Crisis. Kulfas dijo que las restricciones al dólar y el congelamiento de precios no son políticas de largo plazo
Directo al hueso. El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Neil Herrington, lo recibió con el desvelo que inunda a todo el sector privado tras las declaraciones de Alberto Fernández al Financial Times. "Queremos conocer el plan macroeconómico estable y productivo que va a generar la confianza de los inversores extranjeros", le dijo Herrington al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien lo escuchaba desde su computadora.
Ambicioso, Herrington pidió detalles por la alineación de las políticas cambiaria, financiera, fiscal y monetaria, algo que no conocen sus colegas aún en la Argentina, y que, dijo, "será fundamental para atraer inversiones". Volvió luego a remarcar la necesidad de "estabilidad" y cerró su introducción: "El resultado que todos quieren evitar es el default" de la deuda.
Kulfas tomó un rodeo elíptico, pero llegó a despejar algunas de las dudas de los más de 300 empresarios asistentes al encuentro virtual de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (Amcham) que buscaban respuestas sobre la incertidumbre que rodea a la reconstrucción económica del país. La moderación estuvo a cargo del CEO de la institución, Alejandro Díaz.
El ministro destacó que los congelamientos de precios (Precios Máximos) y las restricciones cambiarias no son políticas de largo plazo para el Gobierno, que buscará recrear -postergado por la pandemia- un acuerdo económico y social para frenar la inflación, que no habrá mayores restricciones de importaciones y que su gestión buscará impulsar el comercio a través de exportaciones a las que se le agregue valor local, que se revisarán impuestos (aunque opinó que no son los principales obstáculos de la competitividad), los proyectos de energías renovables que "quedaron truncos" y el marco legal del teletrabajo.
Kulfas agregó que dentro del paquete de 60 medidas que presentará el presidente Alberto Fernández en los próximos días estará el nuevo proyecto de ley de hidrocarburos, que el ministro viene promocionando desde el inicio de su gestión. Entre esas medidas también habrá, según pudo saber LA NACION, un hincapié en el "compre nacional" con foco en la producción y el empleo, que minimice el consumo de bienes e insumos importados, según lo que se trató en la reunión de gabinete económico esta mañana en la Casa Rosada.
Sin embargo, para todos estos tópicos que preocupan a las empresas, el ministro aclaró que no habrá blancos o negros absolutos, sino que trabajará con la tonalidad de los grises. Un ejemplo de esto fue su visión sobre la incidencia y los roles del sector privado y el Estado en tiempos de reconstrucción económica, y cuando aparecen facciones de la coalición gobernante que presionan para expropiar empresas, como fueron los casos de Vicentín y ahora Edesur.
Kulfas criticó la idea de que "el sector privado resuelve todo y el Estado tiene que recluirse". Pero en el mismo párrafo agregó: "Del mismo todo, la historia ha demostrado que pensar que el Estado resuelve todo es falso y llevó a golpes muy fuertes para la humanidad". El ministro destacó entonces frente a las empresarios a "la inversión privada como motor del crecimiento,y al Estado activo para orientar y estimular las inversiones productivas".
Luego de su presentación, en la que habló sobre la llegada al gobierno en un contexto de estanflación, tasas altas y problemas de deuda, comenzaron las preguntas. Una tuvo que ver con las limitaciones que promueve el Banco Central (BCRA) para que las empresas privadas accedan al dólar oficial y paguen sus deudas. La misma sumó a los Precios Máximos.
"Son dos herramientas de corto plazo. No son políticas de largo plazo. No tenemos interés en tener regulaciones cambiarias tan estrictas por mucho tiempo ni Precios Máximos", aclaró. Dijo, sobre los precios, que ya se habían habilitado ventanillas para dialogar con las empresas y que incluso se habían dado aumentos, que -admitió- todavía estaban por debajo del alza que habían sufrido algunos costos. "Es un primer paso", estimó.
"No tenemos la intención de que esta sea un política permanente", afirmó sobre el actual cepo cambiario. "Habrá una salida gradual en la medida que la Argentina vaya generando oferta de dólares, se termine la incertidumbre de la deuda y se vaya relajando la presión sobre el tipo de cambio", dijo el ministro, que no se declaró amigo de la "desregulación absoluta".
Sobre la carga impositiva en el sector privado aseguró que se tendrá en consideración para impulsar "incentivos a la inversión". Sin embargo, destacó que no es el único aspecto importante para impulsar la misma junto a las exportaciones. Sumó entonces los requerimientos de financiamiento, apoyo técnico, entre otros. Sobre el primer punto, adelantó que usará un crédito de US$500 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para subsidiar tasas y dar fondos no reembolsables a empresas para impulsar la producción.
Entre las preguntas del público surgieron dudas sobre la situación del sistema de monitoreo de importaciones (SIMI) y las Licencias No Automáticas y el futuro de la administración del comercio. "La gran mayoría de las importaciones en la Argentina, más del 90%, ingresa sin ningún tipo de dificultad", dijo Kulfas. "La idea es evitar prácticas especulativas y predatorias. Con el correr de los meses ese porcentaje se va a mejorar y las dudas se van a ir disipando", agregó el ministro. "Tenemos una absoluta vocación de aumentar el comercio, exportaciones e importaciones", dijo el economista, que, sin embargo, cree que habrá una "calibración" del comercio mundial y por eso felicitó el renovado acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.
"Creo firmemente en la mesa de un acuerdo económico y social. La pandemia pospuso estos diálogos", dijo Kulfas y agregó, luego de que la semana pasada los empresarios de AEA y la CGT se reunieran sin el Gobierno y tras las críticas de Cristina Kirchner a la convocatoria del G6 el 9 de Julio: "Es clave el diálogo con los actores y las cámaras empresarias".
El ministro señaló que la economía había "tocado fondo" en abril y que hoy el 90% de los trabajadores podían asistir a sus puestos de trabajo. Indicó, no obstante, que el ATP se mantendría para los sectores críticos (como la gastronomía, entre otros) hasta diciembre. Kulfas señal que la actividad entró ahora en un sendero de recuperación "persistente". El foco oficial hacia adelante estará puesto en el impulso de la exportación y en un proceso de agregado de valor. El Gobierno prometió que se logrará en base a un consenso "a diez años". Herrington felicitó esa vocación, pidió el sostenimiento del diálogo con los actores privados y prometió entonces el apoyo de las empresas estadounidenses en la Argentina.
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