Sobrevivir al cepo. La alternativa para invertir en pesos y resguardase de la inflación
En un contexto de endurecimiento de las restricciones para el acceso al dólar, los plazos fijos resultaron un canal elegido por muchos argentinos para depositar sus pesos sobrantes e intentar mantener su poder adquisitivo. Pero el contexto también motivó un cambio en esas inversiones: con mayores expectativas de inflación para los próximos meses, fueron los plazos fijos que ajustan por UVA los que más fondos recibieron.
Si bien su volumen es minoritario en comparación con los tradicionales, los datos del Banco Central muestran que el total de pesos invertidos en estos instrumentos crecieron en septiembre un 7,6% en términos nominales y llegaron a $36.476 millones en el último día del mes.
Si se considera que, para septiembre, la inflación estimada por consultoras privadas rondó el 2,9%, hubo un crecimiento real en este tipo de depósitos. Su rendimiento ajusta automáticamente por el valor de la UVA –que sube al ritmo de la inflación- y se suma un interés que ronda el 1%.
Con el crecimiento de este tipo de instrumentos, aunque parte de montos marginales con respecto a la demanda de dólares o los plazos fijos tradicionales, quien puede sonreír es el Gobierno, que insiste hace semanas con intentar convencer a los argentinos para que ahorren en moneda local.
"Con la cantidad de restricciones cambiarias que se fueron endureciendo, mucha gente va a instrumentos que la cubran de una mayor inflación esperada, que lo descuentan no solo las consultoras y el mercado, sino las expectativas cualitativas de los ciudadanos", explica Juan Ignacio Paolicchi, economista de Eco Go.
Según el último Reporte de Expectativas del Mercado del Banco Central, las consultoras y bancos relevadas proyectaron que la inflación será del 3,7% en octubre y subirá al 3,8% y 4,2% en noviembre y diciembre, respectivamente.
En tanto, la última encuesta de expectativas de inflación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) marca las proyecciones para los próximos 12 meses es del 40%.
Con estos valores, la perspectiva de muchos ahorristas es que el rendimiento del plazo fijo tradicional no alcance para mantenerse en niveles positivos. Luego de la última suba en la tasa mínima, dispuesta por el Banco Central a partir de agosto, estos instrumentos rinden un mínimo del 33% anualizado. Llevado a 30 días, equivale a un rendimiento mensual del 2,75%.
Pese a las expectativas de una aceleración en la suba de precios, en septiembre los depósitos en plazos fijos tradicionales también crecieron por encima de la inflación, aunque a menor ritmo que en agosto. Según los datos oficiales del Banco Central, el volumen total se incrementó un 5,7%, y llegaron a $2,18 billones.
Estos últimos tienen como diferencial que pueden suscribirse a un plazo de 30 días. Los que ajustan por UVA, y brindan una cobertura frente a la inflación, son ofrecidos más tímidamente por los bancos y a plazos más largos. En general, quienes invierten en estos instrumentos deben permanecer entre 90 y 180 días, dependiendo de la entidad. En algunos casos son precancelables, pero si se elige esa alternativa, cae su rendimiento.
"El plazo fijo tradicional viene ganándole a la inflación, pero es posible que no compensen en noviembre, diciembre y los meses futuros, cuando se empiece a acelerar la inflación", completó Paolicchi.
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