Invertir sin mirar la historia: la lógica del ayer no sirve para apostar hoy
En inversiones bursátiles no se cumple la regla, útil para la vida diaria, de hacer un recorrido por el pasado para poder proyectar el futuro
Aun cuando son días de tembladeral en el mundo financiero, la máxima dice que el que puede esperar en la Bolsa siempre sale ganador. Si alguien en 2003 hubiera puesto $ 100 en dólares y los hubiera dejado bajo el colchón, vendiéndolos en el blue hoy, obtendría una ganancia de alrededor de 250%. Pero alguien que hubiera puesto los mismos $ 100 en el Merval, hubiera ganado alrededor de un 2000%. Un cero más no es poca cosa cuando está a la derecha del número.
El problema es que, a diferencia de otros campos de la vida, mirar el recorrido histórico no permite en cuestión de inversiones bursátiles predecir cuáles serán los mejores negocios para apostar de cara al próximo período. Si alguien hubiera invertido en la década del 2000 en función de la evolución del mercado de valores en la década del 90, probablemente hubiera perdido dinero. La empresa argentina de mayor crecimiento en los últimos años fue MercadoLibre, que si cotizara en la Bolsa porteña hoy sería la séptima firma del país en tamaño después de YPF y superaría en capitalización bursátil (el valor de la acción multiplicado por la cantidad de papeles emitidos por la empresa) a Siderar y al Grupo Clarín.
Luego de una lista de empresas extranjeras que cotizan en el Merval, la primera firma argentina es YPF, con un valor de US$ 9000 millones, seguida por Telecom Argentina con una capitalización que apenas supera los US$ 4000 millones. La valuación de la telefónica es similar a la de MercadoLibre, que pelea con ella la posición de la tercera firma argentina, aunque hace 20 años no existía.
Algo similar sucede con la desarrolladora de software Globant, empresa argentina que logró un nivel de capitalización de US$ 1000 millones, y con la agencia de turismo online Despegar.com, en proceso de salir a la bolsa con un valor estimado de 1000 millones de dólares. Tres de las empresas argentinas más grandes eran tibios start ups apenas una década atrás. Eso sí, para comprar sus acciones hay que ir al Nasdaq o al NYSE, las plazas bursátiles estadounidenses donde estas firmas salieron a buscar fondos y vender acciones.
"En la década del 80, las empresas más importantes en la Bolsa eran las proveedoras del Estado, como Atanor, Perez Companc y Alpargatas. En los 90, el boom fueron las privatizadas, con las telefónicas a la cabeza, YPF, Edenor, Central Puerto y Metrogas, entre otras. Ése fue el pico de cantidad de empresas cotizantes para el Merval y en esta época las que más crecieron fueron las firmas dedicadas a la sustitución de importaciones y apuntadas al mercado interno, como Siderar o Mirgor", repasa Claudio Zuchovicki, gerente de Desarrollo de la Bolsa de Comercio.
El dilema es, entonces, sin usar la información del pasado, cómo determinar cuáles serán las empresas con mayor potencial en los próximos 10 años.
Para el economista Martín Tetaz hay dos tipos de empresas con potencial en la Argentina en el corto y mediano plazo. Entre las primeras, apunta a las que hoy están subvaluadas por las altas regulaciones del Estado, como las energéticas y las vinculadas al campo. "Tienen potencial de crecimiento sólo por el cambio de reglas esperado con el nuevo Gobierno", dice. "Pero en el mediano plazo, las únicas compañías argentinas con capacidad de crecer fuerte son las que crean conocimiento. Las firmas de tecnología vinculadas al agro son la apuesta que reúne los dos elementos", añade.
El otro rubro dentro de la tecnología al que el autor de Casual Mente le asigna buenas perspectivas de crecimiento es al de las empresas de comunicaciones. "Son sectores con potencial en el mundo, hay que poner la mira en detectar las empresas que impulsan un cambio disruptivo", agrega, por su parte, el analista financiero Miguel Ángel Boggiano.
Entre varias decenas de compañías de cada sector, cómo saber cuáles serán ganadoras es el desafío más difícil. Por ejemplo, algunos años atrás la apuesta a que los buscadores de Internet serían el gran negocio futuro era segura; el problema era cómo elegir cuál sería el más exitoso de esa carrera que hoy sabemos ganó Google. Para ello, algunos consejos de especialistas para quedar del lado de los ganadores son:
- "Cuando se construye un edificio no es seguro que el desarrollador vaya a ganar dinero, pero sí que se venderá más cemento y más ladrillos", ejemplifica Zuchovicki para explicar que, si en los próximos años se espera una fuerte inversión en Vaca Muerta, no necesariamente la acción de YPF será un gran negocio, pero sí todas las de las empresas que sean proveedoras de la petrolera.
- "En sectores con mucha atomización y explosión de empresas nuevas hay que comprar a las líderes de cada rubro, porque siempre son las que van a tener ventajas comparativas en términos de escala y capacidad de financiarse", recomienda Boggiano.
- Boggiano, director de Carta Financiera, agrega que en negocios nuevos, donde el modelo de monetización no está claro, hay que esperar hasta ver que la empresa muestre que puede ganar dinero, porque una idea fantástica no necesariamente es rentable.
¿Las empresas tradicionales ya no son negocio? Las firmas que cotizan hoy en la Bolsa argentina son de industrias maduras, que no pueden dar un salto exponencial, según los expertos. "Pueden aumentar su rentabilidad, pero nunca duplicar su negocio, porque ya no pueden escalar más alto", concluye Boggiano. Apuntar a los nuevos sectores es un desafío difícil, pero el premio es tentador.
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