Internet puede aportar mucho al crecimiento de países emergentes
Internet ha demostrado ser una plataforma fundamental para el crecimiento de las economías emergentes. El potencial existente es claro: la contribución de Internet al PBI en economías como la argentina, la mexicana o la brasileña alcanza entre 2 y 2,5%, mientras que en los países del G-20 alcanza al 4,1% y en Corea del Sur, 8%.
En otros términos: si Internet fuese una industria, su participación en el PBI equivaldría en nuestro país a la participación de hoteles y restaurantes; en Brasil sería tan grande como la minería, y en México estaría entre las 10 industrias más pujantes del país. En la Unión Europea las plataformas online contribuyeron en 2012 al equivalente a los sectores de la construcción o el transporte.
La contribución de Internet al desarrollo en nuestra región depende en gran medida de la posibilidad que tienen los ciudadanos de conectarse. Se estima que con un aumento del 10% en la penetración de la banda ancha el PBI promedio de un país crece 3,2% y la productividad, 2,6%. En una región donde el promedio de penetración de banda ancha ronda el 30%, el potencial de crecimiento es enorme.
Incluso puede que el impacto económico sea aun mayor, ya que al cuantificarlo a través de los modelos económicos tradicionales (que miden en contribuciones al PBI) se pierde una gran parte del aporte a la economía. Medir el impacto que Internet tiene en la vida de las personas es particularmente difícil, ya que mucho de ello no tiene precio, impacta en la capacidad de comunicarse, en los hábitos de consumo y, por ende, en la mejora en la calidad de vida. Un estudio ha sido capaz de demostrar que la utilización de un motor de búsqueda le genera a un usuario estadounidense un excedente de US$ 500 anuales en concepto del valor del tiempo ahorrado al buscar información online en contraposición a hacerlo offline .
Internet también ha demostrado ser una fuente de creación de empleo genuino. En los seis mercados emergentes más importantes, 1,3% de los trabajos están relacionados con actividades de la Red. Por cada puesto perdido en las pymes de países como México y la Argentina hay 3,2% de trabajos creados en Internet (en países desarrollados esta relación es de 1,6%).
El uso de Internet como una plataforma para la innovación y la creación de nuevos negocios tiene mucho que ver. Cada año se crean más de 150.000 nuevas empresas relacionadas con Internet en países en desarrollo, gracias a que las plataformas online reducen las barreras de entrada y crean oportunidades para llevar adelante transacciones que antes no eran posibles.
Internet también es un motor de crecimiento para las pequeñas y medianas empresas ya establecidas. Se advierte que las pymes que usan Internet crecen 9% más rápido y venden 7% más que aquellas que no lo hacen. A lo anterior se suma el comercio online , que representa una industria en sí misma. Las proyecciones para 2016 hablan de US$ 10.000 millones en e-commerce en México; 9000 millones en la Argentina y Turquía, y 4000 millones en Sudáfrica. Si sumamos los beneficios derivados del comercio electrónico en concepto de excedentes al consumidor, estos valores serían más altos aún.
A todo ello se agrega la ventaja de la deslocalización que ofrece la industria digital y, con ella, la disminución de los movimientos migratorios internos, que en nuestro país marcan la concentración poblacional en zonas periféricas de grandes ciudades y el consecuente vaciamiento de las poblaciones del interior.
En resumen, la Argentina cuenta con un gran potencial y con mucho por aprovechar de los beneficios que Internet trae consigo. Para ello, es necesario un desarrollo saludable del ecosistema que rodea al mundo de Internet, lo cual es posible invirtiendo en infraestructura, brindando educación académica y formación sistémica en las nuevas habilidades requeridas, garantizando el acceso al capital financiero (en particular a las pymes) y el derecho a la libertad de expresión de los usuarios y generando un régimen de protección de la propiedad intelectual adecuado para entornos digitales, que promueva la creatividad e innovación en Internet. Una invitación a apostar en esta industria y su efecto de derrame positivo para la economía.
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