Jubilaciones de Anses: qué pasará con los haberes a partir del plan del Gobierno y tras un año en el que pierden un tercio de su poder de compra
Se busca eliminar la fórmula de movilidad establecida por ley; según Caputo en los próximos meses se otorgarán, vía decretos, subas mayores a las que surgen del mecanismo hasta ahora vigente, que quedan muy por debajo de la inflación; cuál es el problema del cálculo actual
- 7 minutos de lectura'
El envío de un proyecto de ley al Congreso para eliminar la actual fórmula de movilidad previsional es la parte del plan del Gobierno que, en materia de jubilaciones y pensiones, se conoce hasta ahora. La intención de los funcionarios es otorgar reajustes a los ingresos por la vía de decretos, tras decidir los porcentajes en el marco del programa económico con el que se proponen llegar al equilibrio fiscal en el plazo de un año.
Según dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, en declaraciones hechas en el programa A dos voces, en TN, con la medida “se busca “proteger al jubilado”. Afirmó que si continuara aplicándose el mecanismo actual de recomposiciones, “en cuatro meses los jubilados cobrarían entre 25% y 40% menos” (en términos reales), debido a que, en un contexto de inflación que se acelera, las variables que componen el cálculo del índice tienen en cuenta lo ocurrido unos meses atrás.
El funcionario afirmó que los aumentos que se darán en los próximos meses van a ser superiores a los que resultan del cálculo que se busca dejar sin efecto. “Claramente, van a cobrar más que con la fórmula”, sostuvo. Y agregó que “lo importante es que cobren más de lo que venían cobrando” entre el haber y los bonos. Este mes, solo para el caso de quienes tienen el ingreso mínimo, se suma al haber un refuerzo de $55.000, según lo dispuesto por el gobierno anterior.
Aún no hay nada formalmente dispuesto con respecto a la continuidad de ese complemento, que no alcanza a todos los jubilados y pensionados, sino solo a un grupo, y que surgió como una manera de aliviar las pérdidas de poder adquisitivo, no evitadas por la fórmula que rige desde 2021.
El cálculo para las recomposiciones trimestrales incluido en la ley 27.609 está basado en la variación de la recaudación de los impuestos cuya recaudación se destina, parcial o totalmente, a la Anses, y también en la evolución de los salarios. E incluye una particularidad, que este año perjudicó fuertemente a los jubilados: si bien no contempla un piso, sí prevé un tope: los haberes no pueden incrementarse más, en un año, que la suba nominal, incrementada en un 3%, de los recursos que obtiene el organismo de la seguridad social.
Aunque los ahora exfuncionarios nunca se refirieron al tema, para el actual mes de diciembre la fórmula arrojó un índice de entre 28% y 29%, pese a lo cual, por la vigencia de ese tope, solo se otorgó un alza de 20,87%, luego de un trimestre en el que la inflación fue, según el Indec, de 34,65%. En todo el año, se estima que los ingresos de los jubilados que no cobran bonos tendrán una pérdida de alrededor de un tercio de su valor, en tanto que los de quienes sí obtienen un refuerzo cerrarían 2023 con una caída de entre 10% y 15%.
Así como, con una inflación creciente, la aplicación de la fórmula le hace perder valor a las jubilaciones (es lo que ocurre ahora), con una caída de los índices de suba de precios se produciría una recuperación de la capacidad de compra, pero con un efecto fiscal negativo, ya que se elevaría el gasto del Estado en medio de un plan que, justamente, busca eliminar los desequilibrios entre ingresos y gastos como forma de ir contra la inflación. Desde el Gobierno se proponen controlar lo que ocurra con los haberes y el gasto previsional en ambos momentos; por eso, la búsqueda de disponer las alzas por decretos del Poder Ejecutivo.
Sin movilidad en 2020
Suspender la fórmula de movilidad fue una de las primeras medidas del gobierno de Alberto Fernández. Apenas asumió, el expresidente envió al Congreso una iniciativa, luego convertida en una ley que, entre otros varios puntos, declaró una “emergencia previsional” y estableció que no se aplicaría, por seis meses, la fórmula de actualizaciones de haberes aprobada a fines de 2017 (luego, la medida se prorrogó por otros seis meses, por lo cual se mantuvo durante todo 2020).
