Kirchner ya duplicó el gasto público
Desde que llegó a la presidencia, el santacruceño hizo crecer las erogaciones un 125%; la mayor aceleración se dio este año por la moratoria previsional y el incremento de los subsdios
Cuando el presidente Néstor Kirchner abandone la Casa Rosada en diciembre próximo habrá duplicado, por lo menos, durante sus cuatro años de gestión, el gasto público del gobierno nacional.
El dato surge de comparar las erogaciones corresponientes al primer semestre de este año con el mismo período de 2003, cuando asumió Kirchner. Impulsado por el aumento de los subsidios al sector privado, el alza de salarios y jubilaciones, y la obra pública, el aumento del gasto se aceleró este año. Se amplió, además, la brecha respecto del alza de los ingresos, tendencia que comenzó a mostrarse en 2005, cuando comenzó a drenarse el volumen del superávit fiscal, y que se profundizó este año.
El gasto primario –antes del pago de intereses de la deuda– correspondiente al primer semestre alcanzó los $ 53.889,8 millones, según un informe del Ministerio de Economía. Si se suman los pagos de intereses, asciende a $ 60.466 millones. El aumento interanual es casi el mismo en ambos casos: 47,4%, cifra que, de mantenerse hasta fin de año, será la mayor de toda la gestión kirchnerista.
Si la comparación se hace con el primer semestre de 2003, cuando se ejecutó el último presupuesto diseñado por la gestión de Eduardo Duhalde, tanto el gasto primario como el total aumentaron más del 130%. Concretamente, el primero lo hizo un 138,8%, y el segundo, un 132,4 por ciento.
El dato tiene otro como contrapartida: según estimaciones del Ieral de la Fundación Mediterránea, la participación del Estado en la economía, medida a través de la relación entre el gasto primario nacional y el producto bruto interno (PBI), marcará este año un nuevo récord al rozar el 16%, una cifra inédita por lo menos para los últimos catorce años, pero que no obstante es una de las más bajas de la región (ver aparte).
Esta expansión se explica no sólo por el aumento de partidas, como los salarios y las jubilaciones –que, aun así, han cedido participación dentro del presupuesto en favor de otros rubros, como las transferencias a las provincias o la obra pública–, sino también por la generación de nuevas erogaciones, como los subsidios al transporte y a empresas públicas y las compensaciones al agro y la industria. Los principales incrementos fueron los siguientes:
Jubilaciones: por los aumentos en el haber mínimo, el fallo de la Corte Suprema que ordenó la movilidad de los haberes –que redundó en un alza del 13% para este año–, la moratoria previsional y el régimen de jubilación anticipada, que sumaron cerca de 1,3 millones de nuevos beneficiarios al sistema, las erogaciones en este rubro aumentaron un 70% en el primer semestre de este año, o $ 9636,1 millones.
Según un informe del economista Ramiro Castiñeira, de Econométrica, para este año el gasto en jubilaciones y pensiones, el más importante dentro del presupuesto, superará los $ 40.000 millones. Unos 9900 millones corresponden a la moratoria previsional, que les permitió a los pasivos que no completaron sus aportes cobrar un haber, y la jubilación anticipada, por la cual las personas que no estaban en edad de jubilarse pero tenían los aportes completos pudieron hacerlo. Ambas iniciativas implican un gasto equivalente al 1,3% del producto bruto interno (PBI) este año y el 1,5% el próximo, según el trabajo.
Con estas reformas, la tasa de cobertura previsional -incluidas las AFJP, las cajas provinciales y otros- se ubicará este año en el 95%, la más alta de América latina, según señala Econométrica. Las medidas no impactarán de lleno en el superávit fiscal -al menos en el mediano plazo- porque los ingresos aumentarán por la reforma previsional, que llevará nuevos aportantes al sistema de reparto que, por ahora, no implicarán un mayor gasto. Aun así, habrá un costo fiscal que Castiñeira estimó en el 0,84% del PBI para este año, y en el 0,54% para el próximo.
Esta batería de medidas llevará al gasto en seguridad social al nivel que tenía en 2001 en términos del PBI, según los datos de Econométrica.
Transferencias corrientes: este rubro incluye los subsidios a las empresas, públicas y privadas, los giros a los organismos públicos -principalmente, las universidades-, el pago de asignaciones familiares y los programas sociales. En el primer semestre aumentó un 36,6% hasta sumar $ 14.422,3 millones, pero dentro hubo partidas que crecieron mucho más.
El caso más notorio es el de los subsidios, quizás el instrumento más utilizado por el Gobierno este año para contener el impacto de la crisis energética y la inflación, y que explica en gran parte la aceleración del aumento del gasto, sobre todo en el segundo trimestre, según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP). Entre enero y junio, llegaron a $ 3862,4 millones, un 77,2% más que un año atrás. Si se agregan los préstamos a las empresas, la cifra asciende aún más (ver infografia).
