
Inminente admisión de que hay focos de aftosa
El gobierno nacional lo reconocería en las próximas horas
Todo indica que el Gobierno aceptaría entre hoy y mañana la existencia de focos de fiebre aftosa en el territorio argentino. De esta manera quedarían corroboradas las denuncias de varios productores acerca de la existencia de animales enfermos, pese a que oficialmente esa posibilidad se desmintió en reiteradas oportunidades.
"No nos queda otro camino que reconocerlo. (Antonio) Berhongaray dijo antes de renunciar que se iba sin aftosa y eso es una mentira", se quejó ayer el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Manuel Cabanellas, ante la inminencia del anuncio.
La decisión, que el ex secretario de Agricultura prefirió dejar en manos de su sucesor, Víctor Savanti -hoy al mando de la nueva Secretaría de la Producción-, poco a poco comenzó a trascender con fuerza desde el ámbito del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
"Si nosotros no lo declaramos, vamos a quedar como mentirosos frente a la misión sanitaria de los Estados Unidos", advirtió Cabanellas, a propósito de la próxima visita de técnicos del Servicio de Inspección de Plantas y Animales (Aphis, según sus siglas en inglés) norteamericano.
Hasta ahora, el principal argumento para no admitir la aparente gravedad de la situación sanitaria del país era la preservación de las exportaciones de carne a los Estados Unidos y a Canadá.
Golpe muy duro
"Es un golpe muy duro, pero si la realidad lo indica, hay que aceptarlo", dijo a La Nación el presidente de la Asociación de la Industria Argentina de la Carne (AIAC), Héctor Salamanco, sin duda el sector más afectado por una decisión de este calibre. El empresario calculó que el cierre de esos mercados externos provocarán una pérdida de 3 millones de dólares mensuales a la industria frigorífica argentina.
"Es nuestra obligación como país reconocer la presencia de focos -si es cierto que los hay- y así mantener la credibilidad y la sanidad de los rodeos", consideró el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens.
Para la Argentina, una de las consecuencias negativas de reconocer la existencia de fiebre aftosa sería tener que regresar a un pasado bastante oscuro; tal vez, perder el status sanitario de "libre de la enfermedad con vacunación", al que descendió hace menos de un mes por determinación de la Oficina Internacional de Epizootias (OIE) y volver al de "país aftósico", como a principios de la década del noventa.
Las entidades del agro elevaron su preocupación acerca de la instrumentación inmediata de un programa para comenzar nuevamente a combatir esta enfermedad animal que no se contagia al hombre.
"Lo que se puede leer del plan de vacunación presentado por el Senasa está bien, pero hay que llevarlo a la práctica y sin demoras", consideró el titular de Coninagro, Mario Raiteri.
El problema, comentó el ruralista, es lograr el consenso de las provincias para poner en práctica una serie de medidas urgentes contra la enfermedad.