Italia vuelve a la recesión y preocupa a la zona del euro
Su PBI se contrajo 0,2% de abril a junio, comparado con el primer trimestre de 2014 y así se corta su recuperación
FRANCFORT.- La economía italiana retrocedió en el segundo trimestre, según una estimación oficial difundida el miércoles, lo que sorprendió a los economistas y provocó preocupación de que la violencia en Ucrania y la tensión con Rusia podría estar empujando a la zona del euro nuevamente a la recesión.
El PBI de Italia se contrajo 0,2% de abril a junio, comparado con el primer trimestre de 2014, dijo Istat, la oficina de estadísticas italiana, en un estimado preliminar. Fue la segunda caída trimestral seguida para Italia, lo que cumple con la definición más común de recesión. En el primer trimestre el producto se redujo 0,1% comparado con el trimestre previo.
La baja acabó con las esperanzas de que Italia, la tercera economía de la zona del euro después de Alemania y Francia, finalmente estuviera emergiendo de una década de estancamiento.
Y puede ser una de las primeras señales concretas de cómo la tensión con Rusia está afectando negativamente la economía europea, dijeron analistas. Junto con un informe de una fuerte baja de los pedidos recibidos por fábricas alemanas, los datos plantearon nuevos interrogantes respecto de la salud de la zona del euro de 18 países de conjunto. Solo tres de los 18 miembros de la zona del euro -Chipre, Finlandia y Grecia- habían reportado dos trimestres seguidos de producto negativo a fines de marzo. Pero el número de países en recesión debería aumentar en la semana por delante al dar más de ellos sus informes de crecimiento en el segundo trimestre.
Para Italia la economía en deterioro pone mayor presión sobre le primer ministro Matteo Renzi, que hace menos de una semana prometió no imponer más recortes presupuestarios e invertir en mejorar los caminos del país y en la infraestructura. Será difícil mantener esas promesas si un menor crecimiento, que por lo general se traduce en mayor desempleo y menores ganancias empresarias, reduce la recaudación impositiva.
Una economía desacelerada también hace peligrar la capacidad de Italia de cumplir las reglas de la zona del euro respecto de los déficit presupuestarios. La deuda estatal italiana de 2,1 billones de euros equivale a 136% de su PBI anual.
Si se reduce el PBI, la razón de la deuda respecto del PBI aumenta automáticamente. Italia tendría que violar los límites del gasto o reducir el gasto oficial en momentos en que los italianos ya se quejan de los recortes de los servicios.
Pier Carlo Padoan, el ministro de Economía italiano, dijo el miércoles que el país no violaría las reglas de la Unión Europea que limitan los déficit presupuestarios anuales al 3% del PBI. Pero declaró al diario financiero Il Sole 24 Ore: "El país necesita reformarse por sí mismo y lo está haciendo. Tenemos que hacerlo de modo aún más acelerado".
El hecho de que Italia caiga nuevamente en recesión socava el optimismo respecto de que algunos de los países con más problemas de la zona del euro estaban en el umbral de la recuperación. El martes Unicredit, el banco italiano, informó de un fuerte incremento de la demanda del crédito en Italia, lo que se vio como señal de que las empresas y los individuos estaban más optimistas respecto de sus perspectivas económicas.
Otra señal esperanzadora fue que el Banco de España estimó el mes pasado que España había salido de la recesión y que su economía probablemente había crecido 0,5% en el segundo trimestre.
Pero gran parte de la zona del euro sigue en baja. Y Wagner y otros economistas dudaban de achacar a Rusia las recientes cifras negativas. Dijeron que los problemas de Italia derivan más de su incapacidad para implementar cambios necesarios para mejorar el desempeño de su economía.
Se ve a Renzi, que asumió como primer ministro en febrero, como alguien con el carisma y el empuje necesarios como para sacar a Italia finalmente de su letargo. Pero será más difícil superar la formidable resistencia política al cambio con el país en recesión.
"El lento ritmo de las reformas estructurales es preocupante", dijo Paolo Manasse, profesor de macroeconomía de la Universidad de Bologna.
Traducción de Gabriel Zadunaisky