Japón: ¿‘Las Galápagos’ de la industria automotriz?
Su pasión por los miniautos está aislando su mercado de China, Europa y EE.UU.
TOKIO—El mercado japonés de automóviles, en su día un marcador de tendencias globales, es ahora uno de los más desconectados de otras partes del mundo y corre el riesgo de volverse irrelevante, dicen ejecutivos aquí.
Más de 90% de los autos que se venden en el país asiático son de marcas japonesas. Un tercio de estos —vehículos ultraligeros— no se comercializa en ninguna otra parte del mundo. Originalmente diseñados para cubrir las necesidades de Japón de autos baratos después de la Segunda Guerra Mundial, tienen la desventaja de ser demasiado pequeños o demasiado caros para los mercados internacionales.
La peculiar demanda del país de vehículos de bajo consumo de combustible ha llevado a los fabricantes a desarrollar una serie de tecnologías avanzadas, como por ejemplo, los autos híbridos, que no necesariamente encajan bien en otros lugares.
Japón no impone aranceles a las importaciones de automóviles. Ejecutivos de la industria en el país señalan que los gustos específicos y particulares del país son una de las razones que explican el limitado crecimiento de los fabricantes globales en el tercer mercado automotor del mundo, después de China y Estados Unidos. Ejecutivos de automotrices extranjeras dicen que el tratamiento tributario del país que favorece a los miniautos y sus singulares normas de seguridad y ambientales constituyen barreras no arancelarias que protegen al país de la competencia internacional.
Por tercera vez consecutiva, las tres principales automotrices de EE.UU. (General Motors Co., Ford Motor Co. y Chrysler Group LLC) se saltaron el recién celebrado Salón del Automóvil de Tokio. El director de operaciones de GM en Japón dijo que tenía poco sentido económico asistir teniendo en cuenta las ventas de la empresa en el país asiático.
De alguna manera, la pasión que la industria local tiene por los miniautos hace eco de los fabricantes japoneses de teléfonos inteligentes, que orientaron en gran medida las funciones de los aparatos hacia los consumidores japoneses y tuvieron problemas para expandirse en el extranjero. Sus deficiencias llevaron a la acuñación del término "Galápagos", para describir el mercado, en referencia al grupo de islas catalogadas por Charles Darwin: con una evolución única pero al final en desventaja debido a su aislamiento.
Los fabricantes de automóviles japoneses como Toyota Motor Corp., Honda Motor Co. y Nissan Motor Co., venden miles de vehículos en todo el mundo y han logrado dominar el diseño global y los gustos con sus autos de lujo, vehículos todoterreno y camionetas. Sin embargo, algunos ejecutivos aquí temen que un enfoque demasiado centrado en la demanda interna pone en riesgo su habilidad para cambiar de ritmo rápidamente, especialmente conforme muchas automotrices globales introducen nuevos modelos en el mayor número posible de mercados para desarrollar economías de escala.
"El mercado japonés es Galápagos", opina Shigeru Shoji, presidente ejecutivo de Volkswagen Group Japan KK, en el marco del Salón del Automóvil de Tokio. "Usted puede probar las cosas en Japón. Pero incluso si resulta ser un producto atractivo, es difícil que sea universal y global", advierte. Eso puede perjudicar a las automotrices japonesas, que se han demorado en ofrecer grandes vehículos de lujo en China y autos con motores diésel en Europa.
Otros aseguran que la especialización dificulta el panorama para los fabricantes extranjeros, que tienen que adaptar sus autos al mercado nipón. "Japón es un mercado único", apunta Sumito Ishii, director general de GM en el país. "Para aquellos que operan a nivel mundial, podría suponer una barrera".
Suzuki Motor Co., un fabricante especializado en autos pequeños, cuenta ahora con una posición de liderazgo en India, donde ha desarrollado sus modelos más populares en base a sus autos pequeños en Japón, adaptando las carrocerías a los gustos locales e instalando motores más grandes. Y para el año 2016, Honda planea lanzar vehículos híbridos de bajo costo con sus socios locales en China, mediante el uso de la tecnología que ha desarrollado en casa.
Aun así, algunos ejecutivos, como el vicepresidente de la junta directiva de Nissan, Toshiyuki Shiga, se preguntan si tiene sentido para la industria seguir haciendo miniautos que sólo se venden en Japón. "Creo que es tiempo de pensar en ello", dijo el año pasado.
La popularidad de los vehículos pequeños, económicos y de bajo consumo de combustible se basa en una combinación de factores: las estrechas carreteras de Japón, los altos precios de la gasolina y los impuestos a los automóviles, por no hablar de dos décadas de estancamiento económico. Conforme la economía del país ha repuntado, también lo ha hecho el mercado automotor. Pero se prevé que un aumento planeado en el IVA en abril pueda perjudicar de nuevo las ventas de autos.
Miniautos como el N Box de Honda y el Move de Daihatsu Motor Co., una filial de Toyota especializada en autos pequeños, representaron 34% del mercado de autos de pasajeros en Japón en 2012, un alza de 17% frente a dos décadas antes.
En Japón, "las distancias de conducción son extremadamente cortas y cuando se va manejando hay que frenar y arrancar constantemente. La manera de conducir es bastante diferente", dice Shoji para explicar la popularidad de los miniautos e híbridos, que generan electricidad cuando frenan.
—Phred Dvorak contribuyó a este artículo.
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