Invirtió US$ 24.000 y hoy factura millones vendiendo regalos
Gastón Parisier, el creador de Big Box, se inspiró en el exterior para traer el modelo de obsequiar experiencias a la Argentina; hoy tiene presencia en Chile, Uruguay y Perú
“Collect moments, not things”, dice una inscripción en las paredes de sus oficinas. El concepto sintetiza la misión que Gastón Parisier, cofundador de Big Box, se impuso como rumbo al fundar la compañía que se especializa en la venta de “experiencias”.
“Empezó hace siete años y fue inspirado en muchos viajes que hice por Europa”, cuenta Parisier, quien realizó un desembolso inicial de US$ 24.000 para comenzar con la empresa. “Así conocí esta modalidad de regalar experiencias en otro formato, mucho más masivo, mucho más low cost, y en este mercado quisimos hacerlo mucho más Premium”, relata el joven, emprendedor Endeavor.
Big Box nació como una empresa especializada en la venta de vouchers que permiten al beneficiario elegir un regalo entre múltiples alternativas. “Esperábamos no más de 4000 o 5000 regalos por año y a los seis meses un cliente corporativo necesitaba realizar 25.000 regalos. Lo que nos pedía estaba muy fuera de nuestro alcance y de lo que hacíamos, pero el proyecto prosperó”, recuerda Parisier
“Ese fue el día uno en el que vi que esto tiene un potencial de verdad”, asegura el empresario, hoy también accionista de la compañía FlyBondi.
Contar con el capital inicial, relata, fue un desafío. “Todo emprendedor de 22 años empieza una compañía y tiene poca noción de cuanto capital va a requerir. Empezamos con poco capital, eran ahorros personales, lo necesario para armar las primeras cajitas de regalos, y desde 2011 empezamos a expandir el negocio”, cuenta Parisier.
Hoy, Big Box opera en Uruguay, Chile y Perú, y combina los mundos online y offline. Además de las ventas en su sitio web, donde concreta la mitad de sus ventas, opera cinco locales físicos en shoppings y proyecta abrir otros cuatro próximamente.
“Creo que el emprendedor es alguien que cree en un propósito y en la generación de valor por encima de la generación de dinero, quien tiene un amor incondicional y cree infinitamente en la solución que está trayendo”, concluye.
LA NACION