Kicillof y la deuda bonaerense: “Tardamos porque no estamos dispuestos a entregar la provincia”
El gobernador espera lograr el acuerdo para canjear US$7148 millones de deuda en moneda extranjera la próxima semana; el grupo Golden Tree, tenedor mayoritario, ya aceptó pero no el resto de los acreedores
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LA PLATA.- El gobernador Axel Kicillof justificó que la renegociación de la deuda bonaerense nominada en dólares -que supera los 7148 millones- se haya demorado más de un año y medio: “No estamos dispuestos a entregar a la Provincia”, señaló.
“En Buenos Aires recibimos una provincia endeudada. Estamos tratando de llegar a un acuerdo [con los acreedores] y todos dicen: cómo tardan, ¿por qué no firman? Tardamos, no firmamos porque no estamos dispuestos a entregar la provincia, a firmar cualquier papel que nos pongan enfrente”, dijo Kicillof.
“No estamos dispuestos a sacarnos el tema de encima, como hicieron con los fondos buitres, a los que les pagaron más de lo que correspondía y lo disfrazaron de eficiencia”, criticó el mandatario provincial.
El gobernador reconoció que la deuda es uno de los problemas estructurales que enfrenta su gestión: “No lo vamos a ocultar”, prometió. Y responsabilizó a la oposición por una situación que intenta resolver desde abril del año pasado, cuando la provincia entró en cesación de pagos.
Kicillof apuesta a anunciar el cierre final del canje de deuda el 30 de este mes, es decir, dos semanas antes de las PASO del 12 de septiembre.
La provincia de Buenos Aires ya formalizó la enmienda con una mejora para los bonistas. Lo hizo porque tiene el compromiso de aceptación de parte del principal grupo acreedor, Golden Tree. Y fijó plazo hasta el 27 de este mes para que adhiera el resto de los acreedores. El gobierno de Axel Kicillof espera lograr la más alta adhesión posible entre los acreedores. Algunos bonos demandan una aceptación del 66% de los tenedores; otros, una mayoría más alta aún.
El grupo de tenedores de bonos Ad Hoc está compuesto por ocho miembros. Golden Tree es el mayoritario y podría forzar un trato: en ese caso caerán las demandas contra la provincia iniciadas en los tribunales de Estados Unidos, pero hay bonistas que aún no aceptaron la enmienda que elevó la provincia de Buenos Aires la semana pasada.
Los nuevos términos implicarán una reducción de los servicios totales durante el período 2020-2024 de aproximadamente US$4450 millones (equivalentes al 75% de los compromisos originales), los plazos de repago (vida media) se verán triplicados, mientras que se producirá una importante reducción en el costo total de la deuda: el cupón máximo que la provincia debía afrontar antes de la reestructuración se verá reducido cerca del 40%, mientras que el cupón promedio se achicará a 5,6%. El acuerdo incluye también tres años de gracia para el capital.
El gobierno bonaerense explicó que con esta propuesta enmendada pagara 73 dólares por cada cien y que la quita rondará el 23%.
Los años con más vencimientos serán los posteriores a 2030 y, en especial, la mayor carga podría darse en 2031. Pero hay una mejora: la deuda original suponía años con cargas de US$1500 millones, en tanto que ahora no superarán los 900 millones anuales.
Mientras intenta cerrar con la mayor cantidad de acreedores posibles, el gobierno de Kicillof ya anunció que el acuerdo alcanzado con al menos el sector mayoritario permitirá “reducir el costo de la deuda de forma permanente”.
El anuncio del cierre del acuerdo con los bonistas en tiempo electoral es una carta que Kicillof quiere jugar cerca de las PASO. El gobernador busca cambiar el equilibrio de fuerzas en el Senado de la provincia de Buenos Aires, donde la oposición tiene mayoría y puede condicionar la política económica de aquí en adelante dado que hacen falta dos tercios de los votos para tomar más deuda o crear nuevos impuestos. Kicillof procura no sólo “independencia económica”, sino también mayor independencia política para gobernar los dos últimos años de su mandato.