Jorge Saravia: "La Argentina y Brasil siempre nos han pateado los tobillos"

Según la Unión de Exportadores del Uruguay, las ventas a la Argentina se redujeron 46,5% en febrero con respecto al mismo mes de 2011, en parte resultado de las fuertes restricciones impuestas por el gobierno argentino a las importaciones para controlar la salida de divisas. Cifra nada desdeñable que no resulta ajena a los dirigentes vecinos, como el senador Jorge Saravia, aspirante a la presidencia uruguaya por el Partido Nacional.

Para Saravia, cuyo tradicional partido de centroderecha intentará volver al poder en las elecciones de 2014, luego de dos triunfos consecutivos del izquierdista Frente Amplio, "la Argentina y Brasil siempre nos han pateado los tobillos" en materia comercial, y estos días son una prueba más.

"El Mercosur no existe hoy realmente porque es una asociación limitada, donde el principal elemento que podía resolver esto para los países chicos, que son los tribunales de controversias, no funciona, nadie les hace caso, sobre todo los países grandes", dijo Saravia en diálogo con La Nacion.

-¿Quiénes son los responsables de que el bloque no funcione?

-El principal error parte de Uruguay. Tiene una política exterior basada en las relaciones personales y no en lo que debe hacer un país en esa materia. Tabaré se terminó llevando a las patadas con Kirchner, sin embargo Mujica se lleva bien con Cristina? más allá de que Cristina toma medidas estos últimos días que afectan a Uruguay, y después Mujica se caliente. Uruguay tiene que posicionarse ante sus vecinos con una política definida desde nuestro país y no desde lo que le indiquen ellos. Tiene que ver por la vía de tratados con otros países, buscando espacios para generar su comercio, ya que Brasil y la Argentina lo tienen encajonado. Los tribunales de controversias nunca se respetaron. Uruguay, por ejemplo, con el tema de las plantas de celulosa, lo llevó a los tribunales de controversias y ni la Argentina le dio corte ni Brasil secundó nuestra postura.

-¿Y a Uruguay le conviene permanecer en el Mercosur?

-No nos podemos mudar del barrio, nosotros estamos estratégicamente incluidos en la región. Lo primero que tenemos que plantearnos es que somos aliados estratégicos. Al Mercosur hay que ayudarlo a crecer, que sea fuerte y tenga resultados. El Mercosur está tratando de hacer un tratado de libre comercio con la Unión Europea, por ejemplo, pero la Unión Europea lo va relegando porque en realidad lo nuestro es apenas una unión aduanera limitada a determinados productos, pero no una zona de libre comercio.

-¿Qué es lo que está faltando para consolidarlo?

-El Mercosur no tiene una política económica común. Ahora nomás la Argentina toma determinadas medidas que afectan a Uruguay, y es lógico, porque es un país que tiene una política económica de subsidio a la moneda, de subsidio a los combustibles a través de las detracciones (retenciones). Y Uruguay tiene otra política económica, que no va por las detracciones, que no subsidia el combustible y que va por los precios reales de la moneda. Lógicamente, en algún momento van a entrar en colisión. Nuestra política económica es mucho más abierta, donde se trata de dejar en libertad de acción a la moneda, no hay combustible subsidiado, se marca el precio internacional y se va a controlar la inflación por otros parámetros, por la tasa de interés interbancos, subiéndola, tratando de quitar pesos de circulación. Es igual a la de Brasil, pero la Argentina tiene una política de subsidios a la moneda, al combustible, a través de las retenciones.

-En lo inmediato, ante una decisión como la que acaba de tomar la Argentina, ¿a Uruguay sólo le queda aguantarse?

-Depende de los países que toman las medidas, de hacer medidas compensatorias, sobre todo a los países chicos. No tiene sentido que la Argentina nos corte determinadas importaciones que no significan ninguna competencia dentro del mercado de producción argentino, porque es muy pequeño lo que nosotros enviamos. La Argentina es deficitaria en carne, es impensable que hoy se pueda autoabastecer de carne y menos pensar en exportar. Y el resto de las cosas que se cortaron, como ser jugos, sopas o textiles, en la competencia con la Argentina no tiene sentido.

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