importaciones, que aún no se habían impuesto en mayo”, indicó.
El número del Indec se ubica un poco por debajo de lo que había dado la Unión Industrial Argentina (UIA). Según el informe de actividad industrial que realiza el Centro de Estudios (CEU) de la entidad fabril, durante mayo, el sector industrial registró una suba de 0,9% respecto del mes anterior, medido sin estacionalidad.
Asimismo, destaca que en términos interanuales la actividad se incrementó 12,2%, y que los 12 sectores relevados mostraron alzas, pero aclara que eso se explica por la baja base de comparación respecto a 2021, en virtud del impacto de la segunda ola de COVID-19 y las restricciones a la circulación.
En un contexto de mayores restricciones al acceso de dólares para importar insumos claves para la producción, de una inflación anual proyectada superior al 70%, un dólar desbocado y una pérdida del poder adquisitivo de los salarios, los analistas estiman que el panorama para la actividad económica no es bueno y que seguirá mostrando intermitencias de crecimiento y caída en los próximos meses del año.
De Luca comentó que este nivel medianamente estable de la economía muestra una foto previa al cambio en las condiciones macroeconómicas que tomó lugar en junio y julio (incertidumbre política; volatilidad en el mercado de cambios y una mayor brecha; endurecimiento del cepo y las restricciones a las importaciones) que afectan en la operatividad y formación de precios. “En este sentido, habrá que esperar a los próximos meses a ver la evolución de la actividad económica, pero las expectativas no auguran un buen segundo semestre”, concluyó el economista.
El informe del CEU-UIA también advierte que, si bien el primer semestre del año cierra con buenos niveles de producción, el panorama para el segundo semestre muestra varios elementos de incertidumbre, como la creciente dificultad para acceder a divisas para importación, la aceleración de la inflación, el encarecimiento del crédito y el consecuente impacto sobre el consumo y la inversión.
El economista Rodrigo Álvarez opinó que, hacia adelante, las perspectivas no son alentadoras. “Desde mayo hasta ahora la inflación esperada aumentó más de 10 puntos y el mercado está viendo los precios en torno a 85% interanual a fin de año. De no mediar reapertura de paritarias, el salario sólo pude caer. Por otro lado, una recuperación del salario real que empuje la demanda vuelve a traccionar importaciones para las cuales no hay divisas”, afirmó.
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