Innovación, la clave para resolver problemas
Los índices que miden la competitividad suman criterios de creatividad
El diccionario de la competitividad global está por actualizarse, más allá de los clásicos términos, con la mayor relevancia que adquiere la innovación como jugador clave. El Reporte de Competitividad Global elaborado por el Foro Económico Mundial está atento al giro y en septiembre de este año renovará sus mediciones tras una década e intentará reflejar criterios de creatividad, diversidad y conectividad.
"En los últimos diez años, sopesamos variables duras como las instituciones, la infraestructura, la estabilidad macroeconómica y la eficiencia de los mercados. Teníamos en cuenta la innovación, pero de manera lineal: veíamos lo que pasaba en los departamentos de I+D dentro de las empresas. Ahora pensamos en ecosistemas de innovación, que tiene que ver con la creatividad, la diversidad en los sitios de trabajo y el flujo de ideas", resume Daniel Gómez Gaviria, jefe de Investigación en Competitividad del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
El índice incorporará otro cambio. Hasta este año, utilizó criterios de priorización llamados "estadíos del desarrollo". Se recomendaba a los países empezar por resolver temas básicos, luego la eficiencia de los mercados y, por último, ocuparse de la sofisticación. "Dejamos eso de lado y el mensaje que estamos enviando es que, con la innovación, los países pueden resolver sus problemas más profundos", agrega Gómez Gaviria.
¿Qué consecuencias tendrá este giro para la Argentina? "El factor innovación tiene números mejores que en el promedio regional, y puede que el mayor peso en la modificación del índice mejore parcialmente el resultado general", sostiene Eduardo Fracchia, director del Área Económica del IAE (Universidad Austral) y responsable de la encuesta local del índice desarrollado por el WEF.
En el último ranking, publicado en septiembre pasado, el país se encuentra en el puesto 104 de 144, sobre todo por sus condiciones macroeconómicas adversas y rendimientos pobres en institucionalidad. Fracchia adelanta que, en esta edición, la Argentina podría adelantar tres puestos por "un mejor entorno institucional y un mayor funcionamiento de los mercados". Gómez Gaviria señala que "el índice es parsimonioso" y que "eso está bien, porque refleja temas de largo plazo", pero admite que las reformas del Gobierno están yendo en "la dirección correcta" de acuerdo con las variables que la institución mide.
Ángel Melguizo, economista jefe del área América latina de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), agrega una reflexión para no desesperar: "Veo una injusticia técnica en estos índices. No podemos comparar hoy un país de América latina con uno europeo en distintos estadíos. Es más útil compararlos con los estados de la OCDE cuando tenían niveles de desarrollo similares, porque eso es lo que permite ver cómo avanzaron".