Ese año se dieron incrementos por decretos, que fueron diferentes según el nivel de ingresos y que en todos los casos se ubicaron por debajo de la inflación. Las subas acumularon, en concreto, entre 24,3% y 35,3%, en tanto que el índice de precios avanzó un 36,1%. Y la fórmula suspendida (y más tarde anulada) determinaba un aumento de 42,1%. Es decir, con la suspensión se evitó aquella vez que se concretara una recuperación de poder adquisitivo.
El ajuste a la baja que produjo aquella suspensión se judicializó, con reclamos de algunos de quienes se vieron más afectados. Varios jueces en diferentes parte del país le dieron la razón a los demandantes y le ordenaron a la Anses hacer un recálculo de los haberes (con diferentes criterios). Como los fallos fueron apelados, el tema está a la espera de la palabra final que debería dar la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La política de refuerzos
El gobierno que terminó recientemente su mandato generó otro motivo de judicialidad previsional, cuyas consecuencias se verán con el tiempo. Esa causa es la insuficiencia de la fórmula de movilidad, que ahora se busca eliminar, para mantener el valor de los ingresos. Es una insuficiencia reconocida por los entonces funcionarios, cada vez que dispusieron el pago de refuerzos compensatorios.
Entre septiembre de 2022 y este mes esa política de asignación de bonos fue continua. Y tuvo alcance para un grupo de jubilados y no para todos (un grupo que se redujo en septiembre de este año). Por eso, hubo demandas iniciadas por jubilados que no recibieron refuerzos y que, por tanto, vieron agravada la pérdida de su poder adquisitivo.
El bono que se cobra en este mes de diciembre es de $55.000 para quienes tienen el haber mínimo, de $105.713, y de un importe inferior para los jubilados con un ingreso mensual de hasta $160.713. En este último caso, se recibe el monto necesario para completar los $160.713; por ejemplo, con un haber bruto de $150.000, hay un refuerzo de $10.713. Y si se percibe, dados los aportes hechos durante la vida laboral, más de $160.713, no hay compensación.
La política de refuerzos generó crecientes distorsiones en la pirámide de ingresos, con casos de jubilados que, con un haber bruto que supera, por ejemplo, en un 40% el mínimo, perciben en mano este mes un importe más bajo que quien tiene el básico.
Para los primeros meses de 2024 no hubo anuncios concretos, más allá de lo expresado por el ministro Caputo, con respecto a si habrá un bono o algún aumento de emergencia, como el anunciado para la Asignación Universal por Hijo (AUH) y para las prestaciones del Programa Alimentar. En caso de no haberlo, muchos cobrarán en mano mucho menos que lo percibido en los últimos meses.
Con el bono de $55.000 y la ayuda alimentaria del PAMI (dispuesto para los afiliados a la obra social que cobran hasta un haber mínimo y medio, que se pagará hasta este mes) este mes un jubilado con el haber mínimo percibe, en términos netos, $172.541, más el aguinaldo. Sin los refuerzos, el importe en mano es de $102.541.
Por la fórmula de movilidad, las jubilaciones del sistema general de la Anses tuvieron este año una variación de 110,9%, mientras que la inflación podría llegar a un índice de entre 198% y 210%, según las estimaciones de varios economistas. Así, los haberes acumularán una pérdida de poder adquisitivo, solamente en un año, que llegaría hasta alrededor de un tercio.
Otras noticias de Jubilaciones
Más leídas de Economía
Habrá cambios. Cuánto costará el dólar tarjeta en enero
Advertencia. El CEO de una cadena francesa de supermercados no quiere comprar carne del Mercosur
“Decisión totalmente desacertada”. El campo bonaerense embistió contra la supertasa creada en un municipio
Plazo fijo. Cuál es la tasa de interés banco por banco este miércoles 20 de noviembre