La inflación de marzo fue de 4,7% y acumuló en el primer trimestre 11,8%
Con el precio de los alimentos como gran señal de alarma y a horas de que el Gobierno anuncie un plan para intentar contenerlos, la inflación de marzo –un mes de alta estacionalidad, sobre todo en los valores vinculados a la educación y la ropa– marcó un 4,7% como consecuencia del impacto de los aumentos de las tarifas y los bruscos movimientos del dólar durante ese mes.
El primer trimestre, la inflación acumuló 11,8% y amenaza con sofocar la "recuperación" en un año electoral presupuestada en la mejora real de los ingresos. Por caso, aquella fue la exacta variación que tuvieron los jubilados en sus haberes en los primeros tres meses, lo que significa que no lograron el alza real que prometía el Gobierno.
En doce meses, la suba de precios en la Argentina ya roza el 55% (54,7%). En ese mismo período, los alimentos subieron un 64%, según confirmó oficialmente el Indec. Las consultoras privadas ya prevén para abril un alza cercana al 4% y para todo el año, un avance de 40%.
Desde hacía unos días el oficialismo hacía trascender que el alza de precios del mes pasado estaría más cerca del 4,5% que del 4%. La intención, contaron fuentes oficiales, era la de diluir el impacto de la noticia en los alterados mercados, sobre todo en el cambiario. Justamente, ayer el Banco Central (BCRA) anunció cambios en su esquema pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para intervenir sobre el dólar, un precio clave para intentar apagar la inflación en un año electoral. Semanas atrás, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) –las consultoras privadas– que compila el BCRA había estimado para la inflación de marzo un aumento de 3,8%.
La suba más elevada fue el capítulo de Educación, que mostró un alza de 17,9% por la estacionalidad del comienzo de clases (cuotas de los colegios privados). Prendas de Vestir y Calzado, por el cambio de temporada, reflejó un incremento de 6,6%. Los Alimentos y Bebidas, el rubro que más pesa en el índice de precios al consumidor (IPC), tuvo un alza de 6%.Transporte (con subas de colectivos y trenes) aumentó 4,2%; Vivienda, Agua, Electricidad y Gas (suba de la luz) mostró un incremento de 2,8%, y Restaurantes y hoteles, uno de 4,3%. También subieron fuerte Comunicación (4,4%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (3,8%), rubro muy vinculado al dólar. Por la divisa y su precio internacional, subieron también los valores de los combustibles (5%).
El IPC núcleo, que refleja mejor el movimiento de precios "libres", mostró un avance de 4,6%. Según LCG, "absorbió el impacto del nuevo corrimiento del tipo de cambio", de 11% punta a punta en el mes.
Entre los aumentos en los alimentos, el salto más espectacular lo dio el pollo: se disparó 25,4%. Los lácteos –con problemas de abastacemiento por temas climáticos y de estacionalidad– también mostraron subas muy importantes: leche fresca entera en sachet (9,4%), queso cremoso (9,4%), queso pategrás (9,5%), queso sardo (9,5%), manteca (9,2%) y el dulce de leche (8,1%).
La carne también aumentó más que el nivel promedio, en parte, impactada por recompocisión de rentabilidad y el precio del dólar. La paleta subió 6,7%; la carne picada, 6%; el asado, 4,7%; la nalga, 5,9%; el cuadril, 5,3%; y el jamón cocido, 7,1%. Además, hubo incrementos muy importantes en el pan de mesa (8,6%), huevos (7,2%), yerba (6,9%), lavandina (7,7%), champú (6%), pan de mesa (8,6%) y pañales 6,3%.
Luego del pico de septiembre (6,5%) y de octubre (5,4%) en medio de la depreciación del peso, la inflación se había desacelerado al ritmo de la economía. En noviembre había marcado un 3,2% y en diciembre, un 2,6%. El Gobierno sostenía que esa baja se mantendría, pero en enero, la suba de precios marcó un 2,9% y 3,8% en febrero pasado.
El presidente Mauricio Macri espera presentar, entre otras medidas para impulsar un consumo derrumbado, una ampliación de los acuerdos de precios ya existentes en Precios Cuidados sobre una canasta de productos básicos. Todavía no se conocen las condiciones –actualización de precios– del programa que busca evitar la palabra "congelamiento". Sí se sabe que el Gobierno fortalecerá el control en el abastecimiento, en el cumplimiento y que seguirán manteniendo la etiqueta de "voluntarios".
"Esperamos, tras este pico que tendremos en marzo, que a lo largo de los años vayamos avanzando paso a paso para erradicarla (la inflación) y ser un país más de la enorme mayoría que tiene un digito", dijo el Presidente. Macri, que a comienzos de año había dicho públicamente que la inflación ya se estaba desacelerando. En el Ministerio de Hacienda esperaban al comienzo de 2019 subas de entre 2% y 3% para este trimestre.
"Estamos viendo una desaceleración para los próximos meses (...) la inflación de abril será más baja que la de marzo", completó el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, protagonista del esquema que presentará Macri.
"El dato es muy superior a lo que se esperaba", analizó Camilo Tiscornia, director C&T Consultores. "Se sabía que iba a haber un impacto de los precios regulados [tarifas], pero se destacó el incremento en Educación. La suba es mucho más alta de lo que preveía. Lo de los Alimentos y Bebidas fue tremendamente fuerte", explicó el economista.
Tiscornia destacó los aumentos en la carne y los lácteos. Con relación a estos últimos remarcó el impacto que tuvo la falta de oferta. "Más allá de estas cuestiones se ve un efecto del tipo de cambio. Eso es complicado, y por eso es tan importante que se estabilice el dólar para que la inflación pueda bajar un poco. Abril sería más baja. No se va a repetir este valor", anticipó.
"El dato preocupa mucho", afirmó Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, que destacó que la inflación núcleo se sigue acelerando. "Los primeros datos de abril indican que el índice de ese mes va a estar apenas por debajo del 4%. Estamos hablando de un primer cuatrimestre con 15% de inflación, justo en la previa de las paritarias", agregó. El economista puso el foco en los aumentos de los alimentos. "Son indicadores preocupantes en lo social. La inflación es el talón de aquiles de este Gobierno", cerró.
"Para abril tenemos 3,8%, tanto por el arrastre de la devaluación de marzo, como por los efectos de segunda vuelta del componente de precios regulados. La núcleo se va a desacelerar, a 4,1% versus el actual 4,6%", estimó el economista de Analytica Santiago Gambaro.
"Difícilmente el programa de congelamiento de precios que el Gobierno anunciaría tenga un efecto marcado sobre la dinámica de precios", dijo Melisa Sala, economista de LCG. "Incluso, el hecho de haber anticipado tanto su implementación podría tener un efecto contraproducente en abril, estimulando una suba especulativa de los precios de los bienes y servicios potencialmente afectados", señaló.
"Preocupa la posibilidad de espiralización de la inflación que se podría desencadenar debido a mecanismos de propagación sustentados en una fuerte indexación que existe en la red de contratos de nuestra economía", dijo y cerró: "Nuevas tensiones en el mercado cambiario no se pueden descartar y eso podría dar inicio a un régimen de funcionamiento de la economía en un nivel de inflación aún más alto que el actual".
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