Kraft Heinz y Mondelez, otra vez en la danza de una consolidación
En 2007, William Ackman llegó a la oficina de Nelson Peltz con unas barritas dulces, gaseosas y una idea.
El inversionista activista quería saber si Peltz estaba interesado en aunar fuerzas para presionar por cambios en Cadbury Schweppes, la emblemática empresa de chocolates y refrescos del Reino Unido.
Sin embargo, Peltz, un veterano del activismo, se le había adelantado. El cofundador de Trian Fund Management LP ya había puesto en marcha un plan para forzar a Cadbury a desprenderse de su negocio de gaseosas. Esta escisión, que la compañía anunció más tarde ese mismo año, allanó el camino para que en 2010 Kraft Foods Inc. comprase el fabricante de chocolate por US$19.000 millones.
Ocho años más tarde, Ackman está una vez más siguiendo los pasos de Peltz. La semana pasada, Pershing Square Capital Management LP, su fondo de cobertura, dio a conocer una participación de US$5.500 millones, o 7,5%, en Mondelez International Inc., la multinacional de golosinas y snacks que tiene a Peltz en su junta directiva. Según personas al tanto, Ackman piensa que Kraft Heinz Co. podría comprar Mondelez, que volvería así al creciente imperio de Kraft, del que se separó en 2012.
Los dueños de Kraft Heinz son Berkshire Hathaway Inc., del legendario inversionista Warren Buffett, y 3G Capital Partners LP, la firma de private equity cofundada por Jorge Paulo Lemann, el hombre más rico de Brasil. En 2013, 3G tomó el control de Heinz, a la que el mes pasado fusionó con Kraft.
Ackman es un acólito de Buffett, y el "Oráculo de Omaha" y Lemann son amigos cercanos. Aunque rivales, Ackman y Peltz tienen una relación cordial y admiración mutua que se refleja en varias inversiones en común; por ejemplo, estuvieron entre los inversionistas que impulsaron en 2012 la separación de Mondelez de Kraft, que se quedó con el segmento de alimentos procesados.
Durante décadas, el sector de alimentos ha sido testigo de empresas que compran y venden marcas, se fusionan y dividen, salen a bolsa y luego se retiran para volver a cotizar. Si Kraft comprara Mondelez, 3G se convertiría en el más reciente protagonista de la larga y sinuosa historia que involucra a estos inversionistas y al puñado de compañías que hoy conforman Mondelez y Kraft Heinz. Una vocera de Kraft Heinz no quiso comentar sobre la posibilidad de una fusión.
Caracterizada por su agresivo estilo de reducción de costos, conocido como presupuesto "base cero", 3G está en el centro de la trama. En Heinz, 3G espera recortar US$1.500 millones del presupuesto anual de Kraft Heinz. Otras empresas de alimentos no han sido capaces de reducir costos a ese nivel, dicen los analistas.
Ackman cruzó su camino con 3G cuando invirtió en un fondo que la firma brasileña creó para retirar a Burger King de la bolsa. Peltz comenzó a tomar en cuenta a 3G después que esta firma se unió a Berkshire Hathaway en 2013 para comprar Heinz. Antes de eso, Ackman había sido uno de los inversionistas de la antigua Kraft que pregonaban una escisión, como Peltz y Warren Buffett, cuyo holding era uno de los mayores accionistas del gigante de alimentos.
Los antecedentes de reducción de costos de 3G están entre las razones que llevaron a Ackman a pensar en una fusión de Mondelez con Kraft, según personas al tanto. Además de en Kraft Heinz, 3G ha estado involucrado en otras adquisiciones, como la de Tim Hortons Inc. En junio, hubo también rumores de una posible oferta por Diageo, el gigante británico de licores.
Sin embargo, es poco probable que 3G quiera explorar la posible compra de Mondelez en un futuro inmediato, dijeron fuentes al tanto. Kraft Heinz apenas ha comenzado su proceso de integración, que se espera traiga grandes cambios en las operaciones de Kraft, que el año pasado reportó ingresos por US$18.200 millones.
Peltz, quien ya ha indicado un deseo de hacer crecer Mondelez a través de una fusión, podría ser un candidato más potable. Antes de unirse a su junta en enero de 2014, alentó una combinación con el negocio de snacks de PepsiCo Inc.
La movida de los activistas, en cualquier caso, es parte de la nueva realidad que enfrentan las grandes compañías de alimentos procesados, que están bajo presión para reducir sus gastos en medio de un debilitamiento de las ventas de productos tradicionales. Incluso compañías como Mondelez, que han acentuado sus esfuerzos para mejorar eficiencias, están bajo pre-sión para que hagan más.
Mondelez y otros grandes productores de alimentos enfrentan un sinnúmero de problemas, entre ellos el cambio en los gustos de los consumidores, costos inflados y unos ineficientes sistemas de fabricación y distribución que fueron construidos durante los años en los que el negocio crecía sostenidamente. Estas empresas luchan ahora para que sus ventas crezcan como antes, mientras que competidores mucho más pequeños como el fabricante de yogur Chobani Inc. o el de barras de granola Kind LLC marcan el rumbo.
Aunque una compañía combinada podría obtener algunos ahorros en compras y distribución, no ganaría mucha fuerza en las cadenas de supermercados puesto que Kraft Heinz y Mondelez no comparten muchas categorías de alimentos. Kraft Heinz tampoco ofrece mucho a Mondelez en términos de expansión internacional, dijeron analistas.
Algunos sugirieron que una compañía más global como Nestlé SA encajaría mejor, o que Mondelez podría ampliar su participación en los segmentos de alimentos frescos mediante la adquisición de empresas más pequeñas y de rápido cre-cimiento como WhiteWave Foods Co., propietaria de la marca de lácteos orgánicos Horizon y de las ensaladas Earthbound Farm.
"¿Cuándo veremos en estos gigantes de los alimentos a inversionistas activistas cuya agenda sea acelerar la tendencia hacia una alimentación más saludable?", se pregunta Greg Wank, un socio especializado en el sector de la consultora Anchin Block & Anchin LLP. "Lo mejor que podrían hacer es traer sus economías de escala a marcas adquiridas de productos naturales para realmente impulsar el crecimiento", afirma.
—Dana Mattioli contribuyó a este artículo.