Ivan Jablonka: "La violencia machista va a terminar cuando los hombres se hagan feministas"
Ivan Jablonka, profesor de historia contemporánea en la Universidad de París y autor del bestseller Laëtitia o el fin de los hombres (Anagrama), fue uno de los discursos más esperados y conmovedores de la jornada del W20 .
Su libro narra la crónica del crimen de una joven francesa -Laëtitia Perrais- que fue violada y descuartizada en el 2011 y cuya muerte conmovió a toda Francia. El relato deshilvana la corta biografía de una niña que fue una constante víctima de la violencia machista. En una familia disfuncional con problemas de todo tipo, su padre abusaba de su madre, su padre adoptivo de su hermana gemela.
Para Jablonka, la muerte de Laëtitia es el último eslabón de una cadena de violencia machista. Y su vida es un hecho social total, uno que ejemplifica encapsulando todos los casos de una sociedad.
"En su infancia, su trayectoria, su existencia y hasta su muerte encontramos a nuestra sociedad. Familias rotas, destitución, aislación moral, trabajo juvenil, violencia machista. Por eso no podemos identificar su muerte como un mero caso criminal, una chica asesinada a los 18 no es una anécdota, es un hecho social e histórico. Sin embargo, hay tantas Laëtitias hoy...", explicó.
Jablonka mencionó el femicidio de Lucía Pérez, la joven marplatense, entre muchos otros casos de violencia machista alrededor del mundo.
Para el autor, el odio a la mujer que perpetran los hombres está íntimamente conectado con la emancipación de la mujer a lo largo de la historia. "¿Cómo podemos explicar la terrible frecuencia de crímenes sexuales? Estos pueden ser considerados como reacciones misóginas. En el terrorismo patriarcal, son asesinatos políticos", agregó.
En Francia, una mujer muere cada tres días en manos de su pareja o ex pareja. Allí, una encuesta reciente indicó que el 50% de las mujeres va a a sufrir alguna vez en su vida un crimen sexual o un intento de ello. En los Estados Unidos, cada año más de un millón de mujeres son víctimas de violaciones o de intentos de violación.
Jablonka delinea cuatro orígenes de los que se desprende la violencia machista: las leyes con el doble estándar que en algunos casos plantean para los géneros, las inequidades sociales por las cuales muchas mujeres dependen de sus parejas para su supervivencia, la educación que en muchos casos transmite de padre a hijo roles distintos para niñas y niños, y la cultura de masas que reproducen estereotipos machistas como "pedir permiso es un síntoma de debilidad" o "las mujeres siempre se hacen las difíciles".
"¿Cómo podemos luchar contra la violencia machista? Desarollando el trabajo de las mujeres, logrando que lleguen a CEO. Rompiendo el techo de cristal y promoviendo su participación política. Reduciendo la brecha entre géneros se va a reducir la violencia de género", opinó.
Para el historiador, que destacó el colectivo de Ni Una Menos, el movimiento #MeeToo fue un movimiento masivo pero principalmente occidental. "La violencia machista necesita un llamado mundial. Necesitamos voluntad política para cambiar las mentes y para nutrir una reflexión global sobre el rol del hombre", dijo.
Y continuó: "Entonces me pregunto: ¿Dónde están los hombres? ¿Cómo podemos explicar su indiferencia con la violencia machista? ¿Es apatía, hostilidad, ceguera? La violencia machista se va a terminar con educación igualitaria y las mismas oportunidades para todos. Y, principalmente, cuando los hombres expresen preocupación. Cuando los hombres se hagan feministas".
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