Inmigrantes energizan la economía de EE.UU.
Los inmigrantes son más proclives a tener sus propias pequeñas empresas que las personas nacidas en Estados Unidos, y están abriendo locales en áreas más allá de las grandes ciudades donde se han asentado tradicionalmente, una tendencia que está impulsando las economías locales y reorganizando comunidades enteras.
En 2010, los inmigrantes representaron 18% de los 4,9 millones de propietarios de pequeños negocios en el país, un alza de seis puntos porcentuales frente a dos décadas antes, según un análisis de datos del censo llevado a cabo por el grupo independiente Instituto de Política Fiscal (FPI, por sus siglas en inglés). Los inmigrantes, que constituyen 13% de la población, son responsables de un tercio del aumento en el número de dueños de pequeñas empresas entre 1990 y 2010.
Las pequeñas empresas se definen como compañías que tienen menos de 100 empleados. Estos negocios en manos de inmigrantes emplearon a 4,7 millones de personas en 2010 y generaron aproximadamente US$776.000 millones en ingresos, según cálculos del FPI.
El estudio confirma que la propiedad de empresas sigue siendo una de las maneras predilectas de ganarse la vida entre los inmigrantes. El último aumento de propietarios inmigrantes arrancó en los años 80, cuando EE.UU. experimentó una gran oleada de recién llegados de Latinoamérica y Asia.
El estudio resta importancia al papel de titanes tecnológicos fundados por inmigrantes, como Yahoo Inc. y Google Inc. Al igual que hace un siglo, las firmas de inmigrantes suelen ser pequeños negocios de barrio, que prosperan pese al predominio de grandes cadenas minoristas y el crecimiento del comercio en línea.
"Una mayor parte de la historia empresarial de los inmigrantes sigue siendo la tienda de abarrotes, el restaurante y la tienda minorista, así como las consultas de doctores, los servicios de taxi y las lavanderías", dice David Kallick, autor principal del informe del FPI.
Nuevas tendencias
Tradicionalmente, los inmigrantes establecían sus negocios en enclaves de grandes ciudades con grandes poblaciones del mismo país, haciendo posible que operaran sin o con muy poco dominio del ingés.
Sin embargo, en los últimos 10 años, muchos inmigrantes asiáticos y latinoamericanos han abierto restaurantes étnicos y tiendas en pequeñas ciudades de EE.UU. En Schuyler, Nebraska, una ciudad de mataderos de apenas 6.211 habitantes, los inmigrantes mexicanos y guatemaltecos han confluido en la Calle B, transformando un vecindario donde las tiendas llevaban años vacías.
"Ahora nuestro centro son principalmente negocios de inmigrantes", señala su alcalde, David Reinecke. "Si no estuvieran aquí, nos estaríamos hundiendo".
Delfino Bello emigró desde México sin saber inglés. Ahora, dirige tres populares restaurantes mexicanos a unos 65 kilómetros de Chicago. "No tenía nada, nada, cuando llegué a este país", cuenta Bello, de 55 años. Si la economía sigue recuperándose, planea inaugurar un cuarto restaurante.
El estudio del FPI reveló que los inmigrantes se concentran en algunas industrias, como los servicios de taxi, las lavanderías y las gasolineras. También tienen una amplia presencia en el sector de alojamiento y restaurantes.
Los mexicanos, el grupo de inmigrantes más grande, poseen el mayor número de negocios en manos extranjeras, seguidos de los indios, coreanos, cubanos, chinos y vietnamitas.
Los inmigrantes de países con una población relativamente pequeña en comparación a la general, como Grecia, son desproporcionadamente más propensos a tener negocios, mientras que las mujeres de origen extranjero son dos veces más proclives a tener sus propias empresas frente a sus contrapartes estadounidenses.