Georgieva resiste, por ahora, al frente del FMI

WASHINGTON.- El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) se aprestaba en la noche del lunes a brindar un respaldo formal a la directora Gerente, Kristalina Georgieva, quien seguirá al frente de la institución luego de haber quedado en la cuerda floja debido a un escándalo ético en el que fue acusada durante su paso por el Banco Mundial. Georgieva tiene previsto recibir mañana martes al ministro de Economía, Martín Guzmán.

Georgieva lograba resistir en su cargo luego de que trascendiera que Estados Unidos estaba dispuesto a avalar su continuidad al frente del organismo internacional.

El board del FMI había anticipado en la noche del domingo que esperaba llegar a una decisión “muy pronto” sobre el futuro de Georgieva, pero luego de una semana de deliberaciones formales e informales, la incógnita persiste.

Georgieva quedó muy comprometida luego de ser acusada por una investigación de la firma de abogados WilmerHale de haber presionado a favor de China para mejorar la posición del gigante asiático en el ranking Doing Business de 2018, cuando era número dos del Banco Mundial. WilmerHale concluyó que Georgieva estuvo involucrada en un cambio en la metodología de medición que le permitió a China mejorar su posición en el ranking. Georgieva rechazó de manera tajante las conclusiones de la investigación de la firma de abogados.

Luego de que se conoció el resultado de la investigación, el directorio del Fondo encaró una revisión del trabajo del bufete y mantuvo varias reuniones, tanto con representantes de WilmerHale como con Georgieva. El viernes de la semana pasada, tras un encuentro que se estiró por cinco horas, el board decidió pedir “detalles aclaratorios” en busca de una decisión final. El domingo los directores mantuvieron otra reunión con representantes de WilmerHale y con Georgieva, pero volvieron a dilatar su decisión.

Ya con la reunión anual del Fondo y el Banco Mundial en marcha, el board tenía previsto reunirse una vez más en busca de la decisión final. Antes del encuentro, los principales accionistas del Fondo aparecían divididos. Los principales socios europeos, Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido, habían dejado entrever su respaldo a Georgieva, al igual que China, Rusia y otros países emergentes, como la Argentina y las naciones de África. Pero Japón y Estados Unidos se mostraban en principio proclives a la salida de la búlgara del cargo.

El gobierno de Joe Biden, a través del Tesoro, había evitado brindar un respaldo explícito o tácito, y había hecho hincapié en la necesidad de un recuento “completo y justo” de las acusaciones contra Georgieva y dejado en claro que la prioridad era “defender la integridad de las instituciones financieras internacionales”. Sin información oficial del FMI, medios locales indicaron que el gobierno de Biden estaba dispuesto a respaldar a la economista búlgara.

Si Georgieva se hubiera ido, el ministro de Economía, Martín Guzmán, deberá enfrentar el final de la negociación con el staff sin una aliada en la cual el Gobierno confiaba para torcer la voluntad del board a su favor y obtener mejores condiciones en el acuerdo final, como, por ejemplo, un ajuste fiscal menos agresivo o un mayor apoyo para buscar un recorte en la tasa de interés que paga el país. Aun confirmada al frente del FMI, su gravitación en el Fondo y ante el G7 puede llegar a quedar dañada de todos modos, y sin el margen de antaño para interceder a favor del país.

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