Más de la mitad de esa cifra se destinó al sector energético: $ 2284 millones, según detalla ASAP, que se destinaron a la compra de fueloil venezolano para las centrales térmicas ($ 1044,3 millones, tres veces más que durante los primeros seis meses de 2006); a Enarsa, para la importación de gas boliviano ($ 225,5 millones), hoy por hoy, su principal actividad, y a préstamos, que en su mayoría fueron a las arcas de Cammesa ($ 450 millones), y el Ente Nacional Yacyretá ($ 119,1 millones).
El transporte se llevó otros $ 1551,3 millones. Aquí se incluyen las transferencias que se otorgan a los trenes, subtes y colectivos del área metropolitana, a las aerolíneas, al Ferrocarril General Belgrano y a la desaparecida aerolínea estatal Lafsa, que se encuentra en liquidación.
Las compensaciones a tamberos, molinos de harina de trigo, productores de trigo, los feedlots de bovinos y porcinos, establecimientos faenadores avícolas, fábricas y fraccionadores de aceite comestible y molinos de harina de maíz, creadas este año, obtuvieron otros $ 251 millones.
El alza salarial otorgada a los docentes universitarios y al personal no docente y los incrementos en las asignaciones familiares representan el otro grueso de la suba. Hubo una disminución de casi $ 420 millones por la salida de beneficiarios del plan Jefes y Jefas de Hogar por el aumento del empleo y el traspaso de una parte al plan Familias por la Inclusión Social, cuya partida se incrementó en $ 326,7 millones.
Remuneraciones: el gasto en personal no es uno de los que más aumentaron, sino uno de los que más peso tienen dentro del gasto público -si bien aún es inferior al de 2003-, después de las erogaciones en seguridad social y las transferencias. En el primer semestre, por el aumento en la planta de personal y en los salarios subió un 27,6% respecto del mismo período de 2006, hasta los $ 6716,1 millones, cifra que supera en un 82,4% a la de los primeros seis meses de 2003.
Intereses: este rubro experimentó una lógica suba desde la salida formal del default , a mediados de 2005. Pero existen otra tres razones que también explican el incremento: la inflación, que elevó el stock de deuda indexada por el CER y, por ende, el pago de sus intereses; la colocación de nueva deuda a tasas interés de mercado, emitida para afrontar el vencimiento de deuda vieja, que pagaba tasas varios puntos menores, según ASAP, y la variación del tipo de cambio, que elevó, en pesos, los intereses de la deuda nominada en dólares y en euros.
El pago de intereses pasó de $ 3452,1 millones en los primeros seis meses de 2003 a $ 6580,1 millones en el mismo período de este año, es decir, aumentó un 91%. Respecto del primer semestre del año anterior la suba fue del 47 por ciento.
Inversión real directa: este rubro fue, de lejos, el que más creció en los últimos cuatro años, pero aún tiene una participación minoritaria en el presupuesto, aunque ésta también se elevó desde 2003. Entre enero y junio de este año el gasto aumentó un 68% respecto de un año atrás hasta alcanzar los $ 2738,7 millones.
Tres organismos explican el 90% de ese aumento: la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), el Organismo de Control de las Concesiones Viales (Occovi, bajo el control, hasta la semana pasada de Claudio Uberti) y las obras hídricas a cargo del Enohsa, todos dentro de la órbita de De Vido.
Pero el gasto en obra pública fue, en rigor, mayor al contemplado dentro de este rubro, porque varios programas son ejecutados por las provincias, a las que se les gira el dinero. El caso más emblemático es el Plan Federal de Viviendas, cuyas partidas se encuentran dentro de las transferencias de capital, que tuvieron un alza del 24,8 por ciento hasta los $ 3634,1 millones en el primer semestre. Los fondos para este plan, junto la construcción de rutas por convenios con provincias a cargo de la DNV y el programa Más Escuelas, Mejor Educación, explican la mayor parte de esta variación, según los datos oficiales.
Según ASAP, el gasto de capital puede comenzar a desempeñar el papel de contrapeso en los próximos meses porque, si bien ha crecido muy por encima de los gastos corrientes, en los últimos meses, con excepción de junio, mostró una marcada desaceleración en las comparaciones mensuales.
Indicadores
Seguridad Social
$ 9636,1 millones
El pago de jubilaciones y pensiones subió un 70%
Subsidios
$ 1683,1 millones
Fue la suba en el primer semestre, equivalente al 77,2%
Inversión directa
$ 1106,3 millones
El gasto en obras en este rubro creció un 67,8%
Intereses
$ 2105,3 millones
Las erogaciones de la deuda subieron un 47%